LAS FERIAS

Natalia paseaba por los alrededores sin rumbo fijo, cuando de repente se encontró en los establos donde los trabajadores se afanaban en sus tareas diarias. Uno de ellos, el mismo que le había abierto el portón la tarde anterior, se acercó a ella y preguntó:

____ ¿Señorita, busca a alguien?

Natalia sonrió y respondió: ____ Gracias, no necesito nada, solo estaba dando una vuelta por los alrededores.

El trabajador asintió y dijo: ___ Señorita, debe usted reunirse con los señores, pues ellos ya están de salida para el pueblo.

Nadie más mencionó palabra, pero se escuchaban rumores de que aquella chica era miembro de la familia. Sin embargo, nadie se atrevió a decir o preguntar algo. Lo que sí causaba curiosidad era el comportamiento de aquella bella mujer, pues las chicas que venían de visita nunca se aparecían por esos lugares.

Mientras que Natalia parecía familiarizarse perfectamente con el lugar.

____ ¿Los camiones llevan los animales a las ferias?___ Preguntó Natalia al chico que estaba a su lado, después de ver los camiones cargando los animales.

____ Si, señorita ___, respondió él. ___ Me disculpo, pero tengo que partir con los animales.

Natalia sonrió y dijo: ___ claro, no te preocupes por mí.

Cuando logró encontrar el quiosco que conducía a la salida, ya se encontraban allí toda la familia hablando precisamente de las ferias. Natalia posó su mirada en su padre, quien estaba hablando con un hombre al que no reconoció, ya que se encontraba de espaldas. Los demás miembros de la familia solo observaban.

Cuando Natalia se encontraba cerca, el señor Jiménez se refirió a ella y preguntó: ___ Llevamos tiempo esperándote, sin mencionar que no has desayunado.

El señor Jiménez se volvió hacia Santiago y dijo: Santiago, te presento a mi hija menor. Natalia, está se paseó. Santiago se dio vuelta sonrió:

___ Es un gusto, señorita Natalia, veo que encontró el camino. Comentó Santiago, disimulando la sorpresa, pues no tenía idea de su existencia. Pero para sorpresa, era ella.

___ Espere, ¿se conocen? Preguntó el señor Jiménez sorprendido.

Natalia y Santiago respondieron al unísono, pero con diferentes tonos.

___ Claro que no ___, dijo Natalia, mientras Santiago respondió con una sonrisa juguetona y coqueta: ___ Sí.

El desconcierto de la familia se miró.

___ Bueno, la conocí ayer en la tarde cuando llegó al pueblo ___ Explicó Santiago, sin apartar la mirada fija en Natalia.

___ Ah, eres tú, dijo Natalia. ___ No te recordaba.

Santiago sonrió fingiendo comprensión, como si no le importará que Natalia no lo recordará.

Richard no pudo ocultar lo divertido de la situación, pues una mujer acababa de despreciar al galán del pueblo.

___ Hermana, ten cuidado quien te encuentras en el pueblo __ dijo Richard con un doble sentido, disfrutando de la situación.___ Hay muchos pervertidos ___ Le gustaba hacerle bromas a Santi, pues era así como su familia y amigos más cercanos lo llamaban.

Natalia pasó por alto el comentario de Richard, con indiferencia, para Santiago solo era una broma más como las de siempre.

____ Ya no hay más tiempo para perder, nos vamos___ comentó el señor, con un tono de voz un poco más suave, tal vez por la presencia de Santiago o porque esperaba que el tiempo pasara lo más pronto posible.

___ ¿Te llevo? ___ preguntó Santiago a la indiferente de Natalia, quien volvió a ignorar su ofrecimiento y montando su moto, dio marcha hacia el pueblo. Santi dolo sonrió de forma espontánea.

Para Natalia, todo aquello era hermoso. Ver las coloridas exhibiciones de animales, era algo con lo que se familiarizaba. Perdida entre todo el ambiente, logró encontrar lo que más le dé espectáculos como estos: Las caballerizas, los hermosos ejemplares equinos de todas los grados de exposición equina. Pero Natalia amaba los caballos, no solo la emocionaba, sino que también sabía montarlos muy bien. Había crecido rodeada de todo este mismo ambiente en la Hacienda de su tío.

Todo el ambiente se sentía muy tranquilo y alegre, Natalia sintió un ligero pinchazo de hambre en el estómago, así que compró una rica manzana que había en uno de los puestos destinados a los productos que traían de otros pueblos cercanos. No se le ocurrió comer nada más, pues no tenía idea de dónde estaba su familia y tampoco quería encontrarse con ellos.

Mientras paseaba por el lugar, le llamo la atención un majestuoso caballo salvaje negro, con pelaje brillante y ojos fieros. Era un caballo que aún no ha sido domado o amansado por expertos en el oficio. Estos caballos hacían parte también del espectáculo equino, y todos los años se escogía el más indomable para ser montado por un experto en el ruedo, frente a todo el público.

