Como un cuchillo

Iván caminaba solo hacia su cuñado, traía en la mano una latita de una bebida de limón con vodka. 

Desde que salió del restaurante donde habían almorzado, lo estaba observando preocupado. Lo vio sentado en un muro cerca del auto, miraba pasar los vehículos por la autopista y parecía realmente perdido.

Se detuvo a su lado y le pasó la lata.

Es lo único que encontré... – se sentó a su lado, pero evitaba mirarlo – imagínate que es la limonada con chicha...

En realidad, no tomo alcohol – dijo riéndose con pesar, pero tomó la lata igual – tu esposa es la única que lo hace...

Yo tampoco soy de tomar... a lo sumo una cerveza... – le palmeó la espalda – pero entiendo que a veces necesitamos borrar un poco las imágenes en el cerebro...

No se borran igual... – abrió la lata – solo la desdibujan... – inspiró profundamente con la nariz en el borde y sintió el picor del gas en la mucosa -¿fue idea de mi hermana? – pregunto sonriéndole y lo vio asentir

Cuando a ella le paso algo similar... – respondió Iván – ella se emborrachó y luego me conoció a mi...

Soy menor de edad... – reía con amargura mientras vaciaba el contenido en el suelo – pero a ella vamos a decirle que me lo bebí... así se queda tranquila...

¿La amas...? – la pregunta fue directa y simple

Si... – no dijo nada más y le agitó la lata vacía – ahora ya me siento mejor...  – le sonrió a Guaci que se acercaba – por favor no digan nada de lo que pasó... no quiero que tengan problemas con papá por desobedecerlo...

¿Y si ella regresa...? – preguntó Guaci afligida - ¿Qué le vas a decir?

La verdad... que la libero para que sea feliz... – le sonrió mientras se bajaba del muro de un salto – por lo menos aprendí que no debo apresurarme a comprometerme con la próxima que aparezca...

¿Y si no quiere romper el compromiso...? – preguntó Iván

Entonces va a tener que aceptar los privilegios que tengo como cacique... - sonrió con pesar – no va a ser la única en mi cama... nunca lo va a ser... y eso se lo puedo prometer...

No dijo nada más, se subió al auto y no volvió a emitir un sonido hasta que llegó a la casa de Antonio.

Tenía la posibilidad de contar también con una habitación en el campus de la universidad, porque su compañero prácticamente era inexistente, así que se las apañaba para estar con su abuelo, pero también para quedarse algunas noches de la semana para sus encuentros románticos.

Cada día que pasaba, sentía que se convertía un poco más en un ser endurecido y sin emociones. En los estudios realmente era implacable, no solo competía para ser el mejor, estudiaba para que nadie estuviera ni cerca de sus promedios. 

Todos pensaban que su dedicación era completa, pero sus más íntimos sabían perfectamente que cuando se quedaba solo en el campus, solía recibir las visitas de algunas de sus enamoradas. Ni siquiera eran conscientes que no tenía la edad, porque aún no había cumplido los 18.

Lo único que sabían era que no permitía que se quedaran en su habitación, tampoco tomaba absolutamente nada mientras estaba con ellas, la historia de Guaci estaba siempre presente en su mente, así que no pensaba exponerse a un peligro semejante.

La otra recomendación que siempre tenía en cuenta era usar los profilácticos. No transgredía en sus reglas por ninguna de ellas, no importaba lo bien que lo estuviera pasando. 

Había hecho muchas amigas mujeres y muy pocos amigos hombres, en realidad solo uno de ellos se veía confiable, Luis Santana, el hijo de uno de los profesores de informática. Era muy rubio, con ojos color ámbar, delgado, alto como Pitá, pero no desarrollado muscularmente. 

Luis o Lucho como le decían todos era sumamente alegre, en contraste con el sombrío Pitá y entre ambos llamaban tanto la atención de las mujeres que eclipsaban todo en cuanto llegaban a algún lugar, ya sea un aula o alguna de las fiestas tradicionales de los estudiantes.

¿Te interesa alguna de las chicas en particular? – le preguntó un día Lucho, mientras que esperaban para entrar a clase

No – fue la corta respuesta – solo dejo que me usen...

¿Por qué? – insistía sin entender

Porque me traicionaron y teniendo sexo con ellas canalizo mi bronca – le miró e hizo una mueca que pretendió ser una sonrisa

¿Quién te traicionó? – se preocupó al verlo afectado

Kerana... – susurró – hasta nombrarla me duele...

