06

El salón quedó en silencio por unos instantes, el maestro me observaba intrigado por mi intrépida intromisión.

- Precisamente\, podemos utilizar la palabra "basta" como un final inesperado o intrigante. Solo para la próxima vez\, le agradecería que levantase la mano en lugar de levantar la voz\, señorita Julia.

Volví a sentarme en mi asiento, avergonzada por lo sucedido, probablemente tenía el rostro completamente rojo porque sentía que la temperatura del salón había aumentado de repente.

La campana del final de las actividades escolares había anunciado que era hora de abandonar el edificio y seguir con nuestras vidas. Esperé pacientemente en mi asiento fingiendo que estaba escribiendo, ya que todos se habían marchado me levanté para disculparme con el maestro.

- Discúlpame\, Alexis\, no debí haber gritado a mitad de la clase.

- No me sorprende mucho desde la primera vez que nos conocimos\, cuando estabas siendo bañada con los aspersores como si fueses una dulce flor.

La temperatura del salón volvió a subir al escuchar tales palabras ¿o era el recuerdo vergonzoso de la noche pasada en el parque de diversiones?

- Sobre lo de anoche...

- Claro ¿cuándo gusta que comencemos?

-No, no, espere un momento, antes de eso y me avergüenza mucho preguntar, pero ¿qué fue lo que acepté?

Alexis sexy me miró fijamente y comencé a sentirme cohibida, no sé qué pasaba por su cabeza, pero fuese lo que fuese lo hacía sonreír de manera pícara, pareciera que hice un contrato con el mismo diablo sin darme cuenta, tan solo acepté.

Los segundos que pasaron parecían siglos, sentía que estaba aguantando la respiración en espera de una respuesta, de las pautas de nuestro contrato indecente, justo me sentía como cuando te hacen aceptar el contrato de alguna aplicación sin leer lo que ponen.

- Veo que se distrae con mucha facilidad\, anoche estuvimos hablando de que le ayudaría con su historia o novela\, según cual fuese el caso que le turba últimamente\, a cambio de mis servicios\, me permitiría ser impertinente e invitarle a salir.

- ¿Y eso era todo?

- Así es.

Mi alma dio un respiro, más bien un suspiro, pensé que al final no tendría que ser esclava de nadie ni cometer actos indeseables, pero no sabía si estaba feliz por ello o decepcionada, ahora que lo pienso ¿por qué rayos debería estar decepcionada? ¿qué estoy pensando?

Le comenté al maestro que le diría más adelante en qué día podríamos comenzar ya que tenía que arreglar algunos asuntos personales, a lo que accedió y me dio su número de contacto para poder enviarle un mensaje o hacerle alguna llamada cuando quisiera.

Al salir de la escuela me encontré con mis compañeras de clases, me eran tan indiferentes que ni me había molestado en recordar sus nombres, al fin y acabo no tenía necesidad de hablar con ellas o tener algún tipo de relación más allá que de compañeras de clase. Me cerraron el paso y una de ellas, la más descubierta, me habló con voz amenazante.

- Ni se te ocurra ir a por el profesor\, ya le he puesto el ojo.

- No hay de qué preocuparse\, no tengo intención alguna con nadie.

- Fíjate cómo me hablas\, repugnante intento de mujer\, si no quieres tener una vida pesada en lo que te resta de universidad\, será mejor que me trates con más respeto.

Hice una reverencia como lo haría toda una lady de la época antigua, expresando burla de la manera más sutil que pude, pero no pude ocultar una sonrisa de total y sincero desprecio, fue tal que provoqué que su bello rostro se tornara en una expresión de coraje tal que parecía una ciruela pasa, llena de arrugas.

- Las clases extras comienzan\, chicas.

Entre varias me sostuvieron, mientras que otra comenzó a golpearme en el estómago y en el pecho, la agresividad de sus golpes fue en aumento al ver que su "dueña" no estaba satisfecha, porque mi sonrisa no desaparecía. Luego de varios minutos de palizas, se cansaron y me dejaron cerca de los contenedores de basura, al menos fueron lo suficientemente inteligentes para no golpearme en algún visible.

Cuando por fin tuve la energía para levantarme, apareció Alexis gay, quien me ayudó a levantarme y a recoger mis cosas.

- Oye ¿estás bien?

- Si\, solo perdí algo y lo estaba buscando.

- ¿Te ayudo a buscar? El entrenamiento ya ha terminado y Marcus anda en la biblioteca\, así que ando libre.

- Muchas gracias\, pero... Ya lo encontré.

Tomé del suelo una pluma con un diseño colorido. Alexis gay no se vio convencido, pero tampoco preguntó más, solo me dijo si quería que me acompañara a casa, a lo que rechacé su ayuda, necesitaba la soledad por ahora.

- Bien\, pues gusto en saludarte.

Y se marchó colocándose un antifaz oscuro y hondeando una capa roja, probablemente iba a buscar a Marcus. Cuando giré para irme a casa, me encontré con calles empedradas y casas antiguas, también había carruajes y caballos blancos. Vale, ahora sé que estoy soñando, esto es imposible de confundir con la realidad, pero nunca me había pasado de esta manera tan drástica.

Estuve caminando por los caminos empedrados como si fuera a casa, las personas que me veían pasar estaban asombrados, probablemente por las ropas que llevaba, no eran de la época de mi sueño, pero tampoco le di importancia. Los susurros comenzaron a volverse conversaciones y posteriormente pasaron a ser gritos, podía escuchar cómo me llamaban.

De repente pude notar a un corcel blanco brillante que me cegaba en momentos, era hermoso, tenía una crin rojiza y una mancha en forma de cruz a un costado. Lo montaba un caballero de blanca armadura, quien me sostuvo la mano y me ayudó a montar el caballo, en verdad sentía que estaba recostada entre sus brazos, por lo que me dejé llevar, ya sea que me lleve a casa o al noveno círculo infernal, no me importaba, me sentía bien y de momento no quería despertar.

- ¿Cuál es su nombre?

- Oye\, para ser un caballero\, deberías llamarme lady ¿no?

El caballero me miró con preocupación mientras me colocaba un manto blanco sobre la cabeza, una punzada de dolor me hizo volver ¿cómo es que me puso eso si me estaba cargando? ¿por qué duele? Me encontraba dentro de una ambulancia e íbamos rumbo al hospital, el caballero resultó ser un paramédico y el nombre corcel una vil ambulancia que olía extraño, me puse a llorar por la decepcionante cucharada de realidad y posteriormente me quedé dormida de camino al enorme edificio blanco.

Al despertar, el médico que me atendió me mencionó que sufrí de una contusión craneal y un corte que me hizo perder una buena cantidad de sangre, pero que por suerte hablaron a una ambulancia y llegó a tiempo. Por lo que mi sueño no había sido un sueño, si no un delirio provocado por la pérdida de sangre. Me recosté sobre la cama para descansar hasta que un visitante abrió la puerta y se abalanzó contra mí, preocupado.

- Para\, para ¿quién demonios eres?

- ¿Cómo que quién soy? Me tenías super preocupado\, me llamaron y vine de inmediato ¿cómo estás? Mal\, lo sé\, pero no vas a morir ¿cierto?

Su rostro me era familiar pero no lograba reconocerlo del todo, pero al ver que en su muñeca llevaba un accesorio que yo había hecho años atrás, me acordé ¡Es mi hermano!

- ¿¡Alexis!?

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