Natalia pasaba frente a la pesebrera del caballo cuando, sin que ella se lo esperará, el caballo sacó su cabeza buscando que ella compartiera su manzana. Natalia acarició la frente del caballo, mientras le decía: ___ ¡Eres hermoso! estoy segura que eres el más bello de todos aquí ___ . El caballo movió la cabeza como si le entendiera. Mientras de un solo bocado le arrebato la manzana. Una sonrisa sarcástica salió de sus labios, luego dijo: ___ No estoy coqueteando contigo, eh !!! ___

Las ferias estaban en su segundo día, destinado a la exhibición de productos de la agricultura: plátano, piña, uva, manzanas, peras entre otras. Básicamente, estás eran traídas de otros pueblos, pues San José de Lunar sólo se dedicaba a la producción ganadera, en la cual era líder en producción y calidad.

___ Pareces estar perdida___ comentó Santiago a espaldas de Natalia, quien se sobresaltó.

___ Parece que me lo tengo que encontrar en todos lados, ¿ verdad?___ respondió Natalia con un poco de molestia. Pues algo de este hombre no le caía bien.

___ ¿ Te gustan los caballos?, estos están destinados al último día de las ferias___ agregó Santiago, intentando romper el hielo, pero Natalia nuevamente no le interesaba hablar con él.

___ Lo se, lo dice la organización de las ferias en todos los carteles coloridos que decoraban l9s recintos ferial. ___ dijo Natalia, queriendo hacerlo quedar como un hombre obvio.

____ Me alegro que la idea haya funcionado___ dijo Santiago con orgullo, ya que era el jefe de organización.

Natalia movió la cabeza en señal de no me interesa.

___ Este caballo lleva 3 años consecutivos sin poder ser domado, todos han fracasado ____ agregó Santiago.

____ ¿ Y entonces que hace aquí? ___ preguntó Natalia, por primera vez interezada en una respuesta de Santiago.

____ A las personas les gusta el espectáculo que hacen los amansadores cada que intentan montarlo____ respondió Santiago.

Natalia esbozó una sonrisa, con una mezcla de tristeza y enfadado en sus ojos. ___ Osea que lo tienen para divertirse con él, eso es de cobardes.

____ Es verdad, pero esa decisión no la tomé yo ___ dijo Santiago con una expresión de frustración.

___ He intentado varias veces liberar al caballo, pero los demás directos no lo aprobaron. Sobre todo porque genera muchos ingresos de las personas que viven a verlo hacer de las suyas en el ruedo_____.

____ Natalia solo escuchar historia, con rabia y despreció, pues para ella los animales también merecían respeto y tolerancia. Miraba al caballo mientras que Santiago prefirió cambiar de tema.

___ ¿Quieres que comamos algo?, no desayunaste en la mañana, ¿debes tener hambre? ____ preguntó Santiago, preocupado por Natalia.

___ Como salimos de la hacienda de los Jiménez muy rápido, no tuviste tiempo de desayunar.

____ No, gracias ___ contesta Natalia, volviendo atención al caballo el cual que por alguna extraña razón se sentía calmado, pues no permitía que nadie se le acercará.

___ No tienes que estar a la defensiva conmigo, no soy el pervertido que mencionó tu hermano. Dijo Santiago con una sonrisa amistosa.

___ No tienes que preocuparte por mí, en caso de que me encuentre con un pervertido puedo defenderme sola, así que déjame en paz y no me molestes. Dijo Natalia con una mirada firme y desafiante, la cual la hacía más atractiva para Santiago.

Para Natalia, Santiago representaba la arrogancia, el orgullo y el ego de un hombre que, dolo por ser hombre, creía que todas las mujeres irían corriendo tras él.

___ ¿Tanto te desagrado? ___ preguntó Santiago, un poco decepcionado.

____ Ja, ni siquiera a eso llegas_ contestó Natalia en un tono sarcástico y desafiante.

___ Está bien, por lo menos, déjame acompañarte a los palcos donde se encuentra tu familia __ comentó Santiago, como último recurso.

____ Si eso sirve para que me dejes en paz, vamos ___ dijo Natalia, dando marcha. Mientras que Santiago quedó sin palabras, mirando hacia el caballo que, muy relajado, se había dejado tocar por una extraña. Trato de posar su mano, pero antes de lograr tocarlo, ya se estaba indisponiendo.

___ Vaya que sorpresa, parece que permites que solo esa belleza te toque ____ ¿Te gusta?. A mí también ___ comentó Santiago en forma divertida.

___ ¿Vamos o no? __ preguntó Natalia un poco molesta.

Santiago contempló por un momento la belleza de Natalia, aunque muchas chicas hermosas se había causado en su vida, esta tenía algo que él aún no lograba descifrar, esos ojo negros que brillaban aun mas cuándo se alteraba, lo llevaban al límite de su emoción.

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