Capitulo 10 NUEVO COMIENZO

Nayla había salido huyendo de aquel hotel en dónde dejo al alfa dormido, su luna lloraba a lo que ella estaba segura sería la despedida definitiva, subió al auto y condujo hasta aquella farmacia dónde compro un par de pastillas anticonceptivas de emergencia y una botella de agua, tomo las pastillas y un sorbo del agua, ya en el auto miro el móvil, quizá Julián ya había despertado, quizá ya se habría dado cuenta, ella no tenía el valor de verle a la cara y despedirse, así que solo dejo aquella nota, en el teléfono busco el nombre de la Omega y envío aquel mensaje de texto a Laura para después bloquear sus números y con ello todo tipo de contacto.

“Laura, cuando era niña me regalaste a mi y a mi madre una segunda oportunidad, ahora de grande me regalaste de nuevo está segunda oportunidad de vivir, te agradezco infinitamente que me ayudarás y te prometo que algún día lo pagaré, gracias por regalarme la oportunidad de seguir viva, por favor, cuida a Julián, espero algún día cuando los vea pueda estar orgullosa de mi misma y pueda verlos a la cara sin pena, gracias por todo, Nayla.”

Después de enviar el mensaje bloqueo los números de todos, quitó el chip y lo tiró por la ventana, se miró en el espejo, las marcas de besos en su cuello que pedía a dios le durarán para siempre, pues eran unas muestras de lo enamorado de su alfa y la magnífica noche a su lado, respiro un poco y después salió directo a los territorios del sur, al llegar allí se dio cuenta que las cosas se reponen mucho más fácil cuando nadie hace nada, pues los ancianos socios de Simón estaban en aquella bodega solo hablando sin la mayor preocupación de lo sucedido al alfa, Nayla bajo de esa camioneta decidida y se presentó como Nayla Mcnel Colens, la heredera del territorio por derecho natural, algunos se burlaron de ella e incluso la insultaron, entre ellos un anciano muy grande que se notaba era el más ambicioso de todos, Nayla les enseño la prueba de su identidad y los ancianos se vieron unos a otros mientras murmuraban.

-Y… ¿Qué es lo que quieres mami?

Respondía con burla el anciano ambicioso.

-¿De ustedes? Absolutamente nada, solo lo que me corresponde.

-Bueno, si buscas macho alfa… te puedo ayudar mi Reyna, pero los territorios del sur, definitivamente no nena.

El viejo se atrevió a tocar las piernas de la Omega que miro la mano con odio y sonrió para después sacar el arma y darle un tiro en la pierna.

-¡No estoy jugando señores…!

Grito Nayla y la mayoría de los ancianos tragaron saliva, mientras el anciano gritaba sosteniendo su pierna, los demás temblaron un poco, miraban en Nayla esos ojos, los purpuras ojos caracteristicos de los Mcnel, en ella vivia la mirada de Jones su padre y no lo dudaron, ella definitivamente era su hija, aquella niña que Rose se había llevado lejos 21 años atrás y que dieron por muerta.

-Simon Mcnel está muerto, yo lo mate, agonizo dos horas antes de rogar la muerte, el hijo de perra mato a mi madre después se ofrecerme de regreso lo que me tocaba, y a mi, me encerró en ese cuarto dónde incluso alguno de ustedes me llegó a tocar, por cierto…. Espero que tengan conciencia de que… yo jamás olvidó un rostro ☺️, así que hay dos opciones, o me lo dan por las buenas… o me lo darán de todos modos por las malas, pero, no les garantizo que alguno de ustedes no sufra el mismo destino que el hijo de puta de Simón.

-Dios niña… ¿no entiendes? No solo somos nosotros, la mayoría de esos territorios los manejan los Lavisky y los Petrok si Simón no está, ¡alguno de ellos vendrá a reclamar ese territorio! ¿Sabes lo que es meterse con la gente de Rushiel Lavisky? Ni muertos… nos harán mierda en minutos…

Nayla sonrió irónica y sin miedo alguno solo contesto “lo tengo resuelto” los ancianos la miraron incrédulos pero decidieron que si Nayla quería eso se lo darían, total tardaría muy poco en lo que la gente de los rusos se enteraran y fueran por ella., Así que al otro día la llevaron a la organización y la presentaron como la princesa Mcnel sin embargo Nayla rechazo el apellido de su padre y se presentó como Nayla Colens hija de la madre de la mafia italiana, en ese momento nació Nayla Colens “la princesa de la mafia del sur”.

...………....

Al mismo tiempo que Nayla reclamaba lo que había deseado en ese mundo del que no conocía otra cosa más que armas y drogas, Julián llegaba a Rusia para encargarse del negocio del que su padre lo había dejado hecho cargo, Rushiel ya había despertado y estaba estable así que Julián regresó sin pendientes a Rusia.

Algunos días pasaron antes de que llegara de nuevo a la empresa, el se tomó ese descanso para terminar de procesar lo que había vivido en ese viaje y volver a retomar la vida que el llevaba justo antes de conocerla, tal cual lo había prometido., Salio a el garaje para no encontrar su auto y después recordar que lo había dejado a cargo del Omega con el que Nayla lo encontró la última vez, tomo una moto con un poco de recelo y nostalgia pues la imagen de la Omega aferrada a su cintura mientras el conducía y el recuerdo del aroma de la misma, le llegó de inmediato a su cabeza y suspiro frustrado de nuevo, tomo la moto y condujo hasta la empresa, al llegar fue recibido por Jovak su asistente que le entrego la lista de pendientes que ocupaban su presencia y los asuntos que ya habían sido resueltos, Julián sonrió, el siempre era amable, le dio las gracias y le dijo que podía tomarse la semana libre pues había trabajado duro, Jovak agradeció y salió de la oficina, quiza esa decisión fue la que marco el inicio de aquel pequeño romance de oficina.

Julián estaba buscando unos papeles que no podía encontrar por ningún lado, sin más remedio marco el número del beta que era su asistente y este respondió que si no los encontraba podía ir a reimprimirlos a RH, Julián agradeció y salió al departamento de RH para encontrarlo vacío.

-¿Qué demonios? ¿En dónde están todos?

Refunfuño mientras se sentía aún más frustrado.

-Almorzando ingeniero… es la hora del almuerzo, ¿Usted no come?.

La voz delicada del Omega lo hizo brincar un poco y voltear se inmediato a mirarlo de pie justo tras el, el bonito Omega que lo miraba y sonreía, la fragancia de los duraznos llegó a el.

-Oh… hola, discúlpame, no note la hora, nisiquiera recordaba el almuerzo…

-No se preocupe ingeniero, ¿Necesita algo?

-Un documento importante para la contratación de unos nuevos empleados… pero Jovak, bueno… me dijo que podía reimprimirlos aquí.

-Deme un minuto, si me da el número de archivo con gusto lo imprimo.

Julian lo miro, era hermoso sin duda, ¿La hora del almuerzo había dicho? ¿Por qué el no estaba comiendo como todos los demás?

-Que te parece si mejor… ¿te invito a almorzar?Tampoco has comido ¿no es cierto? Y bueno, así me disculpas por no tomarnos ese café juntos antes, ¿Qué dices, aceptas?

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