EL DESCUBRIMIENTO

Haniel entró en el dormitorio de su madre, seguido de cerca por Max. Su madre estaba acostada en la cama, con un tubo de oxígeno en la nariz y una manta sobre sus piernas. El olor a medicación y a enfermedad llenaba el aire, y Haniel se sintió un nudo en la garganta. Su rostro estaba pálido y demacrado, pero sonrió débilmente al ver a su hijo. La luz del sol que se filtraba por la ventana iluminaba su rostro, destacando las arrugas y las ojeras que la enfermedad había dejado en su piel.

"Haniel, mi amor", dijo su madre, con una voz débil que parecía venir de muy lejos. "Me alegra que hayas venido". Haniel se acercó a la cama y tomó la mano de su madre, sintiendo la fragilidad de sus huesos y la frialdad de su piel. La mano de su madre estaba tan delgada y débil que parecía que se podría romper en cualquier momento.

"Mamá, ¿cómo estás?" preguntó Haniel, tratando de contener las lágrimas que se acumulaban en sus ojos. Su madre respiró profundamente antes de responder, y Haniel pudo ver el esfuerzo que le costaba hablar. "El cáncer ha llegado a un punto crítico, Haniel. No hay manera de detenerlo. Me queda poco tiempo". Haniel sintió un golpe en el estómago, como si hubiera recibido un puñetazo. No quería perder a su madre. No quería que ella sufriera más.

"No, mamá. Por favor, no digas eso", dijo Haniel, tratando de sonar calmado, pero su voz temblaba de emoción. Su madre sonrió de nuevo, y Haniel vio la tristeza en sus ojos. "Lo siento, mi amor. Pero debes ser fuerte. Tienes que seguir adelante sin mí". Haniel asintió, tratando de ser fuerte, pero en su interior, estaba desmoronándose. La idea de perder a su madre era demasiado para él.

Su madre continuó hablando, su voz débil pero llena de emoción. "Haniel, tengo que hablar contigo sobre algo importante. Como sabes, mi tiempo se está acabando y debo asegurarme de que estés preparado para lo que viene". Haniel asintió, sintiendo un nudo en la garganta. "Quiero que te hagas cargo de tu hermana menor, Sofía. Ella no tiene a nadie más que tú. Prométeme que cuidarás de ella y la protegerás". Haniel asintió de nuevo, sintiendo una sensación de responsabilidad que nunca había sentido antes.

Su madre continuó hablando, su voz llena de tristeza. "Recuerdas a tu padre, ¿verdad? ¿Cómo lo abandonamos debido a su manera de ser? Era un hombre violento y alcohólico, y siempre hablaba sobre la muerte y los asesinos en serie. Era su pasión, y nos daba miedo". Haniel asintió, recordando los momentos difíciles que habían pasado con su padre. La forma en que su padre los había tratado, la forma en que había hablado sobre la muerte y la violencia. Era un tema que Haniel prefería no recordar.

"Después de que nos fuimos de él, recibimos la noticia de que había muerto. Fue un alivio para nosotros, pero también fue triste. Nunca pudimos entender por qué era así". Haniel la miró, sintiendo una mezcla de emociones. "Mamá, ¿por qué me estás contando esto ahora?" Su madre lo miró con ojos tristes. "Porque quiero que recuerdes de dónde vienes, Haniel. Quiero que recuerdes que tienes una hermana que depende de ti y que debes protegerla. Y quiero que recuerdes que, aunque tu padre era un hombre extraño, tú no eres como él. Tú eres fuerte y capaz, y puedo confiar en ti". Haniel sintió un nudo en la garganta, pero asintió, sintiendo una sensación de determinación. "Lo haré, mamá. Me cuidaré de Sofía y la protegeré. Lo prometo".

Después de despedirse de su madre, Haniel se sintió abrumado por la emoción. Se sentía responsable de cuidar a Sofía y protegerla, pero también se sentía triste por la situación de su madre. La idea de perderla era demasiado para él. Decidió ir a la ubicación que le habían enviado por SMS. No sabía qué esperar, pero sentía que debía investigar.

Haniel salió de la casa de su madre y se subió al coche, con Max a su lado. El sol comenzaba a ponerse, proyectando una luz dorada sobre la ciudad. Haniel condujo por las calles tranquilas, sintiendo una mezcla de emociones. La tristeza y la ansiedad se mezclaban en su mente, mientras pensaba en la conversación que había tenido con su madre.

Mientras conducía, Haniel notó que el tráfico era ligero, y las calles estaban casi vacías. La ciudad parecía estar en un estado de calma, como si estuviera esperando algo. Haniel siguió adelante, su mente enfocada en la ubicación que le habían enviado por SMS.

