Ahora que lo pienso, mis sueños con él siempre son muy intensos, sin mencionar que siempre menciono sobre mis sentimientos hacia él, pero ¿qué siento realmente?
Alexis sexy se acercó, creo que me estaba diciendo algo, pero no entendía o no quería escuchar, cuando estuvo a mi alcance, lo abracé por el cuello y besé sus labios como un acto de rebeldía, quería ser castigada por esos brazos fuertes, quería que me dijera las palabras más obscenas, quería muchas cosas, pero tan solo se fue y yo cerré mis ojos.
A la mañana siguiente desperté con resaca, Alexis alfa estaba en la mesa con Marcus, ambos estaban esperando a que despertara para desayunar con ellos antes de ir a clases.
- El profe ya no estaba cuando desperté\, quizás se fue antes porque es el maestro.
- Pero hoy no le toca dar clases ¿o sí? ¿qué día es hoy? Por cierto\, Alexis sabe cocinar bastante bien\, todo huele sabroso.
- Creo que es martes\, con M de Marcus.
- Bromas muy malas para despertar los ánimos\, Julia.
Los tres desayunamos lo que era un desayuno “continental”, al finalizar nos preparamos para ir a clases, a pesar de la cruda que nos llevamos en la espalda estuvimos riendo y platicando, esto era tener un grupo de amigos exclusivo ¿verdad? Porque se sentía muy bien. Cuando entramos en clases, un nuevo profesor se presentó junto con la directora, quien dio un anuncio que nadie esperaba.
- Debido a temas personales\, el profesor Alexis ya no dará clases aquí en la universidad\, he de aclarar que no hubo ningún problema por parte suyo ni de nosotros\, fue una decisión que tomó por sí mismo y esperamos que siga teniendo éxito allá donde escriba. De momento les presento a su nuevo maestro\, el Profesor Letritas.
Las risas contenidas no tardaron en escucharse por todo el salón, el nombre era muy gracioso para la apariencia del nuevo maestro, quien era un hombre alto y fornido, de tes clara, calvo y con ojos que parecían haber estado en la guerra: apagados, sin vida y que parecían mirar el vacío de los corazones de cada persona.
- Soy el Profesor Letritas\, uso ese nombre para derrumbar la idea de ser un maestro estricto\, criminal y que los reprobará en cualquier momento. Seré su maestro de letras de ahora en adelante y espero nos llevemos bien\, ya que\, caso contrario no tendrán otra elección más que cambiarse de escuela.
Era directo, me agradaba, pero puede que sea de las pocas personas que le agradan este tipo de maestros, quizás la única. La clase fue pesada, fue una tortura mental para todos, incluso para Alexis alfa, quien ya tomaba por genio. Nos obligó a leer todo un libro sobre teoría social en la época victoriana y escribir un ensayo en los 120 minutos de clase, no hubo descanso porque este ensayo sería parte de nuestra calificación final, muchos no acabaron y quienes terminamos no sabíamos si lo habíamos hecho bien.
- ¿Cómo te fue\, Julia?
- ¿Quién es Julia? Ahora no puedo pensar en otra cosa además de meñiques levantados y pelucas altas.
Marcus ni siquiera se levantaba de su lugar, parecía perdido en la eternidad del cangrejo ¿o era inmortalidad? Bah, necesitaba descansar mi cabeza, mi mente ni siquiera tuvo tiempo de vagar en la imaginación y los sueños del estrés que sufrió, el Profesor Letritas era malvado, así como la resaca.
Durante el camino a la biblioteca, pude ver a Alexis sexy que estaba sentado en el mismo árbol que lo conocí por primera vez, parecía ser un sueño, la forma en que la luz acariciaba cada uno de sus cabellos y la concentración que tenía al leer el libro que sostenía con delicadeza, incluso parecía acariciarlo, al punto que me sentía un poco celosa.
- Profesor\, bueno\, ya no es profesor al parecer.
- Hola\, Julia. Así es\, ya no seré más tu profesor en la universidad.
- Y si no es indiscreción ¿por qué se salió?
- Porque sería problemático si siguiera como maestro y de todas formas solo era un trabajo temporal que estaba usando para mi siguiente novela.
No lo entendía del todo, pero su mirada era triste, por lo que decidí no indagar más, a pesar de que me moría por saber, probablemente se había enamorado de alguna maestra o la sacerdotisa finalmente logró chantajearlo, de cualquier manera, es mejor no seguir con ello, pero...
- Entonces ¿seguirá ayudándome con mi novela?
- Por supuesto\, todavía permaneceré en la ciudad una temporada. Y Julia\, puedes tutearme si gustas.
- Muchas gracias\, pero preferiría tener ese nivel de respeto.
En realidad, solo me gustaba hablarle de usted, así sentía que tenía cierto poder sobre mí, un sentimiento que había probado anteriormente, pero que nunca me había agradado, incluso ahora me hace vibrar de miedo, pero lentamente se convierte en algo más y quiero saber a dónde llegará ese sentimiento, quiero descubrirlo, porque se siente prohibido.
- Irás a seguir leyendo para darte más ideas sobre lo que escribes ¿no?
- Sí\, todavía me falta mucho por aprender\, pero creo que ya estoy captando la esencia de lo que deseo transmitir.
- Vamos\, te acompaño.
Por muy extraño que fuera la amabilidad que me mostraba, acepté sin más. Llegando a una de las mesas, comenzamos a estudiar, las clases personalizadas eran mucho mejores que las generales, podía preguntar y entender mejor, a mi manera y a mi ritmo. Durante mis clases personales, se acercó Alexis alfa, ya de por si era sorprendente que usara una de las mesas, más sorprende fue verlo con cara de enfado.
- Julia ¿necesitas ayuda?
- Como podrá ver\, joven Alexis\, Julia ya está siendo apoyada.
- Disculpe\, profesor\, no lo había visto y\, de cualquier manera\, a quien me dirigí fue a Julia\, no a usted.
Parecía que ambos estaban sacando chispas de los ojos, lanzando miradas violentas y yo que me sentía emocionada, sabía que estaba mal, pero no podía evitarlo. De repete, Alexis alfa se levantó y le siguió Alexis sexy, ambos chocaron el pecho inflado, ninguno retrocedía, parecía que en cualquier momento iba a suceder algo grave.
- ¡A la cuenta de diez!
- Como guste\, joven.
No entendía qué estaba pasando, pero ambos se separaron y caminaron hacia lados opuestos hasta contar nueve pasos, justo en el décimo paso, ambos giraron, desenfundando armas de fuego y disparando una ráfaga de balas y entonces el tiempo se detuvo. Alexis sexy sopló en el barril humeante de su arma mientras que Alexis alfa caía al suelo.
- Espero no te arrepientas de esto.
- Fue una batalla justa... Joven Alexis...
Alexis sexy se desplomó en el suelo, herido y moribundo. Un grito agudo me hizo girar, era una chica que estaba pidiendo ayuda, cuando me giré nuevamente vi a Alexis sexy en el suelo con una herida en su rostro, Alexis alfa lo había golpeado tan fuerte que lo había tumbado de un solo golpe.
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