Con el pasar de las semanas, Da-Hye y Seo-Joon continuaron fortaleciendo su vínculo. A medida que se acercaba la primavera, el clima comenzaba a cambiar, trayendo consigo lluvias inesperadas. Una de esas tardes lluviosas, Da-Hye y Seo-Joon se encontraban caminando de regreso a sus casas después de una larga sesión de estudio en la biblioteca.
El cielo, que hasta hacía poco estaba despejado, se nubló rápidamente, y las primeras gotas de lluvia comenzaron a caer. Ambos se apresuraron a encontrar refugio bajo un árbol grande que bordeaba la acera. La lluvia comenzó a intensificarse, formando cortinas de agua que envolvían todo a su alrededor. Sin embargo, en lugar de apresurarse para encontrar un lugar seco, ambos se quedaron ahí, disfrutando del momento.
"Siempre me ha gustado la lluvia," comentó Seo-Joon, mirando hacia el cielo. "Es como si limpiara todo, como si te diera una nueva oportunidad para empezar de nuevo."
Da-Hye asintió, mirando cómo las gotas caían alrededor de ellos. Había algo mágico en ese momento, algo que la hacía sentir segura y en paz, a pesar del caos del clima. "Sí," respondió suavemente, "Es como si todo el mundo se detuviera por un momento, y solo quedáramos nosotros dos."
Seo-Joon la miró, sus ojos oscuros reflejando una mezcla de emociones que Da-Hye no pudo descifrar del todo. Había una tensión en el aire, una que había estado creciendo desde hacía tiempo. Pero en ese instante, mientras la lluvia caía alrededor de ellos, esa tensión se sintió casi palpable.
"Da-Hye," dijo Seo-Joon de repente, su voz más baja de lo habitual, como si temiera romper el encanto del momento. "Hay algo que necesito decirte."
El corazón de Da-Hye comenzó a latir con fuerza. Sabía que este momento llegaría, pero no estaba segura de estar preparada. "¿Qué es, Seo-Joon?" preguntó, tratando de mantener su voz firme, aunque por dentro sentía que se desmoronaba.
Seo-Joon tomó un profundo aliento, sus ojos nunca apartándose de los de Da-Hye. "Sé que hemos sido amigos durante un tiempo, y valoro eso más de lo que puedo expresar. Pero, lo que siento por ti... ha cambiado. No es solo amistad. Es algo más."
Da-Hye sintió como si el suelo se moviera bajo sus pies. Las palabras de Seo-Joon resonaron en su mente, su significado claro y contundente. Pero aún así, el miedo y la incertidumbre la invadieron. "Seo-Joon... yo..." comenzó a decir, pero las palabras se atascaron en su garganta.
Seo-Joon se acercó un paso más, cerrando la distancia entre ellos. "No tienes que decir nada si no estás lista, Da-Hye. Solo quiero que sepas lo que siento. No puedo seguir fingiendo que somos solo amigos, cuando en realidad, quiero estar contigo de una manera diferente."
La lluvia continuaba cayendo, pero ni Da-Hye ni Seo-Joon parecían notarlo. Estaban completamente absortos el uno en el otro, como si el mundo exterior se hubiera desvanecido. Da-Hye sintió cómo sus defensas comenzaban a desmoronarse. Sabía que sentía lo mismo por Seo-Joon, pero admitirlo en voz alta significaba abrirse a una vulnerabilidad que la aterrorizaba.
Finalmente, con una mezcla de nerviosismo y valentía, Da-Hye dio el paso que había estado evitando. "Yo también siento algo por ti, Seo-Joon," admitió, su voz temblando ligeramente. "He tratado de negarlo, de centrarme en mis estudios, en ser la mejor... pero no puedo seguir ignorando lo que realmente siento. Estoy asustada, pero no quiero perder lo que tenemos."
Seo-Joon sonrió, una sonrisa cálida y genuina que hizo que Da-Hye sintiera un nudo en el estómago. "No tienes que tener miedo, Da-Hye. No vamos a perder lo que tenemos, solo va a crecer. Quiero estar contigo, quiero que exploremos esto juntos."
En ese momento, bajo la lluvia, Da-Hye sintió como si un peso enorme se levantara de sus hombros. Todas las dudas y temores que había estado acumulando comenzaron a desvanecerse. Sabía que no sería fácil, que enfrentarse a estos nuevos sentimientos significaba arriesgarse a salir lastimada, pero también sabía que valía la pena intentarlo.
Sin decir una palabra más, Seo-Joon extendió la mano, y Da-Hye, con una sonrisa tímida, la tomó. Fue un gesto simple, pero que significaba el comienzo de algo completamente nuevo para ambos.
Mientras caminaban juntos bajo la lluvia, sin importarles que sus ropas estuvieran empapadas, Da-Hye sintió una sensación de paz que no había experimentado en mucho tiempo. Por primera vez, no se preocupaba por ser la mejor estudiante, por cumplir con las expectativas de sus padres, o por el qué dirán de los demás. Lo único que importaba en ese momento era la calidez de la mano de Seo-Joon en la suya, y la certeza de que estaban entrando en una nueva etapa juntos.
Cuando finalmente llegaron a un refugio, ambos se detuvieron, aún tomados de la mano. Da-Hye se giró hacia Seo-Joon, sintiendo la necesidad de decir algo más. "Gracias," susurró, sin estar segura de por qué esas eran las palabras que salían de su boca, pero sabiendo que eran las correctas.
Seo-Joon la miró con ternura. "No tienes que agradecerme, Da-Hye. Estoy aquí porque quiero estarlo. Y prometo que no dejaré que el miedo nos detenga."
Da-Hye asintió, sintiendo una nueva confianza crecer dentro de ella. Sabía que este era solo el comienzo de un viaje que los llevaría por caminos desconocidos, pero mientras lo hicieran juntos, estaba dispuesta a enfrentarlo.
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