Capitulo 7— Un paso a la vez

Noah se quedó mirando fijamente a Gael. La pregunta lo había tomado por sorpresa, pero no era solo la pregunta; era la luz que se filtraba por la ventana, iluminando a Gael de una manera que lo hacía parecer casi etéreo.

— Si cambio de parecer y acepto la cirugía... ¿tú serías el que me opere?

— No seas tonto —dijo Noah, encogiéndose de hombros—. Esa no es una decisión que yo debería tomar... Además, no estoy a cargo de tu caso. Técnicamente, incluso si pudieses pedir un doctor diferente, no veo la razón por la cual eso sea necesario.

— Qué mal... Y yo que estaba a punto de reconsiderarlo. He oído —empezó a relatar con una sonrisa bromista— que los doctores se sienten constantemente inquietos al operar. ¿Me equivoco? Y también que algunos doctores se obsesionan como locos con ello. ¿Qué hay de ti? ¿No quieres ser mi cardio—cirujano? — Al ver que Noah no respondía, continuó hablando— Bueno... al menos disfrutaste mi parte saludable.

— No soy adicto a abrir a las personas —respondió finalmente Noah—. Hasta lo haces sonar como algo siniestro.

— Vale, vale. La doctora Jiménez me dijo que podría darme el alta pasado mañana.

— Eso es bueno. Asegúrate de cuidarte bien en casa.

— Una vez que esté fuera de aquí... —dijo Gael con una sonrisa radiante— ¿te gustaría intentar tener una cita conmigo?

— No —respondió Noah sin mucho ánimo—. No salgo en citas.

— Buu... ¿Qué pasa contigo? ¿Realmente no tienes sentido para las relaciones, Doctor? Bueno, como sea —se animó nuevamente—, no tiene que ser una cita, podríamos salir a comer o algo así.

— Ja, ja, ja... Vale, vale. Me aseguraré de llamarte cuando tenga un día libre.

— Doctor, ¿puedes prestarme tu teléfono? —levantó la mano esperando recibirlo.

— Claro —Noah lo desbloqueó y se lo entregó—. Toma... ¿Qué vas a hacer con él...?

Sus palabras quedaron en el aire, cuando el teléfono de Gael sonó, Noah entendió el motivo.

— ¡Todo listo! —le devolvió su teléfono—. Ahora, si lo olvidas, yo simplemente puedo llamarte para recordártelo.

Noah salió un poco desconcertado de la habitación. Gael tenía demasiada energía e irradiaba tanta luz que lo aturdía. Miró su teléfono y vio que Gael se había agregado a sus contactos, lo que provocó una leve sonrisa en su rostro.

<< Una cita, ¿eh? Ha pasado muchísimo tiempo desde la última vez que tuve una, y desde entonces decidí que nunca más tendría una... >>

****************

Noah había salido triunfante de una operación, sintiendo un gran alivio al saber que todo había salido bien. Después de informar a los familiares del paciente sobre el éxito de la cirugía, se dirigió hacia su habitación en el hospital para descansar un poco y revisar algunos documentos. Pero antes de que pudiera entrar, una enfermera lo interceptó.

— Doctor, aquí está el informe médico que pidió sobre el paciente.

— Oh, muchas gracias.

Cuando la enfermera se marchó, Noah dio un paso hacia su habitación y se encontró con Gael, quien vestía ropa casual. Gael se acercó rápidamente con una sonrisa en el rostro.

— Veo que estás tan ocupado como siempre —dijo Gael—. Mi hermana vino a recogerme... Ya puedo irme a casa. Así que pensé que sería bueno venir a verte antes de irme. Gracias por cuidar de mí y también por los emparedados.

— Ah... claro.

Noah se sintió bien por las palabras de Gael, pero estaba embelesado. Gael estaba más radiante y atractivo de lo normal.

— ¿Estás bien? ¿Vine en mal momento?

— Ah, no, no... Solo no estoy acostumbrado a verte así, ya que... Usualmente usas bata.

— Cierto —se agachó un poco y sonrió—. Ahora que ves cuán lindo soy realmente... ¿Esto es suficiente para cumplir los requisitos para tener una cita conmigo?

— Bueno, la propuesta es tentadora...

— Oye, Gael, vámonos, la tía nos está esperando...

— Bueno, me voy. Trata de no exigirte demasiado.

Noah asintió con una mezcla de sentimientos encontrados. Con una última sonrisa y un gesto de despedida, Gael se alejó, dejando a Noah ensimismado en sus pensamientos.

Noah continuó su camino hacia la habitación, reflexionando sobre los extraños sentimientos que Gael producía en él. Su teléfono sonó; era un mensaje de Gael.

📱✉️ Asegúrate de llamarme en tu día libre. Chau 🤭

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Gael llegó a la casa de sus tíos con una mezcla de sentimientos. Estaba feliz de ser recibido con una enorme sonrisa por parte de sus familiares, quienes siempre lo habían apoyado y brindado su amor incondicional. Pero también se sentía un poco triste al recordar a sus difuntos padres, cuya fotografía se encontraba en la habitación que habían preparado para él.

Con delicadeza, Gael se acercó a la fotografía de sus padres y la contempló con cariño. Aunque ya no estaban físicamente con él, Gael siempre llevaba consigo sus recuerdos y el legado que le habían dejado.

Al acostarse en la cama, Gael permitió que la tristeza y la nostalgia lo envolvieran. Extrañaba la presencia y el apoyo de sus padres.

— Mamá, Papá... Lo saben, ¿verdad? Sin importar lo que haga, aún siento que no pertenezco a este lugar.

Gael cerró los ojos y se permitió descansar.

****************

Noah había pasado una deliciosa noche con Federico, un guapo español que venía a la ciudad de vez en cuando para sesiones de fotos, ya que era modelo.

Noah estaba tomando una taza de café cuando vio salir del baño a Federico, quien se estaba vistiendo.

— Las duchas en la mañana son cosas que necesito para tener un maravilloso día. Debiste haber entrado conmigo, Noah. — Luego de colocarse el pantalón, miró a Noah, que permanecía callado—. Tengo un par de horas antes de mi vuelo. ¿Qué dices? ¿Vamos por algo de comer?

— No, estoy bien...

— ¿Tienes algo en mente? —se le acercó y lo abrazó—. Atractivo y habilidoso cirujano, ¿acaso estás preocupado por el trabajo? Rara vez tienes tiempo libre como este. ¿Por qué no te relajas un poco?

— Esas son cosas que hicimos ayer, Federico. Es lo que yo llamo "un buen descanso nocturno".

Luego de darse un fugaz beso, Federico terminó de vestirse y agarró un morral que traía consigo.

— Pasarán como dos semanas antes de que regrese a la ciudad... Espero que no te olvides de mí antes de eso. — Cuando estaba a punto de salir, se detuvo y miró a Noah—. Si cambias de parecer sobre el almuerzo, siéntete libre de llamarme. Adiós.

— Adiós.

Noah se quedó en silencio en la habitación de su departamento, caminó y se lanzó a la cama, mirando al techo.

<< Sí, todos los que han estado conmigo lo saben muy bien. Sin obligaciones, sin ataduras, todo se reduce a una sola cosa: sexo. Pero sin importar cuántas veces me llene con eso, aun así... >>

Noah miró su teléfono, estiró una mano y lo agarró, observando el contacto de Gael. Después de un buen rato, decidió llamar. Tras dos repiques, Gael contestó.

📱 ¿Aló?

📱 Hola...

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