LA CARRERA

_____ Es suficiente____dijo Natalia, bajando del caballo. Para Andrés ser avergonzado por una mujer no estaba entre sus planes, le arrebato las riendas del caballo a Natalia.

____ No voy a dejar que una mujer se burle de mí ___ dijo Andrés intentando montar al caballo, el cual se desbocó y daba saltos, Siendo azotado al punto de ser reventado.

___¡Basta!, déjalo en paz, eres un cobarde___ grito Natalia decidida a defenderlo. Pero Santiago evito que se metiera entre el caballo y el látigo de Andrés.

___ Si este caballo no sirve para ser domado, no sirve para vivir, ¡sáquenlo y sacrifíquenlo!___ grito Andrés, mientras los vaqueros se apuraron a sacar el caballo.

Natalia miró con horror cómo se sacaban el caballo del corral, pero Santiago la sujetó fuerte, mientras el público se divertía con el espectáculo.

_____ ¡Suéltame!, te advertí que no volvieras a tocarme ___ dice Natalia, intentando soltarse, pero Santiago estaba decidido a sacarla de allí, pues miró que Osvaldo se acercaba al corral hecho una furia, no permitiría que la agrediera ante todo el pueblo. Le hizo un gesto a Ricardo, quien pareció entenderlo perfectamente. Después, sacó a Natalia hacia las caballerizas.

____ No me toques, Suéltame, no entiendes, ¿verdad?____ le grito Natalia.

____ Tranquila, solo estaba tratando de ayudarte ___ dice Santiago disculpándose.

____ No pedí tú ayuda, creí ser clara cuando te dije que no volvieras a tocarme ___ dice Natalia, recuperando la compostura, para no mostrar su vulnerabilidad.

____ Me disculpo por eso____ dice Santiago, sonriente, lo que causa que Natalia se muera del coraje.

____ ¿Qué diablos te causa tanta risa?__ pregunta Natalia molesta con las manos cruzadas al ver la reacción de Santiago.

___ Eres... valiente cómo una Amazona, fuerte como una guerrera ____ respondió Santiago, expresando un poco la gran admiración que siente por ella.

___ jummm, ¡Amazona!, no seas ridículo, no pienses que soy una de las típicas mujeres que se derriten por escuchar palabras baratas como estas, mejor dime, ¿Todo está listo para la carrera?___ preguntó Natalia, cambiando de tema.

____ Si, todo está preparado, pero...____ comentó Santiago.

____ Bien, nos veremos aquí media hora antes de la carrera ___ interrumpió Natalia, y sin decir más se marchó, dejando a Santiago con la icónica sonrisa.

___ Contaré las horas para volver a verte ___ dice Santiago para sí mismo. Podía sentir su respiración agitada, sintiendo como su cuerpo reaccionaba ante la idea de estar cerca de ella nuevamente. Entre cerro sus ojos y con un suspiro profundo, trato de calmar su corazón.

Natalia se sentía abrumada por los eventos recientes, pero en ese momento, solo pensaba en la carrera la cual faltaba muy poco para el inicio. Personalmente, revisó a Capricho, lo monto por varios minutos, parecía estar calmado y bien adaptado al terreno.

__¿Todo está listo?, preguntó Natalia a Rick.

___ Si, pero es una idea loca, Natalia. Pero bueno, sabes que daré todo mi conocimiento para esta carrera ___ dice Rick, quien era el único jinete que montaba a Capricho y solo para las carreras. Nunca habían perdido, pero en esta ocasión no se sentía seguro.

___ Estará todo bien, confió en los dos ____ dice Natalia, tocando el hombro de su amigo en señal de confianza.

Natalia volvió a casa de su familia a darse un baño y relajarse un poco para prepararse para la carrera, y más si sabía que sus padres no estaban en casa.

Llegada la tarde todo marchaba dentro de lo normal, todo el pueblo hablaba del suceso con el caballo salvaje; burlas y discriminación hacia Natalia se escuchaban por todos lados.

___ ¿Estás listo, Ricardo?, ¿Cómo está mi Yegua?, no sé que pasará hoy ___ preguntó Santiago nervioso por lo que se avecinaba.

___ ¿Cuál de tus dos yeguas?___ comentó Ricardo muerto de la risa.

____ No te hagas el chistoso, eh. Ya quisiera que esa Yegua fuera mía____ contestó Santiago, con su característica sonrisa coqueta.

Las ferias se dieron por terminadas, haciendo falta la carrera, la cual estaba a punto de empezar.

Todo el pueblo se encontraba reunido en el punto de partida esperando el evento. Las apuestas se dieron por terminadas; era el evento más popular, y todos tenían la oportunidad de apostar, pobres y ricos. La mayoría de los pequeños productores apostaron a la Yegua de Santiago, pues le tenía mucha estima.

Para Santiago, el tiempo pasaba demasiado lento. Nunca tuvo que esperar una mujer, pero está vez estuvo en las caballerizas desde mucho tiempo antes de lo acordado. Sentía como su corazón se agitaba, dando vueltas de aquí para allá. Pero la espera acababa de terminar, cuando Natalia entraba al lugar más segura que nunca.

