Subí al último piso, me dijeron que aquí es donde trabajaré, me pareció raro, pensé que el área de marketing estaba pisos más abajo, necesitaba que alguien me explicará lo que estaba pasando, por suerte encontré a una chica que conozco, es amiga de Cecilia.
— Llegaste temprano.
— Hola Amber.
— El jefe llega en media hora, apenas entre le llevas su café, estos documentos, y te presentas.
— ¿Su café? — Ella asiente. — ¿Por qué alguien de publicidad le llevaría su café?
— ¿Publicidad?
— Vine a solicitar el puesto de telemarketer. ¿Por qué le llevaría café?
— Lamento romper tus ilusiones, pero te contrataron como secretaria.
— ¿Qué? — Yo no sé nada sobre ser una secretaria. Fruncí el seño molesta. — Solicité un puesto y me dieron otro. ¿Qué clase de broma es está?
— El puesto que solicitaste no está disponible. Pero si empiezas a trabajar aquí, te aseguro que podrás conseguirlo más fácil, debes demostrarle al jefe que eres eficiente y responsable. — Al menos tengo una oportunidad para conseguir el puesto que quiero. — Por cierto, ayer revise tu currículum, se te olvidó tachar la parte de estado sentimental. Lo hice por ti, puse que estás soltera, espero no te molestes.
— Creí haber tachado todas las preguntas. — Quizás estaba tan distraída y nerviosa que se me pasó esa. Aunque siento que si la tache, y siento que puse en relación.
— Por lo que vi, no fue así. Estaba en blanco, y me tomé la libertad de tachar soltera, se que tienes novio, pero en el trabajo es mejor que lo ocultes.
— Ceci me dijo lo mismo.
— Ella conoce muy bien al jefe. Créeme, podrás conseguir el puesto que quieres, sólo demuestra ser responsable, trabajadora y honesta.
— Mentir sobre mi estado sentimental no me parece honesto.
— Es una mentira blanca. ¿Qué podría pasar? — Tiene razón, no es cómo si eso le fuera a causar problemas, Dylan sabe que voy a mentir. El me apoya.
Respiré con tranquilidad, nunca le he ocultado nada, y nunca lo haré. Nos tenemos la confianza suficiente para contarnos todo. Hasta si va a la fiesta de una ex para darle gusto a sus papás, el me lo dice, nunca hemos tenido malos entendidos, y ojalá nunca los tengamos.
— Niña despierta. El jefe llegó. — Amber me saca de mis pensamientos, levanto la cabeza y me encuentro con unos ojos verdes que me ven con desaprobación, unos segundos bastaron para sentirme intimidada, lo recuerdo, lo recuerdo, el es hombre que golpeé, no puede ser mi jefe. El no. — Rápido llévale el café y los documentos. — Tengo la peor suerte del mundo. Toque la puerta temerosa, su voz grave me ordenó entrar. Deje el café sobre la mesa y le di los documentos. No tenía voz para presentarme. Los nervios se extendían desde mi cabeza hasta la planta de mis pies.
— ¿Y bien? — Su voz me saco de mi trance.
— Buenos días. Soy Esther Tordoya, su segunda secretaria.
— Creó que usted me debe una disculpa señorita. — Se levantó de su escritorio, no sé si es mi falta de tacones o mi nerviosismo, pero lo siento más alto que la última vez.
— ¿Disculpa? ¿Por qué? — Voy a fingir que no me acuerdo.
— Me golpeó. Y fue enfrente de mis empleados.
— ¡Usted quería besarme! — Reclamé, mi plan de fingir no resultó.
— Ese no es motivo suficiente para golpear a alguien.
— Por supuesto que si. Es motivo para llamar a la policía, usted me acoso.
— Yo...
— Si. Usted, y si quiere recibir una disculpa tendrá que ofrecerme una primero.
— ¿Cómo dice? — Su cara de indignación fue más que evidente.
— Lo que ha escuchado.
— Creó que usted no se ha dado cuenta de quién soy yo. Y del lugar que ocupa en está empresa.
— Usted es mi jefe. Lo tengo claro, pero no por eso le daré la razón cuando no la tiene. Lo que quiso hacer no estuvo bien, yo sólo hice lo que cualquier persona normal haría. ¿O acaso usted se deja besar por cualquier mujer que se topa en el camino? — Su mirada seguía en mi, pero su cabeza estaba procesando lo que le dije, casi podía ver el hámster que daba vueltas en la rueda.
Nathan.
La mujer me estaba sacando de quicio. Se atrevió a decirme que quería una disculpa. ¿Cómo si eso fuera posible? Yo jamás he cometido un error. Nunca he tenido que disculparme con nadie. ¿Por qué empezaría ahora?
— Creó que usted no se ha dado cuenta de quién soy yo. Y del lugar que ocupa en está empresa. — Le lance una mirada que podría intimidar a mi propio padre. Pero a ella no pareció hacerle cosquillas.
— Usted es mi jefe. Lo tengo claro, pero no por eso le daré la razón cuando no la tiene. Lo que quiso hacer no estuvo bien, yo sólo hice lo que cualquier persona normal haría. ¿O acaso usted se deja besar por cualquier mujer que se topa en el camino? — Su respuesta me dejó en trance. Tenía un punto a su favor. Claro que no dejaría a cualquier mujer besarme, especialmente si no me gusta. Pero dudo serle indiferente. Tengo las cualidades que a cualquier mujer le gustarían. — Responda. ¿Usted se deja besar por cualquier mujer que encuentra?
— Eso no es de su incumbencia.
— Tomaré eso como un no.
— Usted...
— Yo tampoco dejo que cualquier hombre me bese. Especialmente si es un extraño que llevo unos segundos de conocer. Mi bofetada está bien justificada. Si tiene alguna apelación dígame ahora o callé para siempre. — Me dejó sin palabras. ¿Cómo se atreve? Nunca he perdido contra nadie. — Su café se enfría. No sabe rico así. Con su permiso. — ¿Qué carajos acaba de pasar? ¿Me deje ganar por esa muchachita?
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Updated 68 Episodes
Comments
Yazmin Gómez
cae más pronto un hablador que un cojo decía mi abuela y Nathan ya cayo 🤭🤭🤭
2025-06-05
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ShanyLop
Una cucharada de su propia medicina. Va a caer redondito el primero que ella
2025-01-03
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Ana Elena Jiménez
jajajaja, jajajaja,,, a este loco le llegó su psiquiatra
2025-03-10
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