08

El Alexis sexy estaba parado frente a mi puerta ¿acaso esto era un sueño?

- No quiero que te hagas ideas erróneas\, he venido a petición de la escuela para ver que estuvieras bien y entregarte tus pertenencias.

Nadie se tragaría esa historia, pero igualmente fingiré que es cierto, pero ¿qué se supone que tiene que suceder ahora? Todavía sigo húmeda del baño y no me he vestido apropiadamente y al darme cuenta de ello, comienzo a sonrojarme de manera intensa y lo sé por el calor creciente y porque Alexis acaba de desviar la mirada ¿¡ahora qué hago!?

- Si es un mal momento o te sientes muy mal\, puedo marcharme si gustas.

- ¿Qué? Si\, está bien\, puedes marcharte\, pero a mi sala.

¡Lo acabo de invitar a pasar! ¿Qué rayos está pasando conmigo? Por favor, dime alguna excusa y rechaza mi oferta, por favor, rechaza mi... Y ya anda cómodo en el sofá.

- ¿Gustas café o un té?

- Gracias\, aunque debería de ser yo quien sirva.

- Pamplinas\, eres mi maestro y mi invitado.

- Y podría ser mucho más\, tan solo tienes que pedirlo por esa boquita tuya.

- ¿Disculpa? Excusez-moi? May I beg your pardon?

- Políglota\, me pregunto si hay más materias en donde seas así de... Flexible.

Dentro de mí solo podía escuchar mi propio grito de emoción mientras que mi corazón latía a mil por hora, si en estos momentos me tomara, entonces podría dejar que la noche sea eterna. Que dulce sería poder controlar el tiempo, congelarlo para que solo los dos pudiésemos disfrutarlo como es debido.

Durante mi breve lapso de espacio tiempo loco, se acercó y me tomó de la cintura, me acercó hacia su pecho con firmeza y mirando fijamente a mis ojos, me dijo con esos dulces labios las palabras más rompe pasiones que había escuchado en mi jodida vida.

- ¿Estás bien?

- Si\, perdona.

Seguía sosteniéndome, esto ya no era parte de mis fantasías, cuando giré la cabeza, me di cuenta del por qué. El café que estaba preparando yacía en el suelo, desperdigado como mis esperanzas y mis ilusiones, todo oscuro, feo, sin chiste, pero tan sabroso y caliente.

Luego de limpiar torpemente el desastre que había hecho, estuvimos hablando durante un largo rato, comencé a conocerlo más mientras evitaba contar mucho de mí, pero ahora sé varios puntos importantes.

1. Es soltero\, nunca casado.

2. No tiene hijos.

3. Es un escritor famoso en todo el mundo.

4. Es apasionado\, sobre todo cuando se trata de literatura y arte.

5. Mueve mucho las manos\, pero no sobre mi piel.

- Bueno\, se está haciendo bastante tarde y vivo algo lejos\, sin mencionar que debes descansar. De momento te recomiendo que te tomes unas vacaciones escolares.

- No puedo faltar a clases.

- No sé si eres muy estudiosa o me estás coqueteando\, pero me quedaré con la duda.

No pude evitar reírme ante tales palabras, porque en parte si me gusta estudiar, pero, por otra parte, esto era nuevo para mí, el coqueteo y peor aún, con alguien mayor que yo.

Cuando se despidió en la puerta, me lanzó una mirada penetrante, mi corazón dio un vuelco mientras que la puerta cortaba esa conexión. Me fui corriendo a mi habitación, tenía que escribir todo lo que había sucedido por mi cabeza y también lo que había sucedido en la realidad, estaba inspirada y no iba a dejar que este momento me lo interrumpiera nada ¡Nada!

A la mañana siguiente, desperté llorando, me quedé dormida por el cansancio y no escribí ni una sola palabra, la computadora tardaba tanto en iniciarse que mis ojos decidieron descansar hasta la mañana siguiente.

En mi camino a la escuela me encontré con Marcus, quien seguía preocupado, pero a la vez tenía esa mirada de curiosidad.