Después de unos minutos de conducir, Haniel llegó a un barrio más alejado de la ciudad. Las casas eran más antiguas y estaban en mal estado, con jardines descuidados y ventanas rotas. La calle estaba llena de baches y grietas, y el asfalto estaba agrietado. Haniel siguió adelante, su coche rebotando sobre los baches.

Finalmente, Haniel llegó a la dirección que le habían enviado. La casa estaba al final de la calle, rodeada de árboles altos y maleza. La puerta principal estaba abierta, y el interior estaba oscuro y silencioso. Haniel se sintió un escalofrío en la espalda al ver la casa. Algo no parecía estar bien.

Haniel salió del coche y se acercó a la casa, con Max a su lado. La casa parecía estar abandonada, y el aire estaba lleno de un olor a moho y descomposición. Haniel se cubrió la nariz con la camisa y siguió adelante, su corazón latiendo con fuerza.

La casa estaba en silencio, solo roto por el crujido de las tablas del piso bajo sus pies. Haniel se movió con cautela, su mirada escaneando cada rincón. Llegó a una escalera que bajaba al sótano. Haniel se detuvo, sintiendo un presentimiento. Algo no estaba bien.

Bajó los escalones lentamente, su corazón latiendo con fuerza. El aire en el sótano era frío y húmedo. Haniel se estremeció. Y entonces, la vio. La mujer joven colgaba de la pared, su cuerpo en posición de ángel. Los brazos extendidos hacia arriba, las piernas abiertas en forma de X. La piel estaba pálida y fría, los ojos cerrados como si estuviera durmiendo.

Haniel se quedó helado, su mente incapaz de procesar lo que estaba viendo. La sangre se había coagulado en la pared, formando un charco oscuro en el suelo. La boca de la mujer estaba abierta, como si hubiera gritado en el momento de su muerte. Haniel sintió un nudo en la garganta, y su estómago se revolvió. No podía creer lo que estaba viendo.

Justo cuando Haniel estaba tratando de procesar lo que había visto, escuchó el sonido de un coche patrulla que se acercaba. Un guardia nocturno había visto a Haniel entrar en la casa y había llamado a la policía. Haniel sabía que pronto llegaría la policía y que tendría que explicar lo que había sucedido. Sacó su teléfono y llamó al detective James, su mentor, para que acudiera a la escena. "James, soy Haniel. Estoy en una casa abandonada en la calle... Hay un cuerpo aquí. Necesito que vengas lo antes posible". La voz de James sonó seria al otro lado de la línea. "Estoy en camino, Haniel. No toques nada hasta que llegue". Haniel asintió, aunque sabía que James no podía verlo. Se quedó esperando, su mirada fija en el cuerpo de la mujer joven. La oscuridad de la casa parecía estar cerrándose sobre él, y el silencio era opresivo. Haniel sabía que pronto tendría que enfrentar la realidad de lo que había visto.

Poco después, llegó el detective James, su mentor. James observó la escena y luego miró a Haniel. "Haniel, esto es... esto es muy similar a lo que vimos en el correo electrónico", dijo finalmente. "La posición del cuerpo, la sangre... todo apunta a que se trata del mismo hombre". Haniel asintió, sintiendo un escalofrío en la espalda. "Sí, creo que tienes razón. Esto es un juego macabro, y nosotros somos los jugadores". James lo miró con una mirada seria. "Exacto, Haniel. Este asesino quiere involucrarnos en su juego. Quiere que nosotros seamos parte de su espectáculo". Haniel se sintió un nudo en la garganta. "¿Qué vamos a hacer?" James se encogió de hombros. "Vamos a seguir las pistas, vamos a investigar. Pero tenemos que estar preparados para lo peor. Este asesino no se detendrá hasta que haya logrado su objetivo". Haniel asintió, sintiendo una determinación que nunca había sentido antes. Estaba listo para enfrentar al asesino, para detenerlo antes de que fuera demasiado tarde. Pero mientras miraba el cuerpo de la mujer joven, no pudo evitar sentir que ya era demasiado tarde para ella. Y que él y James estaban en grave peligro.

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Comments

Viviana Bustos Aldana

Viviana Bustos Aldana

Haniel se me hace que fue una trampa

2025-04-09

0

Viviana Bustos Aldana

Viviana Bustos Aldana

El papá puede ser el psicópata 🤔🤔🤔🤔🤔

2025-04-09

0

Viviana Bustos Aldana

Viviana Bustos Aldana

Solo de pensarlo me dan escalofríos 🥹🥹🥹🥹🥹

2025-04-09

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