MARAVILLOSA ARGOTÁN

Amaya cubría su rostro avergonzado frente a Axel dentro del carruaje que ya los llevaba a la ciudad de Agortán, dónde celebrarían su luna de miel. Qué fue el regalo de bodas del Emperador.

«¿Por qué hizo eso?»

Axel tenía signos de interrogación sobre su cabeza ante aquella pregunta.

«¿Qué cosa?, acordamos que no se molestaría si la besaba»

«¡Eso también!, ¡Pero no hablo de eso!, sino de cuando me cargó ni bien el Emperador dijo "los declaro marido y mujer"»

«usted dijo que debería ser cariñoso»

«no me refería a ser tan descarado, hasta mis padres estaban confundidos. Mientras alistaba mis cosas para el viaje me preguntaron si de verdad nos vamos a divorciar»

«¿Qué les dijo?»

«por supuesto que si nos vamos a divorciar»

«que bueno. Ahora, ¿Qué haremos en nuestra luna de miel?...»

Axel sacó un mapa de su bolsillo mostrando lugares interesantes.

«... Oí que aquí tienen un enorme complejo artístico. Aquí supuestamente preparan un delicioso helado de uva. Me comentaron que ahí hay una subasta a diario, pero las más interesantes son en la noche. Y aquí, me recomendaron ir para ca... zar...»

Axel notó que su esposa lo miraba fijamente.

«hum, ¿Tengo algo... en la cara?»

Amaya sonrió con sinceridad y contestó:

«es sólo que no pensé que mi esposo sería ese tipo de persona»

«¿Huh?»

Amaya miró por su ventana el paisaje con un semblante más calmado.

«a decir verdad, estaba bastante ansiosa de como irían las cosas después de la boda considerando que soy despreciada por todos»

Cerró los ojos resignada para agregar...

«pero no los culpo, quiero decir, hasta yo me odié cuando escuché como era antes de golpearme la cabeza y como lo obligué a casarse conmigo. Y aún así, usted fue bastante paciente para soportar a alguien como yo»

«...»

Amaya miró a su esposo dejandolo sin aliento con los hermosos ojos color citrino que tenía.

«De verdad estoy agradecida con usted, pensé que el ambiente entre nosotros sería más tenso e incómodo, pero gracias al cielo no es el caso»

«... no es nada» [todavía es difícil acostumbrarme a esta nueva Amaya]

Miró el vestido de su esposa, la joyería, el peinado e incluso el maquillaje.

[Todo ha cambiado drásticamente, sus vestidos son sencillos, pero no deja de ser elegante; sus joyas ya no son extravagantes ni pesadas, ahora son simples y resaltan con su vestido; su cabello está bien sujeto a diferencia de los cerquillos que antes traía en la cara y el maquillaje es suave, sin sentirse que estoy frente a una pintura de óleo]

No pudo evitar pensar como estaba vestida y maquillada para la boda.

[Incluso ahí se notaba hermosa a diferencia del pasado, su vestido era bonito y elegante, su maquillaje resaltaba más la cara que tiene. Y realmente nunca imaginé que sus labios tuvieran un sabor tan dulce]

Se lamió los labios de una manera que no era visible y como estaba mirando fijamente a su esposa, Amaya fué la que preguntó:

«¿Tengo algo en la cara?»

«no»

Él sonrió, agregando:

«perdón si te hice sentir incómoda, es sólo que yo también estoy sorprendido de que me contarás cómo te sientes. Creo que sería algo grandioso ser amigos cuando nos divorciemos, si gustas puedo ser el testigo de tu boda jajajaja»

Amaya también río.

«jajaja, eso sería divertido, entonces yo seré tú dama de honor cuando te cases, ¿Qué opinas Axel?»

«si..., suena bien» [pensé que se enojaría por tal sugerencia]

Volvió a mirarla fijamente y volvió a pensar...

