Alexis sexy empujó a Alexis alfa antes de que terminara de decir lo que tenía que decir.
- Alto ahí\, joven rufián\, no intente tomar ventaja de la situación en la que nos encontramos.
- Tú cállate\, conoce tu lugar\, es más\, ni siquiera deberías estar aquí\, solo eres un exmaestro que ni siquiera tuvo las agallas de terminar su trabajo.
Alexis sexy se puso rojo como señal de semáforo, pero pronto recuperó los estribos, Marcus intercedió y los sacó de la habitación, incluyendo a Alexis gay, parecía enfadado. Cuando cerró la puerta, se acercó con una enorme sonrisa en su rostro y los ojos más brillantes que había visto en mi vida.
- ¿Y bien? ¿a quién vas a escoger?
- ¿De qué me hablas? ¿escoger qué cosa?
Sabía de qué me hablaba y sentía mi rostro caliente, no podía simplemente decidir, ambos tenían lo suyo, aunque tengo mayor cercanía con Alexis alfa, pero el Alexis sexy es... Sexy, joder.
- Vamos\, Julia\, podrás engañar a esos dos\, bueno\, no\, es que ni siquiera te puedes engañar a ti misma\, ni a un niño que todavía cree que la leche de chocolate proviene de una vaca oscura.
- ¿Me estás diciendo que la leche de chocolate no es natural?
- Buen intento\, pero ya capto\, entonces hablemos sobre lo que sucederá ahora\, entiendo que necesites un tiempo para volver a tu vida normal.
- ¿Volver? No\, no quiero volver\, quiero avanzar.
Me sonrió y me abrazó con cuidado, besó mi frente y se despidió, parecía orgulloso y eso me hizo sentir bien, creo que mejor que nunca.
- Y no tardes en escoger\, esos dos podrían quemar el hospital entero contigo dentro.
- Cierra la boca.
Cuando cerró la puerta tras de sí, me quedé sola, escuchando el monitor de signos vitales, me recosté y pensaba que era extraño, ya había pasado demasiado tiempo que no soñaba, que horror sería que esto no fuera más que un sueño vívido y en realidad sigo en ese oscuro lugar. La idea me hizo reír y tener miedo a la vez, pero el dolor me recordaba que no estaba soñando, pero podré volver a soñar ¿cierto? Quizás ya era hora de vivir en la realidad sin tener que escapar de ella cada tanto tiempo.
Pasó el tiempo, seguía teniendo la visita de los Alexis y Marcus, hasta que por fin me dieron el alta. Lo primero que hice cuando pude salir del hospital fue, ir a la biblioteca. Dentro, la señora silencios me preguntó si estaba bien, parece que alguien fue a contarle el chisme, eso o salí en las noticias.
- Si\, me encuentro bien\, gracias por preguntar.
Me sonrió y puso su dedo en los labios, esa señora nunca va a cambiar.
- Solo por hoy\, puedes presionar mi botón para salir de la biblioteca.
O puede que, si cambie, esto es raro, pero agradable. Subí a mi espacio, sabía que Alexis alfa no estaría, todavía es horario de clases, pero me puse a leer, me imaginaba cada palabra de las novelas que estaba leyendo, comencé a escribir las ideas que me llegaban a la mente y probar distintas formas de captar la atención de mi misma, si podía atraparme, podría atrapar a alguien más. Sin embargo, en ningún momento soñé, parecía que mis sueños vívidos se esfumaron, aunque era triste, también me sentía aliviada.
Seguí tomando notas y dándole forma a mi novela, el tiempo pasaba y Alexis alfa llegó, me saludó como si nada, tenía un aire de triunfo.
- Te alegrará saber que el exprofesor y yo\, ya no pelearemos\, al menos no de forma agresiva.
- Oh ¿qué sucedió?
- Tuvo que salir de emergencia\, le surgió algo\, pero hicimos un pacto\, dejaríamos que tú tuvieras la elección en lugar de que nosotros la forzáramos\, de esa manera no podrías arrepentirte y tendrías más material para tu novela.
- Eh\, entonces soy como una especie de trofeo.
- N-no\, no lo quería hacer ver de esa manera\, es solo que\, son tus sentimientos y\, bueno\, yo\, es que\, ay.
Me gustaba molestarlo, era como jugar con un niño, uno que de repente se convertía en un adulto en quien confiar, quizás tenga ya una elección, pero lo pensaré después de llevar al bastardo de Alexis a la cárcel, ahora no quiero pensar en el amor, aunque sea inevitable.
- ¿Estás soñando de nuevo?
- Si\, sueño que te crece pelo por todos lados y te vuelves una suricata gigante tipo Godzilla\, raaawr.
Ambos comenzamos a reír luego de un momento de silencio, recosté mi cabeza en su hombro, me sentía bien, me sentía tranquila, pero esta paz no duraría por siempre, la búsqueda de Alexis bastardo empieza y mi novela será mi boleto de salida, así que me tengo que esforzar para que este terrible sueño termine de una vez, las “pesadillas” no volverán jamás.
Fin
Oh, espera ¿es buena idea que le ponga así? Solo “fin”, creo que no, tengo que pensar en otro final, quizás haré que Julia se quede con el Alexis gay, eso sería impactante para las lectoras ¿no?
- ¡Princesa! Por fin la encuentro\, el rey la ha estado esperando durante horas\, debería dejar de estar escribiendo\, deje eso para los académicos y los pobres escritores.
- ¡No quiero! “Mis palabras llegarán a los corazones de las personas”.
- Sus palabras llegarán\, pero de otra manera\, así que\, por favor\, vaya con el rey\, quien seguramente ya está más que enfadado.
- Catherine es mi sirvienta; una mujer que ronda los 20\, de tes clara con el cabello corto y rojizo\, aunque tiene una buena silueta\, los lentes ocultan su rostro\, haciéndola parecer como una mujer recia\, poderosa y que le encanta estar dándome órdenes.
- ¡Princesa! Deje de estar hablando de esa manera y por favor\, deje de usar esas ropas tan extrañas\, parece hechicera\, aparte ¿a quién le habla?
- Hablo conmigo misma\, no te preocupes\, Cat. Bueno\, iré a ver al rey\, por favor\, deja mis hojas\, así como están\, terminando con el rey\, volveré a seguir escribiendo\, no me gusta el final que le he puesto a Julia.
- Como ordene.
Agachó la cabeza en símbolo de sumisión, pero pude notar nuevamente esa mirada, piensa que me he vuelto loca, aunque puedo comprenderlo, puesto que no soy la verdadera princesa. Soy María y por alguna razón que desconozco, estoy tomando posesión del cuerpo de la verdadera princesa, en un mundo distinto al mío y al parecer soy la mala de la historia. Me dirijo hacia el trono, donde estaba el rey, quien, por cierto, chisme, es mi hermano.
- Por fin llegas\, princesa Alexandra.
Bueno, supongo que aquí termina una historia y comienza otra, ahora sí, fin... Por ahora. Ahora sí me gustó el final.
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