CAPITULO 12: Mi Angel

Después de acabar con la sirvienta, corrí por los pasillos, los guardias no se han alertado aún, o son demasiado incompetentes, o están coludidos al igual que esa sirvienta, mientras me aventuro por los pasillos, veo un grupo de 3 enemigos, uso mi sigilo, y me acerco de manera rápida, con mi cuchillo he acabado con los tres de manera limpia y rápida.

Primero apuñaló a uno en el cuello, en la yugular, después pateo los testículos del otro mientras con mi cuchillo apuñaló en el brazo al siguiente ya que bloqueo mi golpe, entonces giro el cuchillo y hago que se voltee, mientras lo tomo del cuello, lo llevo al suelo, haciendo palanca con mi rodilla le rompo el cuello.

El que quedó adolorido es asesinado igualmente por mi de manera rápida con una puñalada en el corazón, sigo corriendo a la posición de Ania, ella se esta moviendo junto a otros tres, deben ser guardias o sirvientes suyos, mientras estoy a punto de interceptarlos, me encuentro con dos enemigos más, estos me quieren emboscar, pero ya les he visto, las paredes son de madera, así que sin problemas disparo a través de ellas matándolos a los dos.

Mientras sigo avanzando, ya estoy casi reunido con ella, después de reunirme debo sacarla de la mansión, debo llevarla al castillo real, pedir asilo, su padre debe ser poderoso también, ¿Porque carajo hacen esto?, ¿Acaso su padre no podría mandar más guardias?.

De pronto, me he topado con otros 6 enemigos, estos ya saben de mi presencia, se mueven demasiado rápido, están usando hechizos de mana, y son excelentes, están muy bien entrenados, estrategia de pelea, retirada táctica, no, no soy un gran protagonista que vence a 6 expertos sin problemas, esto es serio, debo hacer que se separen lo más posible.

Mientras escapo por los pasillos, veo sus presencias moviéndose en mi persecución, me oculto detrás de un gran mueble y dos de ellos pasan de largo, uno es asesinado por una de mis balas .45, el otro cae con una 5.56 de mi rifle de asalto, me agacho cuando un gran proyectil pasa rozando mi cabeza, haciéndome una pequeña cortada.

Disparo una ráfaga en modo de fuego de supresión,  ellos esquivan pero aun así logro herir a uno, después lanzó un hechizo de electricidad, ellos están sumamente desconcertados ya que me enteré que aquí no existe ningún tipo de magia relacionada con la electricidad, es de esperarse de un mundo medieval.

Quedan paralizados, aprovecho y disparo matándolos a todos con fuego automático, pero veo en mi radar mágico, ya no puedo perder más tiempo, Ania esta en peligro, debo apurarme, mientras empiezo a moverme de manera rápida, noto que alguien la está atacando, pero ese alguien es de su séquito, hay más de 1 traidor, otros tres la defienden pero no se ven muy experimentados.

Salida de Emergencia, Séquito de Ania .

Estoy asustada, no se que debería hacer, solo estoy siguiendo a mi séquito por los pasillos interminables mientras pienso en Azrael, quiero que este bien, estoy preocupada por el, aunque se que es un guerrero de temer con un gran poder no quiero que le pase nada.

El se volvió especial para mi, además, es posible que este embarazada de el, no puede morir, debe hacerse responsable, yo, yo no quiero que me abandone, sumida en mis pensamientos no me di cuenta que estábamos por llegar a la salida, estoy acompañada de dos de mis guardias, junto a 3 sirvientas y el mayordomo de la mansión.

Según se, mis otros caballeros ya están protegiendo la mansión luchando, de pronto escucho algunos truenos a lo lejos, no, no son truenos, reconozco ese sonido, es el arma de Azrael, me alegra saber que está bien, pero me asusta escuchar su arma, ya que eso significa que esta peleando.

Se que estará bien, debe estarlo, mientras avanzamos escucho esta vez su arma pero, se escucha más rápida, Azrael esta en problemas, si usa su arma de esa manera significa que hay muchos enemigos, ya casi llegamos, pero cuando estamos cerca, de pronto uno de mis guardias apuñala al otro por la espalda, mi cuerpo no responde, pero se que esta pasando, es un traidor.

