Opresión (Segunda Parte De Amor&Perjuicios)

Rezo.

Elena.

- La verdad es que tenía a tu padre en un pedestal.

- Yo también. Por desgracia, ahora se ha convertido en mi peor pesadilla ~miro a mi alrededor~ Y ni hables de James, no lo soporto. Soy una treintañera infeliz.

- Pero hermosa, solo tienes que escaparte del control de tu padre. Elena, por favor, ¿por qué no puedes ser como Benedict? ~ojos duros~

- Porque él no tiene ninguna hija en la mira de su padre, y te recuerdo que también perdió ante él.

- Qué horror, te prometo que me iré en unos meses. Hablé con Hanna hace unos días, creo que el divorcio está cancelado ~no puedo evitar reír~

- Han solicitado el divorcio al menos dos veces, y siempre lo cancelan. Es como si se amaran y se odiaran a la vez, pero se aman más. ¿Quién los entiende?

- Dije lo mismo, parece que ello dos son los únicos que lo hacen.

Desde aquí veo a James entrar y lanzarse a la alberca, me despido de mi amiga y dejo el celular a un lado.

No sé puede negar lo genial que se ve este hombre en bañador, pero Aarón... Él es el único que ocupa mi mente y corazón todo el tiempo.

Solo ver su cara cuando sale de nadar me ensombrece el cielo. No entiendo por qué finge que todo es normal, sabe que no lo amo y que compartir la cama con él me disgusta.

- ¿Te sientes bien? ~se sienta a mis pies~

- Sí ~tomo las gafas de sol y me las pongo~ ¿No se supone que deberías estar en la empresa?

- Debería, pero quiero estar con mi esposa ~dice mientras acaricia mis piernas~ Eres realmente hermosa, amor.

- Gracias, siempre lo dices.

Tomo el libro escrito por mi hermano y termino de leer el capítulo que dejé sin terminar, ignorándolo. Simplemente no lo soporto.

- Hoy va a hacer una noche especial ~me alarmo y me quito los lentes~ Contraté a un chef ~toma uno de mis pies y lo lleva a sus labios~

- Hoy dormiré temprano.

- ¿Por qué siempre quieres discutir? ~frunce el ceño~ Intento hacer lo correcto, no soy tu enemigo, Elena.

>> Sé que he cometido errores, pero te quiero de verdad ~besa mis dedos~ Quiero que tengamos hijos y seamos una familia.

¡Eso jamás!

- ¿Cómo esperas que te dé hijos si los matas tirándome por las escaleras? ~reriro mi pie~

La vena en su frente sale a relucir, me agarra fuertemente del cuello y me atrae hacia él dejándome sin aliento.

- No me provoques ~sisea en mi rostro~

- ¿Así es como piensas convencerme?, animal ~digo con dificultad~

Se queda en silencio, y cuando creo que me quedaré completamente sin aliento, me suelta... Pero solo para enredar sus dedos en mi pelo y tirar con fuerza.

- Si fueras más inteligente, sabrías que debes tomarme por las buenas, no por las malas. ~asiento asustada~

- Tienes razón ~tomo su rostro entre mis manos y lo beso~

Eso lo hace bajar la guardia e intensifico el beso. Siento que su agarre se afloja y posa su mano en el surco de mi rostro. Sonríe contra mis labios cuando termina el beso y finjo una sonrisa igual.

- Vamos a la piscina ~susurra en mi cuello~

Quiero negarme, pero si lo hago, probablemente me agarrará del pelo, me arrastrará a la alberca y me ahogará.

Teniendo en cuenta que no sé nadar, sería muy fácil hacer que parezca que me ahogué intentando aprender mientras él se quedaba en la oficina.

Con mi padre y este hombre nunca se sabe, por eso es que se entienden tan bien.

- De acuerdo ~dejo el libro a un lado~

Con su ayuda, me levanto de la silla y, una vez dentro, me obliga a abrazarlo, rodeándole el cuello con los brazos y la cintura con las piernas. Esto es peor que ahogarme y prefiero la última opción.

Siento que me desabrocha la parte inferior de mi bañador y empiezo a temblar de nervios. No me gusta lo que va a pasar.

- James...

- Shhh...

Luego retira la parte posterior de mi bañador y sonríe. Frunzo el ceño con asco sin que él se dé cuenta, porque sabe... Sabe perfectamente que voy a negarme, por eso me calla.

Lo detesto.

Me asusto cuando comienza a besar mi cuello y veo su bañador flotar. Cierro los ojos y pienso en Aarón, es lo único que me ayuda a soportar esta tortura.

Lo siento pen*trarme con fuerza y gimo de dolor. Tengo que fingir, fingir org*smos, incluso gemidos; muchos solo son reales cuando imagino al amor de mi vida haciéndome suya.

Una chica del servicio entrar y como si nada estuviese pasando, deja bocadillos sobre la mesa. Este hombre no tiene pudor; me toma y me obliga a hacerle cosas en cualquier lugar de la casa, sin importar si el personal de servicio nos ve o no.

Me siento exhibida, como una especie de estrella porno cuyo contenido cualquiera puede ver.

Cierro los ojos de nuevo y pienso en ese cabello negro, en la profundidad de esos ojos oscuros, en esas manos, en ese cuerpo...

- ¿Te gusta?

- Sí... ~en aquella voz...~

Si me toca imaginarlo para soportar esto, lo seguiré haciendo.

Flashback:

- Eres tan sexy ~dice mientras cuela su mano por debajo de mi falda~

- ¡Aarón! ~río mientras tapo mi boca~ Nos escucharán ~susurro~

- Claro que no ~besa mi cuello~ No si no haces ruido.

Me arranca las bragas y se las mete en el bolsillo del pantalón. En el baño de Morgan, lo observo mientras se baja un poco el pantalón y los bóxers para sacar su gran erección.

Convencida de que no nos oirán, subo una pierna al lavado y siento como se adentra suavemente en mi interior. Gimo y él comienza con un movimiento lento, pero preciso con sus caderas.

Pasan al menos diez minutos cuando suenan los toques en la puerta.

- ¿Aarón?

- ¡No... Soy Elena! ~grito de vuelta~

- ¿Elena?, creí que Aarón estaba aquí.

- ¡No creo que... Él querría ayúdame con mi toalla sanitaria! ~Aarón aguanta la risa~

- Oh, lo siento, lo siento ~dice alarmado~ Quizá salió, perdón.

- ¡Tranquilo!

Mientras escuchamos sus pasos alejándose, no podemos evitar reír mientras continúa pen*trándome una y otra vez.

Fin del flashback.

- ¿Qué es gracioso? ~abro los ojos~

- De... Esto. Me parece algo gracioso hacerlo aquí.

El agua se mueve con el movimiento de nuestro cuerpo y yo solo rezó porque acabe rápido.