Capitulo 18 DESPEDIDA FRATERNAL

-Señor Derna, adelante, pase…

-Hola doctor…

-Adelante, tome asiento.

-Gracias…. Dígame doctor, ¿Cómo está el?

-Ummm (suspiro)…. El está bien, es estable… de hecho el, desde hace años está muy bien señor Derna, de los traumas y las adicciones no queda señal alguna… el, está completamente bien.

-¿Qué dice? Es.. ¿es posible? Pero, si él está bien, ¿Por qué sigue aquí? Michel sabe que tiene su casa y la herencia de mi padre, incluso yo he puesto dinero en su cuenta bancaria mes con mes para su sustento si el sale de aquí en un futuro, ¿Por qué no lo da de alta entonces?

-Señor Derna, Michel no quiere salir de aquí, el está aquí de interno bajo su propia conciencia y voluntad, nosotros somos una clínica mental pero también una casa se reposo para los pacientes que desean curarse, Michel ya curo su cuerpo y su cabeza, pero su alma… aún no lo se… Señor Micael, Michel me ha pedido que no vuelva a permitir su visita, el no quiere verlo más.

-Ja…. Jajajajaja, es.. ¿Es eso así?.... Dios… tanto me odia… doctor solo, solo déjeme verlo una vez más, debo despedirme de el correctamente, debo aclarar que la manutención de él seguirá estando mes con mes en la cuenta del hospital y que vendré siempre a recibir informes de el, pero …. Yo no lo visitaré más si eso es lo que el quiere..

-Pffff… bien, bien señor Derna, es usted quien paga y es su responsable, así que, vamos, adelante, el está en el jardín.

Micael camino tras el médico, cada paso era doloroso, el tenía ya 10 años visitando a su hermano semana tras semana, Michel jamás hablo de nuevo con el después de lo que pasó, Micael siempre entraba a su habitación y hablaba con el, Michel jamás lo miraba, solo miraba a otro lado y se quedaba en silencio, aún así Micael semana tras semana estaba allí, las enfermeras le habían dicho que Michel era un alfa muy risueño y coqueto, e incluso sonreía y hablaba mucho, pero con el jamás hablaba, nunca lo miraba o sonreía, Micael siempre platicaba de todo y se pasaba una o dos horas con el, lo besaba en la cabeza y después salía, ya fuera de la clínica Micael se derrumbaba, sabía que Michel estaba bien pero simplemente se negaba a hablarle, a Micael le dolía y se culpaba, “me odia” se repetía, “mi hermano me odia”, Micael se culpaba por no haberlo podido proteger ese día, y ese remordimiento le atormentaba el alma.

Entro al jardín y a lo lejos lo miro… Michel estaba ahí con el pans gris platicando con una enfermera, sonreía, Micael se quedó quieto, quiso tomar una foto pero estaba solo de pie mirando, la sonrisa de su hermano, la risa en su rostro y la calidez de su alma, todo se veía a lo lejos, sin quererlo Micael soltó una lágrima, Micael no lloraba era un alfa muy duro de roer, pero el ver a su hermano siempre le encogía el corazón, respiro profundo mientras el médico le avisaba a Michel que su hermano lo había ido a visitar, Michel miro a dónde Micael y solo quitó la sonrisa, asintio, el médico llegó a dónde Micael y le dijo que podía ir, Micael camino despacio tratando de controlar sus emociones y las feromonas, hacia muchos años que Micael no olía las feromonas de su hermano, incluso había olvidado el aroma casi, se acercó a Michel que solo le daba la espalda, Michel no le hablo nisiquiera lo miro.

-Hola hermano… yo de nuevo… me … me dijo el médico que no quieres verme más y la verdad es que duele pero, tengo que aceptarlo supongo… (Sollozo)…. Michel, se que me odias, se que no pude cumplir mi promesa de poder protegerte el día que tu quisiste… bueno el día que papá te trajo acá pero yo, era solo un adolescente de 15 años y no podía, papá me golpeaba y dejaba sin comer por días, se que no es justificación pero… (Sollozo) desde ese día yo no he podido estar bien, Michel te amo, éramos hermanos y mejores amigos y siempre estaré contigo, pero no vendré más si eso deseas…. Michel yo…. Cumplí la promesa que te di a los 10 años, soy un abogado se renombre y exitoso, también yo… deje el mundo en el que papá nos metió, deje la empresa y la organización de limpieza que papá hizo, no defenderé a madre en el juicio y si es necesario le daré las pruebas amputatorias al juez para no permitir que salga de allí, yo quiero cambiar y quiero que mi vida sea diferente, deje atrás a “rojo” ahora solo soy Micael Derna…. Michel… ¡Perdóname! Yo… soy un terrible hermano y se que me odias, pero, ¿Podrías en tu corazón perdonarme algún día? Juro que no volveré más y no sabrás de mi… te amo hermano… entonces… me voy…

Michel no respondió nada y nisiquiera volteó la mirada, solo miraba al jardín de pie, Micael lloro mientras daba media vuelta, entonces lo recordó.

-Ah… Yordi… el te manda saludos y me pidió que alguna vez aceptes su visita, el me dijo que aún te ama y te extraña… ahora sí me voy.

Micael camino y de pronto se quedó quieto, el ambiente se llenó del aroma de la lavanda y los jazmines, Micael se paralizó, esa era la feromona de su hermano, volteó pero Michel nisiquiera se movía, sonrió un poco y se despidió de nuevo, después de eso simplemente se marchó, Michel escucho los pasos alejarse y volteó el rostro, los verdes ojos del alfa estaban llenos de lágrimas, apretaba fuerte las manos en la chamarra gris y mordía un labio, se sentó en el pasto pensando, después suspiro

-No te odio Micael, yo te amo tanto hermano, que no tengo ojos para mirarte de frente, todo lo que sufriste por qué yo fui débil, todo el peso sobre ti… ¿Cómo podría siquiera aceptar tu ayuda? Hermano, estás mucho mejor sin el peso que yo pongo sobre tus hombros… mucha suerte Micael…

Se levantó del pasto y entro a su recamara, ese día Michel durmió y recordó a Yordi, su Omega, el Omega que conocio a los 15 años y que su lobo reclamo para el, el Omega que Michel amaba con toda su alma, ese día Michel volvió a tener una pequeña recaída.

...…….....

Micael salio de la clínica sintiendo el cuerpo pesado y el corazón roto, el alfa que lo esperaba en la banca sentado se levantó corriendo mientras sonreía, con una paleta en la boca, Micael miro a Alexis y corrió a dónde el.

-¿Y bien? ¿Qué pasó? -¿Pudiste verlo amor?...

Micael abrazo con furia a Alexis y soltó el llanto, lloro desconsoladamente, Alexis se tenso, el no había visto a Micael llorar antes, incluso en lo peor de su vida el no lloraba, pero justo ahora Micael era como un niño pequeño en los brazos de quién se creía protegido, Alexis lo tomo fuerte, no hablo, no dijo nada, solo lo sintió y abrazo con fuerza, apretó los puños y gruño de odio y resentimiento, después miro a Micael con los hinchados ojos y los beso, soltó un poco de feromonas y Micael olió, poco a poco comenzó a sentirse adormilado.

-Alex…. ¿Me llevas a casa?...

-Vamos mi amor, vamos….

Micael entro al auto, Alex cerro la puerta y camino al otro lado, miro una vez más la clínica, sabía que tenía que regresar allí en esos días.

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