-¡Señorita Ania!-

Mi mayordomo se pone frente a mi, el no es experto en combate, solo tiene un entrenamiento básico de manejar una espada, desenfundo frente al guardia traidor, mientras mis sirvientas también sacan sus dagas, aunque tampoco son expertas en combate

El guardia sonríe, mientras de todos lados más enemigos salen, están vestidos de negro, mis sirvientes no podrán contra ellos, me dieron clases de magia básica, debería poder aunque sea hacer algo para ayudarlos, aunque me especializo más en la magia de tierra, la cual es difícil de usar aquí.

Estoy asustada, pero no puedo quedarme solamente así, si me van a asesinar, debo morir peleando aunque sea, no puedo evitar que las lágrimas salgan de mis ojos, tengo demasiado miedo, quiero irme a casa, quiero estar en mi cama, quiero a mi papá, quiero a mamá, no quiero estar aquí, quiero ver a, a, azrael, quiero verlo.

-AZRAEEEEEEEL-

Un grito resuena de la pequeña niña, cuando un tipo vestido con su uniforme táctico nocturno sale de una de las puertas arrollando a dos atacantes mientras dispara de manera precisa y rápida su gran arma divina, los truenos hacen que uno a uno los atacantes muera de manera rápida y sin siquiera saber como.

Mientras disparo, veo a Ania en el suelo asustada y sus sirvientes tapándose los oídos, están asustados, pero no le doy importancia, hay más de 13 enemigos rodeándonos,  disparo mi fusil de asalto pero este combate es muy cercano, logro matar a 7 pero los demás se abalanzan sobre mi, entonces cambió a mi arma corta y disparo de manera rápida.

Al hacerlo mato a otros 2, pero ya están cerca, esquivo una estocada sacando mi cuchillo, mi cargador esta vacío, así que será una pelea cuerpo a cuerpo contra 4 enemigos, esto será complicado, activo mi refuerzo de mana, mientras los analizo a todos.

-Formense pendejos, para que no les toque doble-

Me puse en guardia, no hay chance de escapar, esto será una pelea a muerte, la adrenalina se canaliza en mis venas y empiezo a moverme de manera rápida atacando de manera bestial, mi entrenamiento me enseñó a pelear con muchos enemigos a la vez, pero lo que es obvio en todos lados, esta no es una película de acción, es la ley de la pelea cuerpo a cuerpo con armas blancas, habrá sangre de ambos bandos.

Heridas se forman en mis brazos mientras acuchillo y corto de manera rápida y limpia, esto debe ser terminado lo más rápido posible, esto debe terminar de manera rápida o si no estaré en graves problemas, lanzó una estocada a uno en el estómago, ruedo de manera rápida esquivando a otro, mientras detengo una cuchillada con mi antebrazo, corto el cuello del atacante deslizando mi cuchillo, otro me da una estocada con su espada, mi chaleco y la placa antibalas han parado parte del golpe pero aun así la puñalada entre en mi abdomen.

Acuchillo su cuello de manera limpia tomándolo y usándolo de escudo ante el ataque con espada que viene desde mi costado, al hacerlo la espada atraviesa mi escudo humano pero me corta la muñeca, es herida grave, usando el cadáver lo lanzó hacia mi atacante el cual reaccióna y suelta su espada acercándose con una daga oculta.

Esquivo lanzó un codazo al mentón de mi agresor, este se gira y me patea por la rodilla, afortunadamente mi rodillera para el golpe y evita una lesión grave pero aun así la fuerza dobla mi pierna, al estar de rodillas bloqueo una patada que va a mi cabeza, sostengo la pierna y clavó mi cuchillo en la parte trasera de su rodilla, justo en el tendón.

Al mismo tiempo el me lanza una cuchillada que me hace un corte en el rostro, la sangre brota de mi cata y me hace retroceder, este tipo es bueno, después de retroceder ambas partes, El atacante ne mira con algo de miedo pero con mucha atención analizandome, entonces empieza a hablar.

-Nunca he visto ese estilo de pelea antes, es extraño, será un honor pele-

Un disparo hace que caiga al suelo muerto, mientras empezó a hablar estúpidamente recargue mi arma corta y le disparo en la cabeza, no se a quien se le ocurre hacer esa estupidez, pero bueno, los errores de mis enemigos me dan la victoria siempre.