- Mira\, no preguntaré más por la herida\, pero me tienes que contar ese jugoso chisme en caliente.

- Caliente estuvo\, pero no estoy segura de sí es un chisme\, además\, es mi vida personal\, no debería-

- Te acostaste con alguien ¿cierto?

- ¡No! No nos acostamos.

- Pero estuviste con alguien\, loquilla\, cuéntamelo todo mientras vamos a clases\, venga.

No me quedó de otra más que contarle lo que había sucedido anoche, omitiendo por supuesto las partes que me había imaginado o creo que había imaginado, para desgracia de Marcus, no sucedió lo que esperaba y su cara de decepción me lo confirmaba, pero aun así me felicitó, aunque también me advirtió de que tuviera cuidado, ya que las relaciones entre alumnos y maestros estaban prohibidas y podrían expulsarnos de la universidad. En mi mente solo vagaba la palabra ❝prohibida❞, sonaba tan maligna y a su vez tan emocionante. Junto a mis pensamientos, apareció el rostro de mi hermano, Alexis.

Las clases pasaron como de costumbre, el Alexis normal estuvo conmigo platicando, me perdía de vez en cuando en su mirada, pero ponía atención la mayor parte del tiempo, al menos hasta que me hizo una pregunta extraña.

- Julia ¿podrías darme tu número telefónico?

- Sin problema\, pero ¿por qué lo quieres?

- Para mandarte memes sin sentido alguno\, mensajes que despierten tu interés e intercambiar opiniones sobre las clases.

Le pasé el número y su rostro se iluminó como el de un niño que obtenía el regalo más maravilloso de su corta vida, me dio mucha ternura verlo en ese estado, a su vez comenzaba a sentir cierto apego, cierto cariño, ciertas ganas de corromperlo.

El horario de clases había finalizado, las compañeras pasaron completamente de mí, lo cual fue un alivio para mi cuerpo. Pasé nuevamente a la biblioteca, donde la señora silencios me recibió con su típica sonrisa de vendedora, tanta falsedad debería ser un delito.

Volvía a sumergirme entre las letras de los libros, aprendiendo de otros autores, empapándome de sus ideas, quizás me encontraría con alguno que también haya escrito sus ilusiones. El día pasaba y continuaba en mi labor, aunque era entretenido leer todas estas historias, sentía que no avanzaba de la forma en que quería, quizás si le tendré que pedir ayuda a Alexis sexy. Me pregunto ¿por qué lo hará gratis?

- Shh.

Vaya, alguien está siendo regañado por la señora silencios, bueno, quizás el chisme me ayude a despejarme un rato, tener alguna idea para poder unir los pensamientos. Me acerqué hacia donde estaba la fuente de ruido que merecía ser silenciado por la anciana, cuando logré verlo, noté que era el Alexis normal. Había tirado una pila de libros sobre otro estudiante y parecía que estaban discutiendo.

- ¿Cómo es posible que no puedas simplemente tomar los libros que necesitas\, tomar una mesa y ponerte a leer de forma tranquila?

- Para un cuerpo con músculo en lugar de cerebro\, me sorprende que estés aquí y más me sorprende que me des un consejo de esa magnitud.

- Es de lógica ¿qué no logras ver el peligro que pones en los demás?

Alexis normal se veía avergonzado, su rostro rojizo y sus ojos llorosos provocaron un sentimiento de querer protegerlo, abrazarlo, cuidarlo, ser su escudo de la escoria de ¿Alexis gay? ¿Qué está haciendo aquí?

- Julia\, te estaba buscando.

- Pues\, aquí estoy ¿qué sucede?

- Necesito un consejo para Mar... Marcelo\, es un amigo que tiene un enorme problema.

Me sentía mal por dejar a Alexis normal entre sus libros y la vergüenza, pero si alejaba a Alexis gay entonces él podría volver tranquilamente a sus estudios, así que me lo llevé afuera, en el pequeño parque a lado de la biblioteca, donde comenzó a contarme el problema de Marcelo y de cómo una relación estaba por irse en espiral, a un profundo agujero super extraño.

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play