Cap 18 - Mateo está obsesionado

Una vez que logré tranquilizarme, me levanto con ayuda de un hombre que se acercó junto a otras personas para ver si me encontraba bien, les agradecí y continúe con mi camino

No sabía si Mateo se había ido definitivamente o me estaría siguiendo, ante la duda tomé un taxi, quería evitar cualquier cosa que lo hiciera enojar, estaba traumada, el miedo era incontrolable

Cuando llegué al centro, iba a tirar la tarjeta que me había dado, pero otra vez el miedo de que me haya seguido hasta aquí y me este vigilando me atormentan por lo que la volví a guardar

No quería usar nada que viniera de él pero no me quedaba de otra "compra todo lo que te haga falta" , y así lo hice, entre a cada tienda y compré mucha ropa para mi, y muchas cosas para el bebé

Vi muchas cosas para el bebé, la cuna, los muebles el cochecito, dónde pondría todo eso en mi habitación? es pequeña, apenas si puede caber la cuna junto a la cama y el resto de las cosas que nececito como voy a hacer ?

Necesito una casa o un departamento para mi y el bebé, pero me rehusó a vivir en esa mansión donde viví los peores meses de mi vida

Me senté en uno de los bancos del centro y me puse a pensar, los señores Reed me dijeron que esa casa era mía, me la dieron junto con una buena cantidad de plata cuando me divorcie de Mateo

Vendere la mansión y con esa plata me compraré una nueva casa para mi hijo y para mí, si eso haré

Pase por una tienda de celulares y me compré uno luego caminé un par de cuadras hasta llegar a bienes raíces , necesitaba poner la casa en venta cuánto antes para poder comprarme una nueva antes de que nasca el bebé

Al llegar hablé con un joven que trabaja ahí, le expliqué que quería vender la mansión para comprar otra casa más chica, le di la dirección y le entregué las llaves que me habían dado los Reed y que nunca saque del bolso y quedaron en ir a verla y cotizarla, para luego llamarme y confirmarme

Le agradecí y salí de las oficinas de bienes raíces, tome un taxi para volver a casa de mi padre

Al llegar estaba Fernando esperándome en la puerta, por qué había vuelto? no le pedí que quería estar sola ?, tal vez había sido muy dura con él, pero me sentía dolida, aunque pensándolo bien él no tenía culpa de nada, mas bien me estaba advirtiendo lo que pasaría si yo me negaba a dejarlo a Mateo ver al bebé

Suspiré profundo, pague el taxi y luego baje para entrar a mi casa

— Sami, lo lamento, yo sé que te enojaste conmigo por pensar que estaba del lado de Mateo, pero te juro que no lo decía con ese fin, yo... yo lo siento, perdóname Sam, no quiero estar lejos de ti, no quiero que estés molesta conmigo, por favor perdóname — me suplicaba Fernando

— Pasa — le digo abriendo la puerta de la casa y entrando, Fernando entró detrás de mi y se quedó parado en la puerta esperando mi reacción — Siéntate — le digo sentandome en el sofá y señalandole a mi lado para que tomara asiento

—Sami... — estaba por hablar pero le corté

— Lo siento Fer, entiendo que me excedí hoy, pero me sentía ofendida, pero no contigo, sino con la vida misma, por qué ya entendí que jamás me voy a poder librar de Mateo, él seguirá apareciendo frente a mi las veces que a él se le antoje y lamentablemente con tal de no hacerlo enfadar debo dejarlo, ya entendí que mi vida siempre se basará en la miseria al lado de Mateo y debo acostumbrarme a eso .. Debía haber abortado el bebé cuando tuve oportunidad y hoy no tendría nada que me ate a él, pero bueno, ya es tarde para tomar decisiones diferentes — le digo con angustia

— Sam que estás diciendo? tu solo tendrás tratos con él por el bebé y nada más, tu seguirás con tu vida, nada cambiará por tener un bebé con él — me dice y no entiende, que vida tranquila puedo llevar con Mateo apareciendose en todos lados frente a mi? cómo si me estuviese controlando lo que hago y lo que no? ya estoy cansada