La pelea ha terminado, varios guardias entran, no solo de Ania, si no también caballeros de la guardia real, los cuales empiezan a detener a los sospechosos y empiezan a tratar a los heridos, una chica se acerca a sanarme, la magia sanadora es realmente buena, muchas de mis heridas son curadas, aún así, uso mi manipulación de mana, pongo el mana en mi heridas, su puedo hacer que las moléculas de los materiales vuelvan a su estado original, es lo mismo con mis células y tejidos.

Y tenía razón, en menos de 5 segundos estoy curado, pero dolió como la mierda sanarme con el mana, no se porque, pero duele demasiado, menos mal que estoy acostumbrado, cualquier civil hubiera perdido la conciencia, me levanto, mientras miro detrás mío, Ania me mira desde el suelo, sus ojos se ven llorosos, esta temblando, entonces solamente decido acercarme y cargarla en mis brazos de nuevo.

Es la primera vez en mucho tiempo que me preocupo por alguien, pobre chica, es solo una niña y ya ha pasado muchas cosas, al cargarla, ella llora mientras se acurruca en mi pecho, yo aún tengo sangre en la piel, pero ella no parece importarle, entonces se acerca uno de los guardias para hablarnos.

-Señorita Ania, y señor, eh, ¿Cuál es su nombre?-

-Azrael-

-Señor Azrael,  bueno, el rey se ha enterado de estos actos tan desvergonzados, así que los ha invitado a pasar la noche en el palacio imperial, hasta que empiece la ceremonia de presentación, allí estarán más seguros-

Ania volteo secándose las lágrimas mientras, asentía al guardia y me miraba a mi, la entendí sin que dijera algo, así, nos dirigimos al castillo recibidos por un séquito de sirvientes y guardias reales.

Hasta que me di cuenta que seguía cargando a Ania, la cual estaba muy avergonzada y muy sonrojada, me miraba con ojos suplicantes, aunque no entiendo porque simplemente no me dice que la baje.

-Perdón, Ejem, vayamos-

Nos dirigieron por los pasillos del castillo, el cual era muy lujoso, había varios sirvientes,  varios guardias, era como un cuento de hadas, yo llevaba mi uniforme junto con mi arma, y todos me veían de manera curiosa y desconcertada por mis vestimentas, después de un buen rato caminando llegamos a la habitación donde estaría Ania.

-Bueno, aquí te dejo pequeña, yo me iré a la otra habi-

-No, eres mi guardia personal, quiero que te quedes conmigo en mi habitación, por favor-

Sus ojos llorosos eran suplicantes, de todas maneras, pensé que así sería más fácil cuidarla, así que entre con ella en la habitación, una doncella entró para ayudarla a cambiar, así que me di la vuelta solo escuchando el proceso.

"Me alegra que sea un caballero" pensaba la pequeña niña viendo la espalda de su escolta.

Después que se hubiese cambiado, yo solamente me desabroche el chaleco, me afloje un poco el cinturón y me senté en en la silla para dormir, ella me miraba desde la cama, mientras la luz de la luna la iluminaba recostada, solo puedo describirlo con una palabra, hermosa.

-¿Que tanto me miras?, ¿Acaso piensas atacarme en la noche?- ella habló sonrojada y con un ligero tartamudeo, por lo tanto me dieron muchas ganas de burlarme de ella.

-Si así fuese, ¿Te molestaría que lo hiciera?- Después de decir ello me reí un poco por su cara

-No te burles de mi, estúpido, soy una dama de la nobleza, ¿No tienes miedo de ser arrestado?-

-Ja, no, no me da miedo, porque se que en el fondo no te molesta que me esté burlando de ti-

Ella dio un Hmph, mientras se volteaba, note su sonrisa en el rostro, entonces decidí cerrar los ojos mientras dormía para prepararme para el siguiente día, antes de dormirme y caer en el sueño, escuche sus palabras.

-Descansa mi ángel- dijo ella.

Paso mucho desde la última vez que sentí una sensación así, y no se siente tan mal, es una lastima que en un punto nos tendremos que separar.

Continuara...

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***