Cap 9 - Tu eres mía, solo mía

— Como te encuentras? — le pregunto acostandome a su lado

— Mateo no puedes tratar así a los médicos solo por ser hombres, ellos solo hacen su trabajo — me dice Samara defendiendo al medicucho ese

— Tu me estás queriendo decir que te gusta abrirte de piernas para que los hombres te vean ? — le digo levantándome de la cama de golpe

— Mateo eso no fue lo que quise decir... haaa olvídalo siempre tienes que tomar las cosas para cualquier lado y así pretendes que me quede contigo? — ella no entiende que no tiene opciones, quiera o no, no se irá de mi lado

— Que parte de que tú eres solo mía no entiendes? quieras o no quieras no te dejare, serás mía por siempre Samara — le digo y ella no dice nada nada solo se acuesta dandome la espalda — iré a comprar los medicamentos, no intentes nada Samara, ni escapar ni llamar a nadie o tu familia pagara las consecuencias de tus actos si me desobedeces ok? — le digo antes de salir, pero ante la duda cerré con llave

Salgo del hotel en mi auto y voy hasta una farmacia, le entrego la orden al farmacéutico y además compro otras cosas más que son necesarias, luego salgo y recorro el lugar hasta ver una tienda de ropa y entré a comprar varias prendas tanto para mí como para Samara y después de una hora vuelvo al hotel

Al entrar a la habitación, Samara duerme, dejo las cosas que compre sobre el sofá de la habitación y me acerco a ella para darle el antibiótico, luego me acuesto con ella y me duermo también.

Me despierto al medio día y Samara aún duerme, me levanto y voy a darme una ducha, ya que desde ayer que no me bañaba, salgo ya fresco y vestido y llamo para que nos suban el almuerzo y me siento en el sofá a esperar

Cuando nos traen el almuerzo la despierto para comer y me siento con ella en la cama

— Cuando te sientas mejor continuaremos viaje — le digo mientras comemos

— a dónde iremos ahora? — pregunta viéndome molesta

— lo más lejos de Chile posible — le digo mientras sigo comiendo

Ella no dijo más nada, pero en su cara se veía la molestia que tenía

Continuamos comiendo sin decir más nada, luego quite las bandejas de la cama y me acosté con ella

La abracé con fuerza, ella era mía, y no permitiría que me quieran separar de ella, estaba obsesionado con Samara, ellos me la entregaron y ahora querían arrebatarmela, pero no lo lograrían, Samara seguiría a mi lado para siempre, así deba irme al fin del mundo con ella y comenzar una nueva vida lejos de todos.

Pasamos la tarde en el hotel, miramos tele casi todo el día, Samara ya no decía más nada era como si se estuviese resignando a su destino a mi lado y eso me dejaba más tranquilo, ya que vivir continuamente peleando no era una opción

En la noche pedí la cena, comimos en silencio y luego nos volvimos a dormir

( .... )

Narra Samara

Hace cinco días que estamos en el hotel, cinco días en los que solo hemos salido dos veces nada más y fue para problemas

La primera vez que salimos me llevó a conocer la ciudad y las montañas y se terminó agarrando a golpes con otro hombre porque decía que me estaba mirando demasiado

La segunda vez que salimos y porque le rogué, me llevó a Mina Clavero y a Cura Brochero, hacia demasiado calor ese día, por lo que yo habia ido con un vestido corto y se enfado tanto conmigo porque decía que yo estaba provocando a los hombres con ese vestido que él mismo me había comprado y literalmente me trajo a las arrastras de nuevo al hotel y hasta ahora no hemos vuelto a salir

Yo ya estaba completamente recuperada del aborto que había sufrido, la infección se me había ido y la hemorragia también.

