—Cada serpiente era ágil. Podrían ser extremadamente agresivos si no se les exprimiera el corazón, especialmente las serpientes venenosas. La serpiente liberada movió su cuerpo. Abrió la boca y mordió el brazo de Kun.
"¡Ah!"
—Jadeando, Kun agarró la serpiente y la arrojó al bosque. Apretó los dientes y dijo: “¡Vea por ella! ¡Esa perra sabe de lo que estamos hablando!”
Pero no fue fácil perseguir a Nikita Uvarova. Realmente no era una niña normal; corría como si fuera un cervatillo, por las encrucijadas en los caminos de la montaña…
En su vida anterior, después de sufrir su primer accidente, para hacerse más fuerte, adquirió el hábito de correr por la mañana porque estaba acostumbrada a levantarse temprano. Llueva o truene, nunca dejó de correr después. Aprendió a salvarse a sí misma; era cuestión de vida o muerte para ella tener la fuerza suficiente para escapar de todos los matones que fueron enviados por su prima.
Por eso el jefe de la empresa de seguridad, en la cual llegó a trabajar, también corría todos los días. La contrató, aun cuando no tenía ningún documento de identificación consigo. Vio su capacidad de fuerza no solo física sino espirito e integridad.
Ahora que había regresado, su alma de 28 años se había integrado bien en su cuerpo de 14 años.
El viento de la montaña le raspaba la cara y los árboles se retiraban. Ella había huido lejos de esos tipos.
Solo le tomó unos diez minutos correr desde la mitad de la montaña hasta el fondo. En lugar de correr por el camino, Nikita eligió correr por el bosque. El susurro de las hojas alarmó a un soldado. Levantó la mano, indicando a sus camaradas que estaban investigando la montaña, que buscaran refugio.
—"Alguien está aquí", dijo en voz baja. El susurro de las hojas se hizo cada vez más fuerte.
Como un ciervo corriendo en el bosque, Nikita Uvarova corrió hacia adelante y chocó contra la boca del arma de un soldado.
—Mientras se encontraban en un reconocimiento táctico los militares, el día de ayer, alrededor de las cinco de la mañana, los soldados encontraron rastros de personas en cuclillas en la montaña en su patrulla. Hasta el día de hoy, la búsqueda continuaba. ¡Por si acaso, las armas de estos soldados habían sido cargadas y podían disparar en cualquier momento!
—¡Y la frente de Nikita se había topado con el arma cargada! Aunque no tenía miedo, había sorprendido al soldado que llevaba el arma.
—"¡Muchacha!" Empapado en sudor frío por la conmoción, el soldado guardó su arma rápidamente, tal vez porque había reconocido que esta chica, cuyo rostro estaba manchado de suciedad, era Nikita. “Regresa rápido. No vengas a jugar a la montaña estos días. Eres la niña que pasa tiempo con el viejo Kant, ¿verdad?
Los soldados necesitaban recordar a los niños de las aldeas contenidas en sus áreas de patrullaje. Por eso pudieron reconocer a Nikita de inmediato, incluso con suciedad en la cara. Pero en especial la recordaban por ser la protegida del viejo.
Cuando vio una huella redonda en forma de hocico en la frente de Nikita, el soldado quiso reírse. Pero pensó que no era apropiado reírse, así que bajó la cabeza y sacó una botella de spray de su bolsa sanitaria. —“Rocíalo en tu frente". Está enrojecida".
Nikita estaba un poco mareado debido al accidente del viernes. En lugar de tomar el spray, le dijo al soldado que vestía uniformes de batalla. “Hay tres tipos equipados con lentes de cámara importados. 500 metros hacia arriba desde aquí. ¡Su líder se llama Kun, y ha sido mordido por la serpiente negra!
¡Frotando su frente herida, Nikita golpeó esas palabras sin parar!
—Tú quédate aquí y protégela. Todos los demás, síganme”. Ordenó el soldado a sus compañeros.
Mientras se frotaba la frente, Nikita escuchó la voz tranquila, suave y grave de un hombre desde abajo.
Nikita bajó los ojos sutilmente y miró hacia abajo.
—"¡Sí señor!"
Los soldados respondieron al unísono. Nikita vio a un hombre especialmente joven que estaba parado a un lado de ella. Por joven que sea, había tres medallas de premio, dos barras y una estrella, en su cuello.
—Él era muy alto. Bajo el cálido sol primaveral, su espalda erguida lo hacía parecer un pino altísimo, escalofriante y firme que se elevaba hacia el cielo. Ni una sola criatura en el bosque podría soportar una vibra tan intimidante. Cuando levantó ligeramente la mano, su formidable presencia le quitó el aliento a Nikita; su alma de 28 años fue la que admiró a este hombre poderoso.
Tenía dos vibraciones completamente opuestas. Por un lado, era puro, digno, fuerte; pero por el otro, era frío y formidable. De alguna manera, estos diferentes aspectos se habían integrado naturalmente en este hombre.
—Nikita Uvarova bajó la cabeza y dijo: “No necesito protección. Yo te mostraré el camino.
—No podía seguir mirando a este hombre. La presencia del hombre era tan poderosa que parecía que devoraría a los débiles.