— Tu no entiendes Fernando, Mateo está obsesionado y no me dejará llevar una vida tranquila — le explicó para que entienda

— Él no se volverá a acercar a ti, él lo prometió — me dice él

— Prometer y cumplir son dos cosas diferentes Fernando y no creo que tú primo cumpla — le digo para que entienda que las cosas no son tan faciles como dice

Justo en ese momento me suena el teléfono nuevo que había comprado, lo miró sorprendida por qué nadie tiene este número más que los de bienes raíces

— Hola — digo respondiendo la llamada

— Hola señorita López, soy Fausto el de bienes raíces, llamaba para avisarle que su casa ya se ha vendido — me dice y yo me levanto del sofá sorprendida, como era eso posible si hacía un rato que había vuelto de ahí?

— Que está diciendo? cómo puede ser eso posible si acabo de llegar de ahí hace un momento, no ha pasado ni una hora que estuve ahí con usted — le digo preocupada

— Si señorita López, lo que pasa es que después de que usted salió vino un comprador buscando una mansión y la primera que vio fue la suya ya que estaba sobre el escritorio y la compró de inmediato, por eso se vendió rápido — me dice y mi cara de felicidad lo dice todo

— En serio? y a cuánto se vendió? — le pregunto emocionada

— La hemos vendido en 25 mil millones — me dice y yo quedó dura por la impresión

— Tanto? — pregunto sorprendida

— Si, el comprador ofreció esa plata, dijo que la casa lo valía y que era importante para él — continúa diciendo y yo me quedo en silencio, importante para él? no puede ser, acaso él....

— Dígame señor Fausto, el comprador se llamaba Mateo Reed por casualidad ? — le pregunto con un nudo en la garganta

— He como lo... perdón, no puedo dar nombres de los clientes — me dice y siento que mi presión se descontrola y me vuelvo a sentar en el sofá, ya que me siento mareada estoy segura que es él el que la compró y el vendedor casi se vende solo y me dio a entender que si es él

Yo sabía, sabía que me estaba siguiendo a todos lados a dónde iba , él no me dejara en paz, no me dejara tranquila nunca, que vida puedo llevar si cuando salgo tengo que salir con temor por que Mateo me está siguiendo?

— Señorita López, recuerdo que me comentó que quería vender la casa para comprar una más chica y le tengo la casa justa para usted, si gusta puedo empezar con el papeleo de compras — me dice y ya me imagino quién quiere que compre esa casa

— No, yo iré personalmente y buscaré una que a mí me guste — le digo para que no insista, no viviré donde él me lo ordene, porque se que fue Mateo quien le ordenó que me ofreciera esa casa y no me extrañaría que aún siga ahí en bienes raíces escuchando la conversación

— Pero señorita López está casa cuenta con.... — me quería seguir insistiendo y mi paciencia se agotó

— Dije que no, aún no se si voy a comprar la casa, estoy reconsiderando la oferta del primo de mi ex marido de irme a vivir con él — digo a propósito para ver si Mateo estaba ahí y le di justo en el clavo, Fernando me miraba sorprendido por lo que acababa de decir

— Samara López, si quieres que te deje tranquila mejor sacate esa idea de la cabeza y mantente lejos de Fernando, de lo contrario jamás te dejare en paz — me dice furioso por su tono de voz y sabía que era él el que estaba detrás de todo

— MATEO REED TU YA NO ME PUEDES DECIR QUE HACER, CON QUIEN VIVIR O CON QUIEN ESTAR, DÉJAME TRANQUILA O TE DENUNCIARÉ — le digo más enojada

— Yo te lo estoy advirtiendo desde ahora, después no te sorprendas mi amor — me dice antes de colgar y yo comencé a temblar mientras las lágrimas descendían de mis ojos por los nervios que estaba sintiendo, la poca valentia que habia juntado para decirle eso, se esfumó por completo

Por qué no me dejaba tranquila? por qué mi vida tenía que seguir siendo un infierno aún después de divorciarnos?

La realidad era que Mateo estaba siendo tratado con medicamentos por el control de la ira, pero contra la obsesión que tiene conmigo y los celos enfermizos quien lo controlaba?.

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