¿Y es de tu aldea? – siguió curioso y lo vio negar - ¿Cómo es?

Es una diosa... – lo vio mirarlo sorprendido – y al igual que la leyenda... desató todos los demonios

Con razón que te afectó tanto... – le palmeó el brazo con afecto – por eso yo quiero encontrar una joven bella, dulce y tranquila que me ame enloquecidamente...

No existen mujeres así... – Pitá se reía de su amigo - todas quieren sexo desenfrenado...

Tal vez deba ir a conocer alguna joven de tu aldea... – propuso riéndose

Te voy a llevar estas vacaciones para que conozcas a mi familia y a la aldea... – dijo serio de pronto

Realmente me gustaría... – se sonrojó – pero vas a tener que explicarme cómo comportarme...

Si ofendes a alguien solo te van a retar a pelear... – contestó Pïtá minimizando la situación

Si son grandes como tú... – lo señalaba – me va a matar con la primera trompada...

Peleamos más con tomas y agarres como la lucha, tiramos al oponente al suelo – le aclaró, pero agregó – en los entrenamientos... sí peleáramos de verdad, si van golpes y cuchillos... – no pudo evitar sonreír al recordar la pelea con Iván – Cuando mi cuñado quería conquistar a mi hermana, me deje ganar para que le reclamara un beso de premio...

¿Y la conquistó...? – sonreía también

Si... – lo miró emocionado – pero también salvó la vida de mi papá y rescató a mi hermanita de unos secuestradores... 

Imposible competir con eso... – dijo maravillado

Lo más extraño es que domesticó a un caimán salvaje – lo vio desconfiado – que lo arrastro al rio y lo cuido durante 7 días en una cueva... hasta que mis hermanos y papá lo pudieron rescatar...

Hasta este momento me engañaste completamente... – dijo empujándolo fuerte – pero me estas tomando el pelo... ¿así conquistas a las chicas...? ¿le cuentas historias de aventuras...? – seguía riendo

Cuando intentó aclararle que era cierto, Lucho le hizo señas que no dijera nada más. Seguía riéndose solo, un buen rato después.

###

Un mes después.

Pitá y Lucho estaban mirando un partido de rugby improvisado que se había armado en el patio de la universidad. Como siempre varias chicas estaban rodeándolos y alguna estaba más cariñosa que otra. Especialmente Moria que estaba decidido a conquistarlo definitivamente.

Lo había buscado por ser exótico, pero se encontró que era mucho más que eso, era muy inteligente, además de buen amante. Su cuerpo tan trabajado llamaba la atención y las ropas indígenas que utilizaba realmente le sentaban muy bien. Siempre lo abrazaba y besaba en público y Pitá nunca la había rechazado, así que asumía que tenían algún tipo de relación, una relación abierta por supuesto porque sabía de todas sus andanzas con las otras jóvenes.

De pronto al mirar hacia el camino de acceso, vio que el auto de la familia se detenía en el estacionamiento y que Iván, Guaci, Araí e Itatí descendían del mismo.

Moria – dijo atrayéndola hacia él – voy a ir a hablar con mi familia, pero cuando me quede hablando solo con la de la remera rosa, quiero que vayas y me abraces y me beses como más te guste... – su voz sonaba ronca

¿Quién es esa chica...? – miraba curiosa

Nadie importante... en tu pueblo seria como una empleada doméstica... – la beso en la boca - solo alguien que me persigue y quiero que me deje de molestar... – como la vio dudar agregó – me vas a pedir que te haga lo que más quieras... – le lamió el cuello muy sugerentemente y la soltó

Comenzó a caminar para encontrarlos, pero no dejaba de mirarla, se la notaba incomoda con la ropa de los blancos, unos pantalones vaqueros y una remera que resaltaba el tono moreno de su piel. Los ojos asustados y el cabello hacia atrás, todavía no sabía si atados o trenzados, pero de todas maneras despejaban su rostro y hacía que algunos finos mechones danzaran revoloteados por el suave viento que apareció en ese momento.

Seguía mirándola cuando sintió el abrazo salvaje de Araí que había saltado a su pecho como siempre hacía. Estaba tan distraído que casi se caen entre los dos en lugar de girar como siempre hacía cuando la abrazaba.

Hola cariño – dijo fuerte abrazándola contra su cuerpo - ¿Qué están haciendo?

Vinimos a pasar unos días con el abuelito y contigo... – se soltaba para dejar que los demás lo saludaran

Hola hermano- dijo Guaci y mientras lo abrazaba le dijo al oído– tienes que hablar con ella...

