capitulo 4 - un nuevo trabajo

Hace mucho calor y Marisa no puede dormir,

El ventilador se le averió y ya van seis veces que entro a la ducha a refrescarse,

- ¡maldita sea!, no puedo tener más mala suerte,

Camina al balcón y ve movimiento en el depto. del vecino,

- vaya, vaya, parece que no estas solo, dice mirando con curiosidad,

¿quién estará contigo?,

De pronto, las luces del departamento se apagan y ve con terror un par de ojos rojos mirándola fijamente,

- ¿pero que es eso?, dice Marisa viendo que los vellos de sus brazos se erizan de miedo,

Cuando Marisa se levanta para regresar a su habitación, esa cosa ya no se encuentra allí,

Ella cierra las cortinas bruscamente y piensa que definitivamente debe irse pronto de este lugar,

- ¿que habrá sido eso?,

Algún demonio o brujo, o tal vez

Alguna entidad, porque no creo que sea algun extraterrestre,

Creo en ellos, sé que existen,

No, definitivamente no fue un extraterrestre, dice asustada,

En ese momento un ruido en su ventana, y de golpe un gato negro de pelo largo entra a la habitación,

Él la mira y Marisa se queda congelada al darse cuenta de que es la cosa que la estuvo observando desde la ventana del vecino,

- fuchi, fuchi, dice Marisa tratando de sacar al gato con sus brazos,

Pero él no se mueve solo la observa,

Luego se sube a su cama empezando a ronronear,

- ¿pero que descaro tienes?, dice Marisa furiosa,

Será mejor que te largues, no me gustas, le dice rabiosa,

El gato empieza a lamerse lentamente y mientras lo hace la mira, con frialdad,

Como diciéndole, que es recíproco,

Marisa sale a buscar un palo para sacarlo de allí,

Pero al regresar, él ya no está,

- ok, espero que no regreses más, dice cerrando la ventana,

Luego se cruza de brazos y dice riendo,

- ¿que susto me diste, carajo?,

Un gato, un gato negro, un maldito gato negro entro a mi habitacion como si nada,

Luego frunce el ceño y se queda pensando,

Abre la puerta para salir al balcón, y se queda mirando por todos lados, cuando nota que es imposible que un gato haya saltado hasta aquí,

No tendría por donde saltar desde mi vecino hasta aquí, eso es imposible, piensa preocupada,

Luego regresa y decide no pensar más en el asunto,

- ahora dormiré y mañana será otro día, donde tendré que buscar un trabajo, porque si no no sé que haré, piensa con angustia,

Una hora después...

Marisa esta acostada, ella esta dormida profundamente,

En el silencio de la noche solo se siente su respiración, mezclada de vez en cuando con algunos ronquidos suaves,

En ese momento, el gato se sube a la cama, de un salto y se sienta mirándola de frente a ella,

Pero algo se acerca y una mano huesuda acaricia la cabeza y el lomo del animal y dice,

- bien hecho, Sombra, bien hecho...

Al otro día,

Marisa despierta y lo primero que hace es ver la hora,

De pronto se da cuenta,

Que su espalda y cuello están muy contracturados,

- ¡oh maldición!, me siento como si me hubiera arrollado un tren,

Se levanta con dificultad,

Y casi arrastrándose se dirige a la ducha,

- debe haber sido porque salí al balcón anoche, seguro que fue por esa razón que estoy así,

Y también por el susto que me dio ese maldito gato,

Un rato después,

Marisa observa su reloj y ve que aún hay tiempo para ir a la nueva entrevista de trabajo,

y no sabe por qué empieza a sentir náuseas,

- no comeré, prefiero vomitar de hambre que con el estómago lleno,

Marisa un rato después, va en colectivo a la entrevista,

Ella debe ahorrar, por las dudas que no tenga suerte,

Ella va parada, cuando observa el movimiento sospechoso de un hombre,

Ve que está vestido con una gabardina con el calor que está haciendo,

Luego ve que el hombre se para enfrente de tres hermosas adolescentes que vienen conversando,

él parece que está esperando algo,

El colectivo estaciona, para que baje gente y entonces él aprovecha para sacar a dos de las chicas sus celulares,

Luego intenta escapar,

Pero Marisa no se lo permite y le hace una zancadilla haciéndole tropezar,

Todos se le abalanzan pegándole sin piedad, patadas y golpes de puño,

- maldito ladrón, grita una mujer furiosa,

Las chicas también lo golpean,

El chofer del colectivo frena y grita,

- ¿que pasa aquí?

Un rato despues...

-¿ no puede ser cierto?, dice Marisa enojada,

Ella está en una Comisaria, el agente policial está tomando su declaración, ya que el chofer del bus los llevo a todos para allá,

Marisa se enoja mucho con el agente y le dice,

- como permiten que ese malviviente me denuncie por lesiones graves, yo hice lo correcto ayudando a esas niñas,

Me niego, no permitiré que se salga con la suya,

- aquí lo único que importa, dice el agente, que él está herido y la culpa a usted,

Es su palabra contra la suya,

Además nadie vio nada, no hay testigos del supuesto robo,

- ¿que dijo?, dice indignada Marisa,

¿Supuesto robo?,

Acaso no escucho a las chicas, a las personas en el bus que lo golpearon,

- ¿que personas, que chicas?,

Luego la hace mirar a su alrededor,

Aquí no hay nadie solo está usted, dice el agente mirándola como si estuviera loca,

Marisa no puede creer que todos se fueron y la dejaron sola,

- si sigue hablando la arrestaré por provocar disturbio,

por favor, ya váyase, dice el agente con impaciencia,

Marisa se retira del lugar con bronca y piensa,

- por ayudar solo me meto en problemas, ahora ya es tarde para la entrevista, otro trabajo que pierdo, si sigo así muy pronto estaré en la calle,

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