Las chicas se quedaron como piedras, ni siquiera se atrevieron a voltear para ver a Alexis hermano. Cuando mi hermano comenzó a acercarse, una se puso de rodillas frente a él y comenzó a pedir disculpas.
- Yo no quería hacerlo\, ellas me obligaron\, yo no quería.
- Pero si tienes la capacidad de negarte a no hacer lo que ellas quieren ¿no? Tienes “libre albedrío” ¿o me equivoco?
La chica soltó un gemido de miedo mientras comenzaba a llorar, Alexis hermano caminó sobre sus pies, pero la chica no se movió ni un centímetro. Las otras se apartaron de su camino mientras miraban al suelo con nerviosismo, algunas incluso comenzaron a sudar, nunca las había visto de esta manera y me gustaba, pero el saber que era por Alexis hermano me daba un mal sabor de boca.
- Hermanita querida\, espero no te hayan dado problemas mis nuevas amigas.
- ¿Amigas? Más bien parecen sirvientas.
- Vamos\, ellas hacen eso porque quieren.
Se acerca para abrazarme, luego de un buen apretón, me susurra al oído “Te estás volviendo un poco rebelde ¿no?”. Fue donde me di cuenta de que le había respondido sin pensarlo, pero esta vez me quedé en silencio. Por suerte, a los pocos minutos, se acercó Marcus, quien estaba admirando la escena.
- Oh\, pero si es el chico del otro día.
- Hola\, extraño\, no sabía que ibas a la misma escuela que mi hermana.
- Ya\, no sabía que eran hermanos.
Marcus me miró con ojos de ofendido, pero no podía evitar sonreír por cómo las seguidoras de mi secta estaban en fila, con la mirada baja y sin hacer ni un ruido o movimiento, parecía tan irreal.
- Bueno\, lo lamento\, pero tengo que llevarme a Julia\, tengo una consulta que hacerle\, para un proyecto escolar.
- Claro\, no hay problema\, yo pasaré el rato con mis amigas ¿verdad\, chicas?
Las chicas se encogieron de hombros y asintieron, Marcus me llevó lejos y cuando estábamos fuera de la vista de ellas me mencionó que las piernas le temblaban.
- ¿En verdad es tu hermano?
- Sí\, algo así.
- Que miedo ¿viste cómo tenía a tus seguidoras? Me pregunto si tiene algo que ver con la sacerdotisa.
- No lo sé\, ni me importa\, entre menos sepa lo que sucede\, será mejor\, lo mismo es para ti.
Marcus asintió sin decir nada, se notaba que estaba preocupado y que tenía mil dudas, pero decidió guardarlas para otra ocasión. De momento, me sentía agradecida por su aparición, me ha salvado de estar en ese ambiente tan tóxico, pero también tenía miedo, porque ahora Alexis hermano sabía a qué escuela iba y probablemente también sabía en dónde vivía.
El pensar en todo esto me hacía sentir abrumada, desesperada, pero a la vez, cansada y con ganas de recostarme en el suelo y que la vida siguiera sin mí, quizás si lo hago, mis problemas se resuelvan por sí solos. Qué más da, le dije a Marcus que me recostaría un rato y se sentó conmigo.
- La vida se sigue moviendo y nosotros estamos contemplando la existencia.
- La existencia es efímera\, cada segundo que pasa\, todo cambia\, nada está en el mismo lugar en el espacio.
- ¿Te has drogado acaso?
Me reí un poco antes de volver a mirar la nada, pero entonces apareció Alexis sexy, me mencionó que no era necesario enseñarme más, porque con lo que había aprendido y escrito era más que suficiente para ser famosa y que mi nombre llegara a todos lados, no tenía ni ánimos de emocionarme, así que solo levanté las manos en celebración y se fue.
Al poco tiempo apareció la sacerdotisa, se disculpó enormemente por haberme molestado y a cambio me dio un cheque en blanco, me dijo que podía poner la cantidad que quisiera, su padre se haría cargo de que pudiera cobrarlo en el momento que deseara, después se marchó, no sin antes volverse a disculpar, pero seguía igual de indiferente, el cheque lo guardé en un bolsillo, donde quizás no lo encuentre nunca más.
Alexis gay apareció junto a Alexis alfa, ambos estaban platicando de lo grandiosa que era mi novela, posteriormente Alex gay le propuso matrimonio a Marcus, le dio un anillo que tenía mi nombre, porque su amor era como yo, genial y maravillosa. Marcus aceptó entre lágrimas y juntos se fueron en una carrosa tirada por un par de caballos blancos hermosos de ojos perlados, me sentía feliz por Marcus, pero no lo suficiente como para levantarme. Mientras tanto, Alexis alfa me decía que ya era hora.
- ¿Hora para qué?
- Ya viene siendo hora de que te enfrentes a tu hermano ¿no crees?
- No\, ese problema se arreglará por sí solo\, solo necesito mantenerme aquí\, sin pensar\, sin hacer nada.
- ¿En verdad es lo que quieres?
- No. “Todo esfuerzo es gratificado\, todo final tiene su recompensa. Depende solamente de mí qué tipo de recompensa tener.”
¡Ahora estoy molesta! ¿Por qué debe tener razón? Me levanté de golpe y Marcus se asustó. Me fui sin decir nada, Marcus iba detrás de mí, le encantaba el chisme y no quería perderse ninguno, supongo que le pareció extraño que me dirigiera a la biblioteca.
- Espera ¿por qué estás tan molesta? ¿acaso le harás algo a la anciana?
- ¿Qué? No\, tengo unas cuantas palabras que decirle a alguien\, así que\, por favor\, no me detengas.
Cuando entré a la biblioteca, el silencio imperaba, como era costumbre, pero en esta ocasión no se escuchaba ni el siseo silenciador de la vieja silencios. Subí lo más silenciosa al segundo piso, donde usualmente estaba Alexis alfa y entonces lo encuentro, rodeado de libros como era costumbre, estaba ahí sentado, con sus ojos lagrimosos y un rostro que parecía que se le había ido un ser querido. Sentía mi coraje desvanecerse lentamente ¡pero no, tenía que mantenerlo en alto!
- ¡Alexis!
- ¡¿Eh?! ¿Qué sucede\, Julia?
- No me vengas con eso\, no me has mandado ni un solo mensaje en todos estos días.
- Porque pensé que estabas molesta y parece que tengo razón.
- Estoy molesta por otra razón.
- ¿Qué hice?
- No es algo que hiciste\, es algo que no has hecho y ya me he hartado.
- Espera\, hablemos ¿qué sucede?
Mi frustración y miedo llegaron a límites que desconocía, sin pensarlo le lancé una bofetada, Alexis alfa se quedó boquiabierto, así como Marcus, pero antes de que Alexis pudiera decir algo, tiré del cuello de su camisa y le planté un beso tal como en cualquier novela romántica, sin sentido y con todo el afán de demostrar mis sentimientos de manera abrupta.
- Eres un idiota ¿lo sabías?
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Comments