Cada vez la veía más hermosa, vestía Jeans oscuros, una blusa camisera de color negro y blanco con delicado encaje, botas de cuero negras y poncho negro a juego con su vestimenta, con su característica cabellera negra suelta. Santiago no pudo ocultar el sentimiento de atracción hasta el punto de sentir excitación.

___ Si todo está listo, ahora sí hablaremos de la apuesta _⁠_ dice Natalia, con tanta seguridad que por un momento Santiago deseó que ganará solo para ver su expresión de victoria.

___ Claro, te escucho __ dice Santiago, aclarando su voz.

___ Nuestra apuesta no será de dinero, como ya te lo había dicho. Cada uno escogerá algo que quiera del otro___ dice Natalia firme.

___ No esperaba menos de ti. Acepto tu desafío. Empieza primero ___ contesta Santiago, llevándole la idea, sin poder ocultar la emoción que le generaba la incertidumbre de saber que se le ocurriría a la bella Amazona.

___ Lo que acordemos aquí se cumplirá, de lo contrario me encargaré de hacerlo saber a todo el mundo que no tienes palabras ___ dice Natalia

___ Das por hecho que ganarás, eso no pasará, pero estoy de acuerdo contigo ___ contestó Santiago, fijando su mirada y acercándose a Natalia, quien no retrocedió ni un solo paso. Al contrario, se acercó aún más y respondió:

____ Si mi caballo gana, me gustaría no ver nunca más tu sonrisa de idiota. Así que tendrás que dejar estas tierras para nunca volver ___ dice Natalia segura y firme.__ Ahora es tu turno __ agrega Natalia.

Santiago tardó un momento en discernir lo que acababa de escuchar. Tanto le desagradaba que quería que se marchará de un lugar que ni siquiera era donde ella vivía o viviría. Pero era un hombre de desafíos y este le gustaba muchísimo.

___ ¡Aceptó! ___ continuo Santiago ___ Si mi yegua gana, quiero que te cases conmigo, por la iglesia ___ dice Santiago a escasos centímetros de Natalia, tanto que ambos podían sentir la respiración del otro.

___ ¿Estás seguro de lo que acabas de decir? ___ preguntó Natalia.

___ Por supuesto que sí, será un honor tener una Amazona como esposa ___ dice Santiago sonriendo y tentando a Natalia, sabía que esto la encendería y le gustaba verla furiosa. Pero aún estaba muy lejos de conocerla, lo único que logró de ella fue una sonrisa sarcástica e indiferente.

___ Muy bien, acepto tu pedido, ya puede iniciar la carrera ___ diciendo esto salió del lugar como siempre sin esperar respuesta o reacción de Santiago, quien siempre quedaba confundido y más perdido que nunca.

___ Los jueces y los corredores ya se encontraban en el punto de partida. Dicho lugar estaba lleno de emoción y alegría. La pista de carreras se extendía frente a ellos, una recta larga de tierra compacta, flanqueada por una multitud de espectadores ansiosos por ver la competición. La pista rodeada de una cerca de madera rústica, llevando al frenesí de los caballos, el aire estaba cargado de tensión.

Ricardo montando a Estrella se acercó a Rick quien montando a Capricho se mostró indiferente.

___ Es un bonito caballo, espero que esta preciosa tenga un digno rival___ comentó Ricardo, mostrando su lado competitivo. Nunca habían perdido una carrera, se tenían mucha confianza.

___ Estoy seguro, de que perderás con dignidad, no te preocupes, reconoceré qué es una excelente rival___ contestó Rick, disfrutando lo que acababa de decir, era un hombre seguro de su trabajo, el cual hacía desde que era un niño.

Los dos hombres se miraron a la cara con una tensión que se sentía en el aire.

Tanto Natalia como Santiago, se comunicaban por medio de radios, con sus jinetes, mientras ellos se encontraban en diferentes lugares mirando la carrera por binoculares.

El juez dio la orden de partida y los caballos explotaron en una carrera frenética. Estrella y Capricho se colocaron muy parejos, con Ricardo y Rick luchando por cada centímetro de ventaja.

La multitud gritaba y animaba a su favorito.

Pero en un momento, la suerte cambió. Capricho, en su carrera frenética, no vio una piedra que se destapó y quedando medio a fuera, provocó que el caballo tropezara y cayendo, lanzará a Rick por encima de su cabeza. mMientrasla multitud grito.

Sin embargo, Capricho se levantó rápidamente, sacudiéndose el polvo y la tierra. Rick sin perder un segundo, volvió a montar y espoleó a Capricho, quien reanudó la carrera con renovada energía.

La distancia entre Estrella y Capricho se redujo poco a poco. Ricardo miraba hacia atrás, viendo como Capricho se acercaba. La tensión en la pista era palpante. La carrera llegó a su fin, y Estrella cruzo la meta en primer lugar, solo por unos segundos. Rick desmontó, jadeante con una mezcla de miedo e incertidumbre.

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