Alexis alfa parecía muy sorprendido, al igual que yo. Quise escapar, pero me sostuvo de la mano con firmeza, sin hacerme daño. Nuestras miradas se cruzaron, sus ojos eran intensos, al punto que sentía como si mis piernas comenzaban a temblar. Tiró de mi mano y caí sobre sus piernas mientras me rodeaba con su brazo en la cintura.
- No huyas de nuevo\, quédate.
Asentí con un ligero gesto y cerré los ojos, acercándome a sus labios nuevamente para continuar con ese sentimiento que estaba golpeando mi corazón, el tiempo parecía una eternidad, continuaba acercándome, pero no sentía sus labios ¿por qué rayos no estoy sintiendo el calor de sus labios sobre los míos?
Al abrirlos, vi cómo Alexis alfa se acercaba con una bebida en mano, me sentía furiosa con él, aunque sabía que por desgracia todo fue un hermoso sueño, no podía evitar enojarme, mi cabeza estaba jugando cruelmente con mi corazón ¿y ahora qué demonios hago con estos sentimientos? ¡Frustración!
- ¿No te gusta el sabor del agua?
- No sabe a nada\, es como el vacío.
- Que profundo\, pero si quieres te lo cambio por mi jugo.
Al menos tendré un beso indirecto, tomé el jugo y comencé a beberlo. No sentí nada, las novelas románticas que había leído me mintieron, un beso indirecto es lo mismo que un beso no dado, ahora me sentía más frustrada y no sabía cómo hacer para irme sin que se diera cuenta de mi enfado contra él.
Mi celular comenzó a vibrar, era una llamada de Marcus, aproveché la oportunidad y me despedí de Alexis alfa con la excusa de que era una llamada super importante, pareció entenderlo, pero me sentía mal por tener que irme de esta manera. Salí de la biblioteca y me encontré con Marcus, estaba un poco distraído.
- Oye ¿será que podríamos ir a tu casa?
- Claro\, pero ¿qué pasa?
- Necesitamos hablar.
Fuimos a mi casa, durante el camino el silencio era incómodo, tampoco sabía por qué no me podía decir lo que sucedía afuera de la biblioteca o por la llamada, pero en parte me alegraba poder alejarme de Alexis alfa. Cuando llegamos, Marcus se derrumbó en el sillón, estaba sudando, angustiado y me pidió que trajera alcohol, sin pensarlo dos veces, traje el botiquín, Marcus se quitó la chaqueta, se levantó la camiseta y me mostró una herida que tenía en el costado.
- ¿Quién rayos te hizo esto?
- De eso necesitamos hablar. No sé en qué problema te has metido\, pero necesitas resolverlo.
- ¿De qué hablas? ¿qué sucedió?
- Tus seguidoras\, amigas\, fieles de la secta Julia.
A mi mente, me llegó la imagen de la maldita que me mandó al hospital el otro día, esto se estaba saliendo de control, pero ¿por qué atacar a Marcus?
- Mira\, deja te cuento el chisme\, pero antes\, por favor...
Me hizo una seña de la herida, rápidamente me puse a limpiar la herida y desinfectarla, por suerte no era una herida grande, así que no necesitaría ir al hospital, sin embargo, me sorprende que hayan llegado tan lejos, la seguridad en la escuela es un asco.
- Pues te cuento. Luego de que nos despedimos de esa deliciosa comida\, tus fans me siguieron\, me acorralaron y comenzaron a amenazarme\, diciendo que debería hacer que recapacites y te olvides del profesor\, obvio me negué.
- Y te metieron el fierro.
- No\, querían chantajearme con fotografías de Alexis y yo\, juntos.
- Creo que hoy en día ya les da igual a las personas si eres gay o no.
- Ese no es el problema\, donde sentí el peligro es con mi suegra\, ya sabes\, aborrece a los gays y no puede tener en su mente que su hijo es homosexual. Aún así\, amigos antes que placeres ¿no?
Me dio ternura, quería abrazarlo, pero sabía que lo iba a lastimar por la herida y que el chisme tenía que continuar, ya habrá tiempo para cursilerías.
- La cosa es que me negué en cada una de sus amenazas y chantajes\, hasta que llegaron a la parte de arma filosa\, pero aún así me negué\, por lo que la sacerdotisa principal de tu secta no tuvo otra mejor idea que abrirme un agujero.
Y pensar que tendría que enfrentarlas de otra manera, sinceramente, hubiera preferido que solamente me molestaran a mí, pero llegar a grado de herir a Marcus, a saber, qué más llegarían a hacer, tal vez debería evitar a Alexis sexy, al fin y acabo, Alexis alfa me está ayudando con mi novela, pero si hago eso, estaría traicionando mis sentimientos.
- Fue entonces que llegó el salvador y las alejó\, vaya rostro tenía ese chico\, ahora que lo pienso\, se parece un poco a ti cuando te enojas.
- ¿Cómo dices?
- El chico que me salvó\, después de acuchillarme\, llegó un chico y tu secta huyó al verlo\, daba miedo.
- No\, no\, lo que decías que se parece a mí.
- Sí\, el labio se tuerce un poco cuando te enojas y el del chico también estaba torcido.
- ¿Te habló? ¿te hizo algo? ¿qué sucedió?
- No\, no dijo nada. Luego de que las otras se largaran\, él también se fue sin mediar palabra alguna.
El timbre de la casa había sonado, mi corazón dio un vuelco, no quería abrir la puerta, no quería asomarme, comencé a sentirme mareada, agitada. El timbre sonó nuevamente, quería protegerme, quería proteger a Marcus, pero no sabía si quien salvó a Marcus fue Alexis hermano, tampoco había lógica para que fuera él, pero mi cuerpo sentía que si lo era. Sonaron golpes en la puerta.
- ¿No vas a ver quién es? Parece importante.
- No\, calla\, no digas nada\, mantente oculto y finge que ni siquiera existes.
El timbre sonó de nuevo, ya no podía más, tenía que abrir la puerta y que sucediera lo que tuviera que suceder. Temblorosa, con ganas de gritar, llorar y destruir todo, paso a paso fui hacia la puerta, los golpes no cesaban, tenía miedo. Miré por la mirilla de la puerta y lo que vi me hizo aguantar la respiración.
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