VACACIONES

Amaya se despertó cuando los rayos del sol entraron por su ventana. Parpadeo un rato antes de levantar su brazo y empezar a buscar a la persona que debía dormir a su lado.

«Axel, ... Axel...¡!»

Se sentó sobre la cama y una vez más le dió un susto de muerto al ver a su esposo perfectamente despierto y sentado en su lado de la cama leyendo un libro.

«Maldita sea. Si te estoy llamando contesta por favor, casi me da otro ataque cardíaco»

Lo vio sonreír de forma amable.

«Estaba concentrado leyendo»

«Eso no significa que estés sordo»

«Solo me puse a pensar. Si tú vienes de otro mundo o algo así, ¿Qué estrategias de negocios había allí?»

«Bueno habían muchas cosas, ¿Cómo que estás buscando?»

«Bueno, por ejemplo, lo que nos cuesta más es lavar la lana de oveja. Las hojas de las plantas que utilizamos se terminan rápido y es difícil conseguir más para crear algo con lo que lavar, sin mencionar que luego debo contratar mucha gente para sacar las ramas que se quedan en la lana. Eso quita bastante tiempo»

«Si es lana de oveja, deberías lavarla con shampoo»

«¿Eh?»

«La lana es como el cabello para los humanos, entonces si lo lavas con shampoo, no se achicará al lavarlo como lavarlo con jabón, que creo que probaste, si no, no seguirías usando no se que planta»

«Lo probaré. Cuentame más»

«No será gratis»

«Se supone que somos marido y mujer, debemos compartir todo»

Amaya sonrió y se sentó al lado de Axel.

«Y yo le recuerdo a mi esposo que nos casamos por vienes separados. Así que no diré nada a menos que me pagues»

«Bien, ahora estoy arrepentido de haberme casado por bienes separados»

«¿Así?, yo te vi muy contento al firmar nuestro acuerdo»

«¿Lo notaste?»

«Por supuesto»

Axel tomó la mano de su esposa y besó suavemente en sus nudillos con una encantadora mirada que haría derretir el corazón de cualquier dama...

«Entonces ¿Qué tal hacer otro trato?»

El corazón de Amaya casi se le sale por la boca y solo escondió su cara entre sus rodillas, sin tener valor de sacar su mano del agarre de Axel que entrelazó delicadamente los dedos de ambos.

«Ya que mi esposa no sabe nada de este lugar, déjame guiarte y te llevaré a ver cosas muy hermosas, a cambio, tu me contarás de tu mundo, sobre todo en el ámbito de los negocios»

Amaya todavía seguía sonrojada, pero al mismo tiempo molesta, y sin dejar de ocultar su cara preguntó:

«¿Qué eres?, ¿Un lunático por el trabajo o algo así? Eres raro»

«Tú también eras "rara" ¿Verdad?»

«Mm»

«Ya que somos raros, e incluso nuestro matrimonio es raro, ¿Qué tal si aceptas este trato y tomamos esta luna de miel como vacaciones?»

Amaya por fin levantó la mirada y miró a su esposo preguntando...

«¿Vacaciones?»

Axel asintió sosteniendo más fuerte la mano entrelazada de su esposa.

«¿No quieres un descanso del mundo?, dijiste que todo fue muy rápido para ti desde que te despertaste convertida en Amaya Dalys, ¿No quieres descansar?»

Amaya se quedó en silencio un momento y luego sonrió con tanta naturalidad que puso tenso todo el cuerpo de Axel.

«Me encantaría descansar»

Sin embargo, el bonito momento fue arruinado por la misma Amaya al preguntar:

«Pero ¿Qué hay de la princesa?»

«Oh, si, bueno, lo estuve pensando, a medio dia mi amiga Brenda la recogerá y se la llevará»

«¡¿A medio día?!, pero si son cuatro días desde la capital hasta Argotán»

«Si, pero ella ya estaba viniendo. Porque mi meta era comprar a esa princesa y la iba a usar de escusa para no verte durante toda nuestra luna de miel»

«¡Oye!»

«Eso era antes de que te golpearas la cabeza. Ahora quiero pasarla contigo y que me cuentes más, del mundo de dónde vienes»

«..., No es suficiente, págame la valiosa información que tengo»

«¿Un beso?»

«¡No!, ¡Dinero!»

«Jajajaja~, Bien, tú ganas, te daré el 10% de las ganancias adquiridas de tus sugerencias y datos. Y una condición para que recojas el cheque, es que tú vayas personalmente y me des un beso»

«¿No eras la víctima hace unos días?, ¿Por qué de pronto te volviste el acosador?»

«No lo sé, sonó divertido hacerlo~»

«Ja. Ahora que tenemos un acuerdo, ¿A dónde me llevarás hoy?, mi querido esposo»

«Primero esperemos a Brenda y luego soy todo tuyo»

«Esta bien, entonces pidamos servicio a la habitación. Muero de hambre»

***

Brenda llegó a Argotán después del medio día.

Detuvo su caballo frente a Axel y Amaya, bajó de su corcel y se arrodilló en el suelo.

«Saludo a la princesa de citrino»

Tan repentino y exagerado saludo dejó en shock a Amaya, que tomó el brazo de su esposo y preguntó a su oído:

«¿Siempre saluda así o es solo porque soy yo?»

«A mi ni me saluda, solo me dice "loco bastardo" cada vez que tiene oportunidad, saca tus cuentas»

Ella soltó un largo suspiro de cansancio y agarró la punta de su vestido para inclinarse con elegancia y sonreír con sutileza.

«Es un placer conocer a la señorita Brenda, mi esposo me ha hablado mucho de usted»

«¿Eh?, ¿El bastardo qué?»

«Lo ves»

Recalcó Axel señalando a Brenda.

«¿Y por qué permites que te llame así?»

Preguntó Amaya preocupada.

«Bueno, es una larga historia, te la cuento en otra oportunidad cariño»

[¡¿Cariño?!]

Pensó en pánico Brenda. Casi se sintió como si un relámpago hubiera caído sobre ella.

[¿Escuché mal?, ¿El bastardo dijo que?, ¡Imposible!]

Miró a Amaya asustada.

[¡¿De verdad lo embrujó o algo así?!]

«No, no me embrujó»

Dijo Axel asustando a Brenda.

«¡¿Puedes leer mentes?!»

Axel sonrió.

«No, pero es fácil suponer lo que piensas cuando miras a mi esposa de ese modo»

Brenda miró a un lado muy nerviosa y Axel chasqueó los dedos, entonces Artur apareció trayendo a la princesa Esmeralda.

«Llévala contigo y presentala ante el Emperador como una amiga de Amaya. Debes ser extremadamente cuidadosa y discreta, si soldados de otro Imperio entraron a Meckma, significa que hay un infiltrado en alguna parte»

«Si»

«Tambien investiga un poco el Palacio Imperial»

«¿Investigar que?»

«Lo que sea»

«Eso será complicado, hasta me pueden enviar al calabozo-»

«Todo estará bien, y será muy simple, ~créeme~»

«Lo que digas»

Brenda dejó de estar de rodillas y ofreció su mano a la princesa Esmeralda.

«Su majestad, la escoltaré a un lugar seguro»

Esmeralda miró nerviosa a Amaya y sólo cuando la vio asentir tomó la mano de Brenda.

Axel sonreía por fuera, pero una sola mirada bastó para que Brenda también sonriera como un villano al darles la espalda.

Era una comunicación perfecta.