Ruptura

En el fondo, sabía que mi padre no sólo iba a ver al director por lo que me había dicho, pero preferí fingir que realmente le creía.

Amelia- ¿Te sientes mejor?

Hanna- Sí, no te preocupes

Nina- ¡Hola, chicas!

Amelia y Hanna- ¡Hola!

Nina- ¿Hoy a la tarde irán a ver a sus novios?

Amelia- Yo no podré ir

Hanna- Yo voy, ¿porqué?

Nina- Porque voy a ver a Felipe y me dijo que estaría con sus amigos

Hanna- Entonces, vamos juntas

Nina- Genial, vamos tipo cinco

Hanna- De acuerdo

Amelia- Disfruta la tarde con tu amorcito, Hanna dile a Luis que vaya a mi casa

Hanna- Está bien, ¿pero no ibas a estudiar?

Amelia- ¡Con él me concentro más!

- Esa tarde fuimos con Nina y ocurrió algo inesperado para mí.

Nina- ¡Felipe, llegamos!

- Cuando miré a Alex el me sonrió con tristeza sentí que algo pasaba, pero no sabía qué.

Alex- Hanna, ¿podemos ir a la plaza un rato?

Hanna- Bueno, vamos

- Llegamos y decidió ir a un tobogán donde se sentó para hablar, era la primera vez que veía sus ojos hinchados y llorosos.

- Me senté en cuclillas y con un nudo en la garganta le pregunté que pasaba,mientras acariciaba su rostro, cuando lo hice se sonrojo como siempre sucedía cada vez que me acercaba demasiado.

- En ese momento vi un flash como si nos hubiesen sacado una foto, pero no podía distinguir quien era, cuando quise ir a ver quién era él agarro mi mano y respondió mi pregunta de una manera fría.

Alex- ¡Terminamos!, ya no seremos novios

- Se le levantó y se fue sin darme tiempo de preguntar algo, no entendía por qué si todo iba bien o al menos eso creía.

Nina- ¿Hanna, estás bien?, Alex pasó llorando a su casa, Felipe se fue con él

Hanna- Necesito volver a mi casa

Nina- Está bien, te acompaño

Hanna- ¡No!, gracias, pero quiero estar sola por favor

Nina- Bueno, ten cuidado

Hanna- Nos vemos

- Cuando llegue a casa mi madre me estaba esperando me dio varias bofetadas y empezó a gritarme.

Sol- ¡Cómo pudiste ponerte de novia con esa porquería!, te quiero lejos de él, ¿entendiste?

- Me castigaron por tres meses, solo hablaba con Amelia en el colegio porque tampoco me dejaban ir a verla y si ella me buscaba, le decían que no tenía permiso.

- Después de esos meses volvimos a disfrutar de salidas con Amelia, pero solo sería hasta fin de año porque ella se iría a vivir a otra ciudad.

- Nos despedimos con un abrazo, ella partió y yo me quedé sola otra vez.

- Al año siguiente todo era rutinario del colegio a casa y viceversa, mi relación con mis compañeros era regular.

- A mediado de año supe que Amelia volvía de nuevo, me puse feliz, pero cuando regreso casi no nos veíamos porque tuvo que entrar en otro curso y por la tarde.

- Los días pasaban y cada vez que alguien se me acercaba por algún motivo que desconocía en ese entonces, solo permanecían cerca a lo sumo tres meses luego de la nada no me hablaban y se alejaban como si yo les hubiera hecho algo malo.

- Un día quise contarle a mi madre lo que me pasaba y aproveché que estábamos solas en casa para hacerlo.

Hanna- Mamá necesito contarte algo, ¿puedes escucharme un momento?

Sol- Dime, que pasa

- Empecé a contarle todo lo que me había estado pasando y le pregunté que debí hacer o que pensaba ella de lo que le conté.

- En eso, recibí una respuesta difícil de asimilar, sobre todo cuando es tu madre la que lo dice.

Sol- ¿Qué quieres que te diga?, la verdad es que nosé, cómo solo hablaste boludeces

Sami- ¡Mamá ya llegué!, no sabes lo difícil que estuvo la clase de matemáticas hoy

Sol- ¿Por qué?, cuéntame hija, pero, ¿le entendiste?...

- Me dolió escuchar que para ella lo que a mí me pasara solo eran boludeces y las cosas de mi hermana eran más importantes para ella, desde ese día no volví a molestar a mi madre con mis cosas por más difíciles que se me pusiera.

- Paso el tiempo y por fin estaba en el último año del colegio, en ese momento conocí a un chico que se había infiltrado en el colegio para ver como era

él se llamaba Teo y andaba con su primo Maxi, cuando me vio se me acercó para hablar.

Teo- Hola, ¿cómo estás?, mi nombre es Teo, no soy de este colegio, ¿me lo podrías mostrar?

Hanna- Hola, soy Hanna, está bien

Teo- ¿No estás en clases?

Hanna- No, estamos en hora libre, así que puedo ayudarte

Teo- Gracias, ¡Maxi, vamos ella nos va a mostrar el lugar!

Maxi- Hola

Hanna- Hola Maxi, soy Hanna, ¡vamos!

- Les mostré el colegio y nos quedamos hablando por un rato.

- Hacía tiempo que no me sentía cómoda hablando con alguien, Teo llegó de sorpresa a mi vida y fue increíble, aunque sería por poco tiempo.

- Él me hacía sentir bien, siempre buscaba sacarme una sonrisa, nos hicimos amigos en poco tiempo, pero solo podíamos vernos en mi colegio cuando se escapaba del suyo.

- Recuerdo que salí temprano de clases y estaban todos mis compañeros en la plaza conversando cuando él apareció.

- Me vio y gritó mi nombre, me acerqué para saber que necesitaba, él con una sonrisa me pidió dar una vuelta por el lugar, solo quería hablarme como siempre, hacerme sentir bien y saber como estaba, ese día vi una mirada diferente en su rostro mientras hablábamos, terminamos de dar la vuelta y me dijo;

Teo- Realmente eres increíble

Hanna- Vos también

Teo- Yo... debo irme, adiós

Después de eso no volví a saber de él, realmente era extraño todo lo que me pasaba, no podía entender el motivo del porqué siempre terminaba quedándome sola, sin amigos, estaba cansada de que siempre resultará así y aunque estaba acostumbrada a eso… aun así... dolía.

-Terminé el colegio y comencé una etapa diferente en mi vida.

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