[Realmente es diferente, ...casi, como si fuera otra persona]

***

La ciudad de Agortán era conocida por ser una ciudad turística, sobre todo en invierno, dónde aparecían unas hermosas auroras boreales que todo el mundo quería apreciar.

Hermosas luces que se extendían a lo largo del cielo, en una noche donde la luna se escondía.

Algunos con dinero y buenas ideas construyeron hoteles con grandes balcones. Para que de ese modo, sus huéspedes puedan disfrutar las auroras boreales en privado. Aunque también, podías ir a las "Colinas de Agortán", dónde los que no podían permitirse los lujosos hoteles podían ir gratis.

Para la luna de miel. Por supuesto que el Emperador reservó la mejor habitación en el mejor y más ostentoso hotel de la ciudad, para que su querida sobrina lo disfrutara.

Y ese hotel tan grandioso, era el hotel "Aurora".

Y en la puerta del hotel, un chico de aspecto frío junto a una encantadora apariencia recibió a la pareja que bajaba del carruaje. Con Axel tomando la mano de su esposa para ayudarla a bajar.

Ese chico se inclinó con elegancia:

«bienvenidos, Marqués y Marquesa Hackett, soy Artur, el que estará al servicio de ustedes mientras se quedan en la grandiosa ciudad de Argotán»

Amaya se quedó tiesa al ver al guapo hombre que traía traje de recepcionista. Sus ojos negros y su cara estoica, hicieron que Amaya lo mirada como si sus ojos hubieran tomado forma de corazones.

[Santo cielo, ya apareció un candidato a ser mi esposo oficial~]

Abrió la boca con el propósito de preguntarle su nombre ya que se había quedado tan embobada antes, que no escuchó nada de lo que ese hombre frío dijo.

Sin embargo, antes que pudiera decir algo, todo su cuerpo se sobresaltó al sentir la manos de alguien rodeando su cintura.

«¡¡¡!!!»

Y se asustó mucho más cuando escuchó la voz de su esposo cerca de su oído.

«cariño, ¿A quién se supone que miras?, ¿Tan rápido quieres romper nuestro acuerdo?»

«n-no..., lo siento, me dejé llevar. No voy a romper nada, no volverá a ocurrir»

Axel sonrió con un simple...

«ya veo»

Luego miró al recepcionista.

«por favor llévanos a nuestra habitación, el viaje fue muy agotador para mí esposa y creo que "necesita" descansar»

El recepcionista no entendía nada de nada, estaba un poco confundido, pero al final de cuentas, a él no le importaba.

«si Marqués»

Dió la espalda y cargando las dos principales maletas guío el camino con un...

«por aquí por favor»

Apenas el recepcionista avanzó, Amaya sintió como su esposo soltaba el agarre de su cintura y la miró con una mirada acusadora.

«controlate por un año y luego si quieres lo acosas»

«no lo pienso acosar, ¿Qué te hace pensar que haría tal cosa malvada?-ah»

Axel se enojó y Amaya se dió cuenta de lo que dijo. Para ella era cierto, pero desde la perspectiva de Axel, quién fue acosado durante cuatro años, sus palabras sonaban delirantes e incoherentes.

«... yo..., lo siento por acosarte»

Dijo tímidamente a su esposo que parecía más enojado que antes.

«puede que lo hayas olvidado, pero hacerme eso, fue lo que dijiste, fue "malvado" y muy agotador»

Amaya se alejó un paso de su esposo y dijo:

«de verdad intenté cancelar el matrimonio, lo juro»

«haaa, olvídalo, de todas formas nos divorciamos en un año»

Axel tomó aire intentando calmarse y tomó la mano de su esposa.

«vamos, estoy cansado del largo viaje y seguro que tú también»

«oh»

Amaya no quitó la mano de Axel y sólo lo siguió sorprendida de que hubiera hecho eso. Ahora mismo le hizo recordar cosas poco agradables, pero, su esposo de todas formas fue gentil al tomar su mano y llevarla con él.

De alguna manera sintió que su corazón se movió de una forma distinta a un palpitar normal.

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