La Sombra de la Traición

Capítulo 12: La Sombra de la Traición

El castillo había vuelto a la calma aparente tras la peligrosa incursión en el Templo del Destino. La urna antigua estaba asegurada en una cámara secreta bajo la vigilancia de los magos más confiables del reino. Sin embargo, el respiro que Daniel y Lyra habían ganado fue breve; el verdadero desafío estaba lejos de haber terminado.

La noche se asentó sobre el reino, trayendo consigo una sensación inquietante. Lyra y Daniel se encontraban en la sala de guerra, revisando los informes de los escuderos y guardias que estaban de servicio en el castillo. A pesar de la aparente tranquilidad, ambos estaban conscientes de que la amenaza de los atacantes aún no había sido erradicada.

De repente, el portón de la sala se abrió de golpe, y un joven guardia entró apresuradamente.

—¡Mi Princesa, mi Señor! —dijo el guardia, jadeando—. Hemos recibido un mensaje urgente. La aldea cercana ha sido atacada por bandidos que parecen estar buscando algo.

Lyra y Daniel intercambiaron miradas preocupadas. La aldea cercana, ubicada en un terreno más accesible, era conocida por su tranquilidad y su lealtad al reino. La noticia de un ataque era alarmante, especialmente dado el reciente hallazgo y la creciente preocupación por la seguridad.

—Debemos investigar de inmediato —dijo Daniel—. Podría estar relacionado con los eventos recientes.

Lyra asintió y convocó rápidamente un equipo de guardias de confianza, mientras Daniel preparaba a sus propios compañeros. En poco tiempo, partieron hacia la aldea, con la esperanza de llegar antes de que el daño fuera irreversible.

Al llegar a la aldea, encontraron el lugar en caos. Casas incendiadas, familias huyendo y un grupo de bandidos saqueando lo que quedaba. Los bandidos, al notar la llegada de los refuerzos, se retiraron hacia el bosque cercano, dejando atrás una estela de destrucción.

—¡Formen una línea de defensa! —ordenó Daniel a sus hombres—. Protéjanos mientras buscamos a los heridos y aseguramos la aldea.

Mientras los guardias y los habitantes trabajaban para sofocar los incendios y atender a los heridos, Daniel y Lyra avanzaron hacia la casa del líder de la aldea. Allí, encontraron al anciano alcaide, quien estaba severamente herido pero aún consciente.

—¡Alcalde! —dijo Lyra, con preocupación—. ¿Qué ha sucedido? ¿Por qué estos bandidos atacaron la aldea?

El anciano alcaide, con dificultad, comenzó a hablar.

—No lo entiendo, Princesa. Todo comenzó hace unos días. Un hombre desconocido apareció en la aldea, preguntando por antiguos artefactos y tesoros escondidos. Dijo que conocía la historia de un antiguo poder...

Lyra y Daniel se miraron, preocupados por las implicaciones de sus palabras.

—¿Recuerdas cómo era este hombre? —preguntó Daniel—. ¿Qué detalles puedes proporcionarnos?

El anciano alcaide cerró los ojos, tratando de recordar.

—Vestía una capa oscura y tenía una cicatriz en el rostro. Me dio una sensación extraña, como si estuviera buscando algo más que riquezas comunes. Fue hace unos días, antes de que los ataques comenzaran.

La descripción coincidía con la del líder de los atacantes en el templo. Lyra y Daniel sabían que estaban ante algo más complejo y peligroso de lo que habían anticipado.

—Debemos investigar más a fondo —dijo Lyra—. Este hombre parece estar vinculado a una trama mayor. Podría ser parte de una conspiración.

De regreso en el castillo, Lyra y Daniel se reunieron con Thoren y Elara para discutir los nuevos hallazgos.

—La descripción del hombre coincide con el líder de los bandidos que intentaron apoderarse de la urna —dijo Daniel—. Debemos prepararnos para lo peor. Este hombre podría estar buscando aliados y tratando de obtener más información sobre los artefactos que hemos descubierto.

Thoren, con una expresión grave, añadió.

—La amenaza es mayor de lo que imaginábamos. La profecía no solo habla de una amenaza antigua, sino también de una traición interna. Alguien en nuestro propio círculo podría estar colaborando con estas fuerzas oscuras.

Elara se unió a la conversación, preocupada.

—Si hay una traición dentro del castillo, debemos identificar a los posibles conspiradores y tomar medidas para protegernos. No podemos permitir que se nos escape información vital o que nuestro poder sea comprometido.

La idea de una traición interna hizo que el ambiente en el castillo se volviera tenso. Lyra y Daniel decidieron llevar a cabo una investigación exhaustiva para identificar cualquier posible infiltrado. Revisaron las listas de personas con acceso a áreas sensibles del castillo y hablaron con los miembros del personal en busca de comportamientos sospechosos.

Durante la investigación, Daniel descubrió algo inquietante. Un antiguo amigo de la familia real, un noble llamado Lord Edrin, había estado actuando de manera extraña en los últimos tiempos. Sus movimientos y su comportamiento parecían sugerir una agenda oculta.

—Creo que Lord Edrin podría estar involucrado —dijo Daniel a Lyra—. Ha tenido acceso a información crítica y sus recientes acciones son sospechosas.

Lyra asintió, con una mezcla de tristeza y determinación.

—Investigaremos a fondo. Si hay una traición, debemos enfrentarla con firmeza. No podemos permitir que nuestro reino caiga en manos de aquellos que buscan destruirlo.

A medida que la investigación avanzaba, Daniel y Lyra comenzaron a reunir pruebas que confirmaban sus sospechas sobre Lord Edrin. Su implicación en la traición parecía estar relacionada con la búsqueda de poder antiguo y la manipulación de los eventos para su propio beneficio.

Finalmente, lograron reunir suficiente evidencia para confrontar a Lord Edrin. Lo encontraron en sus aposentos privados, revisando documentos y preparando una serie de planes.

—Lord Edrin —dijo Lyra con firmeza—. Hemos descubierto tu traición. Estás involucrado en una conspiración para apoderarte del poder antiguo y poner en peligro al reino.

Lord Edrin, sorprendido, intentó defenderse, pero las pruebas en su contra eran irrefutables. La traición que había planeado y su asociación con los bandidos se hicieron evidentes.

—No podían entender mi visión —dijo Lord Edrin con desesperación—. El poder antiguo debe ser mío para que el reino pueda ser verdaderamente grande. No podían ver la grandeza que podía traer.

Lyra y Daniel se sintieron consternados por la traición, pero sabían que debían actuar con decisión para proteger el reino.

—El reino debe ser protegido de todos los que buscan destruirlo —dijo Daniel—. Tu ambición ha puesto en peligro a todos.

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