He tenido muchas oportunidades para escapar o para dar aviso a mi padre de que estamos acá, pero Mateo me amenazó con hacerles daño a mi familia si lo intentaba, por lo que no me queda más que seguir con él y aguantar lo que más pueda

Por otra parte Mateo se ha vuelto muy celoso y posesivo y en ocasiones me da mucho miedo de que nuevamente comience mi infierno a su lado

Cuando estamos solos es tierno y atento, pero cuando salimos sus celos y posesión lo vuelven agresivo y le tengo mucho miedo, eso quiere decir que mi vida a su lado va a ser en un completo encierro

Yo lo único que espero es que nos puedan encontrar pronto porque no sé cuánto pueda llegar a aguantar a su lado ...

... — Vamos, es hora de irnos — me dice Mateo tomando las maletas que compró para poder guardar la ropa que estuvo comprando en estos cinco días

Sin decir nada salgo de la habitación siguiéndolo a él hasta llegar al auto, me subo a esperarlo mientras el guarda las dos maletas en el baúl

Luego de que él sube, emprendemos viaje para donde sea que me llevará ...

... 11 horas duró el viaje y llegamos a una ciudad llamada Bahía Blanca que está dentro de la provincia de Buenos Aires

El frío acá es terrible, cuando le pregunté a Mateo porque habíamos venido acá su respuesta fue, que como acá hace bastante frío yo no tengo que estar con ropas que muestren mi cuerpo, por el contrario tengo que estar bien abrigada para no pasar frío

Sus celos me estaban enfermando, pero no podía decir nada o se las agarraría conmigo solo por quejarme.

Llegamos a una casa que compró para vivir nosotros, no era una mansión como las que acostumbra a vivir él, pero era linda y acogedora, era de dos plantas, en la planta baja estaba el living, cocina, comedor, una biblioteca con un pequeño despacho y un baño y en la planta alta habia 4 habitaciones, dos tenían baño propio y las otras dos comparten baño, era linda

— Voy a salir a ver si consigo alguna tienda de ropa abierta para comprar algunos abrigos, prepara la cena mientras tanto, la cocina está bien equipada con mercadería y todo lo que necesites — me dice Mateo antes de salir

— De acuerdo — solo le respondo y me voy para la cocina a ver qué preparo

Después de una hora Mateo vuelve y yo ya tenía la cena lista, puse los platos en la mesa, servi la comida y nos sentamos a comer en silencio

Recojo todo de la mesa y comienzo a lavar, secar y guardar, una vez que dejó la cocina limpia subo las escaleras y me quedo parada en el pasillo pensando

¿dónde dormiré yo?, ¿con él como en el hotel o en otra habitación como en la mansión que dormíamos en habitaciones separadas?

Estaba sumergida en mis pensamientos hasta que lo siento a Mateo detras de mi abrazándome por la cintura

— Que haces acá en el pasillo? por qué no entras a la habitación? te estoy esperando para dormir — me dice él y ya respondió mis dudas sin haberle preguntado

— nada, solo observaba nuestro hogar — le miento para no decirle la verdad de lo que pensaba

— Es chico el lugar pero fue lo único que encontré disponible para comprar por el momento, más adelante compraremos algo más grande — me dice apoyando su cara en mi cuello

— Para nosotros está bien, me siento cómoda aquí — le sigo el juego para no hacerlo enfadar

— Pero necesitaremos una casa más grande para cuando tengamos a nuestros hijos, está va a quedar chica — me dice y yo me congelo, ojalá nos encuentren antes de que pase eso porque no quiero hijos con el, jamás

— Está bien, vayamos a dormir — le digo llevándolo a la habitación para dormir

Entramos a la habitación y Mateo quiso que nos demos un baño juntos, yo no quería, pero no podía negarme o él se enfadaría y quería evitar a toda costa que eso sucediera, por lo que no me quedaba de otra que ser sumisa antes sus reglas

— Te amo Samara y no permitiré que nadie te separe de mí, tú eres mía, solo mía — me decía él abrazándome por la cintura detrás de mi

Yo no le respondí nada, solo lo escuchaba, que le iba a responder ? que también lo amaba ? Para que mentirle si eso no era cierto, yo lo odiaba con toda mi alma, pero eso no se lo podía decir a él

Después del baño nos acostamos a dormir en silencio, él me abrazó y así nos dormimos.

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