La confusión de Hades

Las damas cubrieron el delicado cuerpo del joven con aceites aromáticos para humedecer su piel, adornaron con piezas exclusivas su cabello y cuerpo, dejando su pecho al descubierto con broches y piedras de oro que recorren el abdomen hasta llegar a sus pies.

Hades avergonzado coloca las manos sobre sí mismo tratando cubrirse, levanto la tela transparente para ingresar a la habitación, que desde el fondo permite apreciar las rosas rojas en los jarrones y velas encendidas a los costados que alumbran el camino, un olor a incienso mezclando con vino de uva penetra sus fosas nasales, distrayéndolo por un instante de su objetivo.

Culpó al frío por erizar los bellos de sus brazos, erguido, dio un paso al frente tomando impulso, pero al mismo tiempo con un vacío en el estómago, como si no hubiese comido en todo el día.

 El colorete en sus mejillas no fue suficiente para encubrir la palidez de su piel a causa del miedo. Aturdido, giró su cabeza en dirección a ambos lados, al observar el hombre imponente de ojos y melena oscuro como la noche, sentado en el trono, tanteando con la punta de sus dedos la madera fina, esperando algún acercamiento de Hades, que permanece vacilante a lo lejos.

 Lo que sí es cierto es que la expresión en su rostro sombría, es familiar a la de su majestad, pero aquellas dudas fueron respondidas de inmediato, por el cuestionamiento en tono neutro que parece más un reproche por parte del caballero distinguido. "¿Acaso no reconoces a tu majestad el Rey?"

Ese tono de voz tan suave y varonil que arrulla los odios de quienes los escuchan así mismo a un susurro cercano.

Adelantando el paso ,constató la veracidad de las palabras de Arom el cual no dudo en bajar a la altura de su prometido, alzó levemente el mentón tembloroso hasta sentir su respiración entrecortada, sus manos descienden sobre los hombros del joven hasta tocar su pecho, la mirada del hombre no se queda atrás, puesto que a la par de sus dedos palpa el esbelto torso.

—Algunos Alfas pierden el control con el aroma de los Omegas ... Hades, debes hacer algo con esa fragancia, no quiero que a mi prometido se le acerquen bichos raros.

— Yo ... ¿Cómo debería hacerlo? Mi señor, creo que tengo un problema.

Arom tomó la mano del rubio dirigiéndolo al lecho, se sentaron al mismo tiempo. La tela de seda que arropa la cama combina con sus vestiduras, el acolchado suaviza el cuerpo rígido del Omega, incorporándose hasta acostarse por la presión ejercida en su cuerpo…

"¿Problema?, ¿Qué problema?", tomó un mechón del cabello, entrelazando el riso dorado en sus dedos.

— Mi señor me he sentido extraño a partir de nuestro primer encuentro, he notado un cambio repentino... En mi cuerpo ... Mi olor, a veces percibo que mi piel se calienta... yo...—  hace una pausa apretando sus labios con timidez

—¿Tú?

—Solo eso, mi señor ...

Condujo sus ojos a una estatua de yeso donde dos pequeños pájaros están a punto de besarse … evitando confesar que ha tenido una erección, como la última vez que su majestad lo toco en esas zona, para el inexperto príncipe, no distingue si está enfermo o defectuoso, la parte inferior de su trasero se moja ante la presencia del rey, ignorando que es un ciclo natural para los Omegas, ya que nunca se le hizo mención sobre esto. No obstante, su primer celo fue provocado por la implacable aura de Arom, que extrañamente no se contuvo, resultado de las frustraciones y malos ratos fundados por las indeseables noticias de la semana.

"¿Eres inocente o finges serlo?", se preguntó, mirándole fijamente, rodea sus pómulos, acción que se ha vuelto costumbre por la sensación placentera de sus cachetes suaves y pomposos. — No importa si no lo sabes … Lo descubrirás por ti mismo.

— Mi señor, su apariencia ha cambiado, es difícil verle, porque parece un extraño ...

— ¿No te dijo tu nuevo maestro acerca de mis habilidades? En todo caso, te acostumbrarás con el tiempo

Tuvo la certeza que aquel argumento tranquilizara al inquieto y retraído Hades, tiro de sus piernas tocando sus muslos, algunas perlas del vestido rodaron por el piso. Separándolas dió paso a su cuerpo ,centrado en medio de ellas, sin escapatoria el príncipe no tuvo más remedio que mirar al frente, apretando sus puños con el ceño fruncido

—Mi señor esper...

Introdujo sus dedos centrales en la garganta del rubio, que tose desesperado , con algunas lágrimas que empaña su rostro

— Si quieres que esto funcione pon de parte …

Arom no permitió que el joven se acurruque ni siguiera, golpeando su pecho por la tos incontenible, con la saliva escurriendo en sus dedos. Fue directo a la entrada del joven, que niega con la cabeza y con los ojos cerrados, gime adolorido ...

— SSH... Calmado, ya pasará …

— ¡Mi señor.! ¡Mi señor! No me gusta …

— Tengo que hacer esto o será peor para ti ...

Sin piedad, hasta el fondo los sumerge atrayendo consigo un líquido pegajoso; tomó su miembro, pero al momento de introducirlo, Hades se negó, empujándolo débilmente de forma inconsciente, Un puntazo feroz hizo abrir sus ojos de golpe a Hades, el ardor ultrajante efectuó que rompiera en llanto como un niño ...

— Ahhh...¡ No puedo !,¡No puedo, mi señor! Piedad

Hades no entendía por qué su majestad le obligaba a hacer algo tan doloroso, como los latigazos impuestos por su padre. "¿tengo que soportarlo todas las noches? ¿así es como se hace un heredero?", se preguntó afligido.

Arom se detuvo con un suspiro resignado

— mandaron a mi casa un Omega que ni siquiera puede ser ágil en el lecho… Te pregunto, ¿debería retenerte? Acaso esperas que me excite mientras lloriqueas, no soy violador Hades, si quieres que mis ánimos cambien y si es que llegó a considerar una próxima vez, pon una mejor cara ... Me molesta la gente que me mira como si estuviera a punto de morir, incluso cuando le hago un favor ...

El joven se estremece sollozando con una mezcla de emociones, enterrando su rostro sobre las sábanas, semidesnudo.

Divisando el agujero desgarrado, con el goteo de sangre, Arom pronuncia antes de abandonar la habitación — enviaré algunas damas para que te limpien, será mejor que descanses ...

El resto de la noche el Rey sació su lujuria con un hermoso Omega del reino vecino, aún así el rostro de Hades no dejó de aparecer en su mente


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pd: Arom maldit\* trata bien al niño

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