Su mirada era transparente y fría como una espada. Si la miraba una vez más, Nikita tenía la sensación de que se dividiría y expondría todos sus secretos.
Cuando sus botas militares pisaron el arbusto, el sonido sutil puso nerviosa a Nikita de inmediato.
—“¿Cómo vas a protegerte?" ¿Y cómo guiarás nuestro camino? Dijo el joven suavemente mientras estaba parado frente a Nikita. Había una leve sonrisa en su rostro. Como la brisa de la mañana, barrió su vibración fría y feroz de inmediato.
En el momento en que habló, su voz se volvió refrescante, eliminando así su fría agresividad.
¡¿Cómo podría alguien alternar su vibra y su aura tan fácilmente en un instante?!
Estupefacta, Nikita levantó la cabeza y vio ese rostro maravillosamente deslumbrante.
—Cada detalle de este rostro era exquisito, hermoso y refinado. Incluso la leve sonrisa en las comisuras de su boca parecía resplandeciente como el sol del mediodía. Era difícil no admitir que era atractivo. La gente haría todo lo posible, a toda costa, para mantener una cara tan diabólicamente hermosa a su lado.
—Unos años más tarde, la vibra de este hombre se volvería aún más fuerte, hasta el punto de que la gente se sentiría presionada con solo mirarlo. Bajarían automáticamente la cabeza y se someterían a su formidable presencia.
—"Puedo arreglármelas", dijo Nikita con calma mientras miraba a este hombre. Se había abstenido de admirar su hermoso rostro. “Puedo ahorrarte mucho tiempo mostrándote el camino”.
—“Además, el hombre llamado Kun tiene un arma. Ten cuidado."
—"¿Lo puedes manejar?" Preguntó Nikita de manera tímida.
Después de escuchar lo que dijo, los ojos del hombre se atenuaron lentamente. Este hombre rara vez sonreía. Por temor a que la niña se asustara, sonrió específicamente para calmarla.
Desde que dejó de sonreír, sus delgados labios parecían extremadamente desalentadores, lo que le devolvió la sensación de frialdad que había contenido anteriormente.
—Nikita no evitó su mirada. Vio que la frialdad se elevaba gradualmente de los ojos negros como la brea del joven soldado. Mientras su leve sonrisa se desvanecía, dijo en un tono frío y profundo: “Jovencita, es más fácil decirlo que hacerlo cuando se trata de protegerte. En cuanto a mostrar el camino…
Sasha Krylov sabía que los mayores de la montaña generalmente abrían el camino a los soldados, pero nunca habían dejado que una adolescente asumiera ese papel.
A sus ojos, Nikita era de hecho solo una niña.
Del mismo modo, a los ojos de Nikita, él era simplemente un joven soldado que rondaba los veinte años.
Nikita Uvarova sonrió levemente y dijo: "Mayor, debería elegir creerme en lugar de pararse aquí y hablarme".
—El joven comandante de ojos de halcón examinó a esta chica que estaba de pie frente a él. Momentos después, él asintió, como si la estuviera apreciando, pero había algo más en su asentimiento. Él dijo: “Eres muy valiente”.
Pasó por Nikita y luego instruyó al resto de los soldados. Escóltala montaña abajo. Cierra el paso de la montaña hasta que se encuentre a los sospechosos”.
Por joven que fuera, era un oficial militar con verdadera autoridad.
—Pero Nikita no cedió. Se dio la vuelta y miró la espalda recta del mayor. Ella sonrió suavemente y dijo: “Le arrojé la serpiente negra a Kun y lo mordió". Su vida correría peligro si no recibiera tratamiento médico una hora después. Mayor, ¿puede encontrarlos en una hora?
¿Puedes encontrarlos en una hora? ¿Por qué sonaba como si esta chica me estuviera amenazando?
Sasha Krylov nunca se había enfrentado a una amenaza tan obvia de nadie. Lo que más lo sorprendió fue que la niña que tenía delante fue lo suficientemente audaz como para ir a la montaña con ellos.
Los rayos del sol se dispersaban a través de las hojas. De pie bajo la luz y la sombra moteada, esta chica tenía un par de ojos firmes y tenaces, que también contenían soledad y desapego.
Las expresiones en sus ojos eran incoherentes con su edad. Era muy apropiado decir que era precoz y tenía un alma vieja.
Después de observar la persistencia en sus ojos, encontró brutal rechazarla.
—Niña, date prisa si quieres liderar el camino. Venka, cuídala”. No es que Sasha Krylov hubiera creído que podía mostrarles el camino. Es que no quería seguir hablando con esta chica precoz sin hacer nada con los sospechosos.
Solo al ver una situación extremadamente peligrosa con sus propios ojos, la niña pudo escuchar su advertencia obedientemente.
Dio un paso adelante. Vistiendo su uniforme de batalla de camuflaje de la fuerza terrestre, usó una mano para agarrarse al arbusto y saltó suavemente. Su espalda arqueada lo hacía parecer una bestia feroz observando a sus presas en el bosque.
NOTA: En los rangos militares se puede confundir tanto Comandante como Mayor, pero son el mismo rango, solo que depende en qué área estén sirviendo. Más manejan la misma cantidad de poder y responsabilidades en misiones, sobre todo si son equipos de elite. Dependiendo de cada país.
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