Hola amigo – la voz de Iván estaba cargada de angustia – mientras le pasaba la mano y luego lo abrazaba

Vamos a ver el partido mientras tanto – agregó Guaci mientras estiraba del brazo a Iván para dejarlos solos.

Recién entonces Pitá volvió a mirarla y su rostro reflejaba miles de sentimientos, estaba nerviosa por la situación, incomoda por la ropa, emocionada de alguna manera.

Guaci he'i chéve rehecha hague mba'éichapa Itiaté che añuã... (Me dijo Guaci que viste como Itiaté me abrazaba...) – dijo acercándose un paso – Ha katu ojapo mbaretépe ha opresiona aja che po che rete rehe, ndaikatúi oheja... (pero lo hizo a la fuerza y como me apretó los brazos contra mi cuerpo, no me podía soltar...) – lo vio inspirar profundo – Ha'e nde rechava'ekue ha ojapo a propósito reho peve... Ndaikuaái kuehe peve Guaci okonfesa chéve... (él te había visto y lo hizo a propósito hasta que te fuiste... yo no lo sabía hasta que ayer Guaci me lo confesó...)

Como Pitá no decía ninguna palabra, pero no dejaba de mirarla intensamente, se acercó un paso más, ya estaba al alcance de su mano, pero no se atrevía a tocarlo si él no daba a entender que podía hacerlo

Che angirũ imitãme omenda... (Mi amiga de la infancia se casó...) – le seguía aclarando – ha ame'ẽse chupe umi yvoty iñakãrague rehegua nde rejapoháicha... ndaha'éi chéve guarã... amoĩ yvoty che akãrague rehe añoite ndéve guarã... (y quise regalarle las flores para su pelo como hacen ustedes... no eran para mí... yo solo me pongo flores en el pelo para ti...) – lo vio parpadear más seguido – Nde ha ore membykuérape guarãnte amoĩta yvoty che akãrague... (solo para ti y para nuestros hijos voy a ponerme flores en el pelo...)

Pitá la miró con intensidad, la mirada penetrante la recorría completamente atormentado, los ojos tristes, la hermosa boca que ahora se estaba mordiendo nerviosa, el aroma a Pacholí que le llegaba con cada uno de sus movimientos.

Cuando estaba a punto de acortar la distancia entre ellos y besarla hasta quitarse todos los anhelos retenidos, sintió la voz de Moria que desgarraba como un cuchillo el aire entre los dos.

Amooooor – dijo mientras lo abrazaba por el costado y lo besaba en la boca interponiéndose entre los dos

Capítulos
1 Prólogo
2 La promesa
3 Mi decisión
4 Ese malhumor
5 Tener un amor así...
6 La elección de mi hijo
7 Desde el primer momento
8 Que te amen así...
9 Te extrañé
10 Eso sería conveniente
11 Su propio camino
12 Tal vez nunca
13 El amor que quiero
14 Mi amor por ti
15 No te va a ayudar
16 Como un cuchillo
17 Me inspiras confianza
18 Me lo merezco
19 Como siempre...
20 Dejarlos solos
21 Ese tono de voz
22 Imposible de confundirlo
23 El inicio de algo
24 Tienes que irte
25 El problema de los dos
26 Tengo hambre otra vez
27 Absolutamente todo
28 Su forma de amar
29 De esa manera
30 Lo voy a hacer señor
31 Lo había entendido
32 Creer en él
33 La había enfadado
34 No me voy a olvidar
35 Quiero agradecerte
36 Para estar con ustedes
37 Amada absolutamente
38 Lo que tengas que hacer
39 No tenía tiempo
40 Solo dímelo
41 Alguna de las jóvenes
42 El tiempo que quieras
43 De ahora en adelante
44 Tengo el honor
45 Otra oportunidad
46 Dicho así...
47 Ir a buscarte
48 Infinidad de veces
49 Víctimas de una injusticia
50 No es la intención
51 Imposible confiar
52 Cuando se enterara
53 Todo el tiempo
54 Confía en mí
55 Dos veces seguidas
56 Ese tipo de errores
57 Me asustaste
58 No tenía valor
59 Tan valiente
60 Ningún Dios
61 Volver a ser vendida
62 Quiere humillarte
63 Llegará el día
64 Lo más rápido posible
65 Jamás la lastimaría
66 De ahora en adelante
67 No te sueltes
68 Yo la necesito
69 Que tenga algo mío
70 Nació maldito
71 Lastima de los demás
72 Pensé que los ayudaba
73 Imposibles al principio
74 Va a ser mejor
75 Ansiaba mucho más
76 Todos los jóvenes
77 Margaritas en el pelo
78 Eres muy afortunado
79 Estoy de acuerdo
80 Por el amor
81 Yvoti Tecol
82 No estás solo
83 Que me mimen un poco
84 Es mi hijo
85 Pelear contra él
86 Estar a tu lado
87 Ten paciencia
88 No lo podía ayudar
89 No se borraría jamás
90 Tener secretos con ella
91 Uno de los ancianos
92 Lo descubriera todo
93 Es hora...
94 Muerto de miedo
95 Te voy a exigir
96 Lo admira
97 El mejor de los caciques
98 Cuando despierte
99 Es hora que hable
100 Ya escucharon...
101 Tratar de convencerlos
102 Un revuelo en la aldea
103 Una gran sabiduría
104 Me desesperas
105 Me encanta como suena
106 Tengo más autoridad
107 Somos afortunados
108 Es tuya también
109 Que siempre pueda
110 Esto es perfecto
111 Necesito cuidarlo
112 Es inofensivo
113 Amarte de otra manera
114 Adoro perder
115 No temas
116 Epilogo I
117 Epilogo II
Capítulos

