Capítulo 2: Esteban

Despertando con un miedo persistente Esteban jadeaba pesadamente tratando de recuperar el aire mientras sostenía su pecho.

La sensación de haber muerto aun estaba profundamente arraigada dentro de su mente causando que estuviera en estado de shock durante algunos minutos.

Poco a poco fue recuperando el control sobre su cuerpo mientras trataba de entender que estaba sucediendo.

- ¿No estaba a punto de morir?

Volteando a ver a su alrededor comenzó a notar muchos objetos familiares que en algún momento de su vida había olvidado, una mesita con algunos libros llamo su atención mientras se acercaba para recoger uno, se quedó estupefacto cuando vio el título “Guía para el Examen de admisión”.

- ¿Qué rayos? Este libro, yo lo tenía hace más de 50 años.

Mirando a su alrededor comenzó a notar que todo le resultaba familiar…

- ¡Mama!

Como si un rayo atravesará su cuerpo, un pensamiento lo hizo saltar de la cama y salir corriendo del cuarto.

Debido a su prisa no observaba una pantalla flotante con el mensaje “Misión Grado D”.

Abriendo la puerta observo una escena que no pudo olvidar durante 50 años, su mama arrodillada mientras una persona frente a ella le apuntaba con un arma en la frente.

-Te dije que si no obtenías el dinero vendría por ti.

Volteando a ver al joven que acababa de salir del cuarto una sonrisa irónica se dibujo en la cara del asaltante.

-Vaya vaya, puedo venderlo a él por el dinero que me debes, sus órganos servirán como pago.

Volteando la pistola apunto directamente al joven.

-Niño, será mejor que seas obediente y vengas conmigo sin resistirte o algo muy malo le pasará a tu mamita.

-Deja en paz a mi hijo, si quieres tomar los órganos de alguien toma los míos.

Armándose de valor la joven señora gritaba suplicante.

Mientras la escena se desarrollaba el joven seguía en un estado de aturdimiento mientras una escena se repetía una y otra vez en su mente.

Este tipo violando cruelmente a su madre para después dispararle en la cabeza, ese día el joven corrió hasta él logrando matarlo mientras estaba distraído.

-Objetivo apuntando a mi zona torácica, pulso débil, calibre 9mm…

Observando fijamente el cañón del arma comenzó a murmurar los factores que podían poner en riesgo su vida, esta situación la había practicado miles de veces durante su tiempo en el ejercito por lo que se volvió su segunda naturaleza.

-Cállate zorra.

Levantando su mano lanzo una cachetada hacia la joven señora quien callo al suelo sosteniendo su quijada.

- ¡Ahora!

Como una flecha que había estado siendo retenida en un arco Esteban se lanzó hacia el sujeto, antes de que este pudiera reaccionar Esteban sujeto la pistola por la corredera mientras bloqueaba el gatillo con el dedo índice.

Con un giro brusco logro tomar posesión del arma mientras derribaba al asaltante con una técnica de judo.

-No sabes cuanto lamente este día mientras suplicaba a los cielos una segunda oportunidad, ahora que la tengo no puedo agradecer a los cielos lo suficiente.

Cortando cartucho el sonido de recarga se sentía como música celestial en los oídos de Esteban, las escenas seguían repitiéndose en su mente una y otra vez.

Retirando el seguro apunto directamente al asaltante quien estaba tirado en el suelo sin saber que hacer.

-Camina.

Haciéndole una señal con el arma para que saliera por la puerta trasera Esteban se disponía a cambiar su destino.

-Si me voy, ella se va conmigo.

Lanzándose hacia la señora en el piso tratando de tomarla como rehén para poder sobrevivir un disparo sonó deteniendo el tiempo por un momento mientras el asaltante cayo al piso mientras gritaba de dolor sosteniendo su costado.

Acercándose Esteban lo tomo por el cabello mientras lo arrastraba hacia el patio trasero.

Temblando incontrolablemente mientras sostenía su pecho en estado de pánico su madre pregunto suplicante.

-Hijo, que haces debemos llamar a la policía si lo matas iras a la cárcel.

Deteniendo sus pasos Esteban volteo a ver a su madre mientras le sonreía amablemente.

-Este maldito los tiene comprados solo nos esperaría la muerte si los llamamos, no salgas déjame esto a mí, madre.

Dando la vuelta siguió arrastrando al asaltante mientras otro fragmento de memoria llenaba su mente.

Después de haber matado al asaltante, llamo a la policía para contar lo que había sucedido, en ese momento se enteró que los policías eran cómplices de esta persona por lo que se vio obligado a matarlos y huir del país para evitar ir a prisión o ser asesinado por sus cómplices.

-Realmente quisiera torturarte hasta que sientas lo que yo sentí pero no tenemos tiempo.

-Vamos chico, solo vine a cobrar una deuda no le hice nada a la señora.

¡Boom! un disparo sonó acompañado de un lamentable grito.

-Esta bala es por haber violado a mi madre ese día.

El asaltante sostenía su entrepierna gritando desesperadamente mientras chorros de sangre brotaban sin control.

- ¡Aghhh, ayuda este tipo este loco quiere matarme…!

¡Boom! Un segundo disparo termino con la vida de esa persona.

-Y esta bala por todo lo que tuve que sufrir durante mi vida lamentándome por no haber podido levantarme unos momentos antes para salvar a mi madre.

Un cadáver inerte yacía en el suelo mientras un joven muy delgado estaba parado frente a el observando fríamente.

Las gotas de lluvia comenzaron a caer como si sintieran el dolor del joven, 50 años de arrepentimiento estaban siendo lavados lentamente mientras grandes lagrimas caían.

¡Ding! Un sonido de timbre lo saco de su momento de trance, una pantalla traslucida flotante se mostraba frente a él.

-Que demonios, entonces no fue alucinación, esto fue lo último que vi antes de morir.

Antes que pudiera levantar la mano para presionar el botón la voz de su madre resonaba detrás de el.

-Esteban, ¿Qué hiciste hijo? Te van a meter a la cárcel, debes escapar rápido tengo unos primos en el gavacho debes esconderte allá.

Solo podía pensar, “Mi Madre” a pesar de que acababa de matar a una persona solo se preocupaba de que su hijo estuviera a salvo y ya estaba planeando como ayudarme a huir del país para que no me pasara nada.

Afortunadamente esta no era la primera vez de Esteban por lo que podía pensar con claridad.

-Confía en mi Madre, ve a hacer las maletas para los dos tengo un conocido que nos puede prestar dinero para irnos de esta ciudad.

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