El avance de la caravana por momentos se hacía tedioso, en un momento del trayecto, Nelson se acercó a la carreta de Clark y le comentó que la carreta dónde él trae sus pertenencias, venía a tope, y el dueño le pidió si podría pasar sus cosas a su carreta.
Clark no lo dudó y le contestó que esa misma noche lo iba a ayudar a trasladar las cosas de Nelson a su carreta.
Petra notó la plática entre los dos jóvenes y le preguntó a William que pasaba y Nelson le dijo a grandes rasgos lo que estaba pasando.
La mayor de las hermanas le dijo que ellas también ayudarían, y que en caso de que el espacio en la carreta de Clark no fuera suficiente, podía hacer uso de su carreta.
Gracias, amiga. Elizabeth está de acuerdo?.
Por supuesto Nelson, contestó la propia Liz.
Gracias nuevamente a las dos. Y se alejó para seguir con su trabajo de guiar la caravana.
Después de avanzar durante tres horas, ya estaban en territorio de Kansas. Ahí tomaban dirección noroeste para poder entrar en el territorio de Nebraska. Poco antes del anochecer, Nelson ordenó que ahí se detendrían y ordenó la formación de carretas en círculo. Al terminar las maniobras, se dio la orden de salir a buscar leña. Como siempre, lo hizo una comisión de 10 hombres y al terminar, un ocupante de cada carreta quedaba de guardia.
Nelson fue a buscar a Clark y las hermanas, Petra quedó de guardia y Elizabeth acompañó a los dos muchachos por las cosas de Nelson.
Acomodaron las cosas de William en la carreta de Clark. Después preparo la cena Elizabeth y les llevó un plato de comida para Petra y Clark y un café caliente para ambos.
De repente se oyó un disparo y la bala se clavó en la carreta de las hermanas. Petra amartilló su Winchester, Elizabeth corrió por su rifle, al igual que Clark y los dos se tiraron pecho a tierra, debajo de sus respectivas carretas.
Petra, dijo Elizabeth. Aquí estoy Liz. Vi de dónde salió el disparo. Nelson que llegó para auxiliar a las hermanas, escuchó lo que dijo Petra, desmontó de su Caballo y subió ágilmente a la carreta de las hermanas. Ahí quédate Liz.
Si William.
De dónde Petra.
Detrás de esas rocas que se ven cerca del árbol grande.
De aquí no alcanzo a ver Nelson. Dijo Elizabeth.
No te muevas de ahí. Y se oyó otro disparo hacia otra carreta y un Pionero cayó herido. Nadie se mueva. Ya ví de dónde salió el disparo. Nelson se acomodó dentro de la carreta de las hermanas y lanzó un disparo rumbo a la parte alta de la roca más alta y vio caer a un hombre hacia adelante de la roca y rodó hacia abajo. Salieron cuatro jinetes en caballos sin ensillar. Nadie dispare hasta que lo ordenemos. Los jinetes comenzaron a galopar alrededor de las carretas. Eran Piel Roja. Uno de ellos lanzó flechas con su arco y tres se clavaron en la madera de las carretas. Liz, cuando pasen frente a ti.
Si William.
Liz hizo dos disparos y dieron en el objetivo y dos hombres cayeron de sus caballos. Los otros dos decidieron huir.
Me parece raro. Los Piel Roja siempre hacen ataques masivos y no de unos pocos.
Nadie se mueva de sus lugares. Todos atentos.
Después de una hora, William Nelson ordenó que mantuvieran las fogatas prendidas. Y que no aflojaran la guardia.
Los niños tienen hambre. Dijo una mujer.
Denles de comer cualquier cosa, dentro de las carretas.
Crees que regresen?. Preguntó Clark.
No creo. Los Indios nunca atacan de noche. Riposto Nelson.
Elizabeth, tú estás allá abajo. Arrastraste por debajo de la carreta y sirve de comer a Petra y Clark. También para ti hay. Dijo Elizabeth.
Cenaron rápidamente. Liz después subió a la carreta. Se acomodó para dormir. Despiértame en tres horas.
Te quiero Petra.
Descansa hermana.
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