Updated 117 Episodes

1
Prólogo
2
La promesa
3
Mi decisión
4
Ese malhumor
5
Tener un amor así...
6
La elección de mi hijo
7
Desde el primer momento
8
Que te amen así...
9
Te extrañé
10
Eso sería conveniente
11
Su propio camino
12
Tal vez nunca
13
El amor que quiero
14
Mi amor por ti
15
No te va a ayudar
16
Como un cuchillo
17
Me inspiras confianza
18
Me lo merezco
19
Como siempre...
20
Dejarlos solos
21
Ese tono de voz
22
Imposible de confundirlo
23
El inicio de algo
24
Tienes que irte
25
El problema de los dos
26
Tengo hambre otra vez
27
Absolutamente todo
28
Su forma de amar
29
De esa manera
30
Lo voy a hacer señor
31
Lo había entendido
32
Creer en él
33
La había enfadado
34
No me voy a olvidar
35
Quiero agradecerte
36
Para estar con ustedes
37
Amada absolutamente
38
Lo que tengas que hacer
39
No tenía tiempo
40
Solo dímelo
41
Alguna de las jóvenes
42
El tiempo que quieras
43
De ahora en adelante
44
Tengo el honor
45
Otra oportunidad
46
Dicho así...
47
Ir a buscarte
48
Infinidad de veces
49
Víctimas de una injusticia
50
No es la intención
51
Imposible confiar
52
Cuando se enterara
53
Todo el tiempo
54
Confía en mí
55
Dos veces seguidas
56
Ese tipo de errores
57
Me asustaste
58
No tenía valor
59
Tan valiente
60
Ningún Dios
61
Volver a ser vendida
62
Quiere humillarte
63
Llegará el día
64
Lo más rápido posible
65
Jamás la lastimaría
66
De ahora en adelante
67
No te sueltes
68
Yo la necesito
69
Que tenga algo mío
70
Nació maldito
71
Lastima de los demás
72
Pensé que los ayudaba
73
Imposibles al principio
74
Va a ser mejor
75
Ansiaba mucho más
76
Todos los jóvenes
77
Margaritas en el pelo
78
Eres muy afortunado
79
Estoy de acuerdo
80
Por el amor
81
Yvoti Tecol
82
No estás solo
83
Que me mimen un poco
84
Es mi hijo
85
Pelear contra él
86
Estar a tu lado
87
Ten paciencia
88
No lo podía ayudar
89
No se borraría jamás
90
Tener secretos con ella
91
Uno de los ancianos
92
Lo descubriera todo
93
Es hora...
94
Muerto de miedo
95
Te voy a exigir
96
Lo admira
97
El mejor de los caciques
98
Cuando despierte
99
Es hora que hable
100
Ya escucharon...
101
Tratar de convencerlos
102
Un revuelo en la aldea
103
Una gran sabiduría
104
Me desesperas
105
Me encanta como suena
106
Tengo más autoridad
107
Somos afortunados
108
Es tuya también
109
Que siempre pueda
110
Esto es perfecto
111
Necesito cuidarlo
112
Es inofensivo
113
Amarte de otra manera
114
Adoro perder
115
No temas
116
Epilogo I
117
Epilogo II

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