EL RECLAMO

El Domingo por la tarde Amanecer regresó al departamento de New York. Fue a cenar algo ligero, volvió y se dio un baño de tina mientras escuchaba Cashmir. Poco a poco la canción se iba metiendo en su cabeza y le encontraba el gusto al estilo de Led Zeppelin. En el cambio de melodía comenzó a sonar una canción de Lance Armstrong y Dino Ferrari, Crazy Love.

Y comenzaba a pensar en Paul Jones, eres un canalla mentiroso.

Mira que tener mujer e hija y no decir nada.

Pero me vas a oír, juro que me vas a oír.

Terminó de bañarse y se puso su pijama, se acostó y se puso a leer un libro de la materia de Paul Jones. Poco a poco se quedó dormida.

El sonido del despertador hizo que despertara sobresaltada, se puso su bata, fue al baño a lavarse los dientes y pasó a la cocina por café que ella preparó, regresó a su habitación a ponerse la ropa deportiva y salió a correr.

Luego de volver a casa, se cambió y alistó para ir a la universidad. Tomó un taxi y en poco tiempo ya iba entrando a la escuela. Ese día avisó el coordinador de carrera que Mr. Jones no iría ese día y que tenían dos horas libres.

Es un cobarde, se esconde de mí.

Se acercó Jonas. Qué tal tu fin?.

Bien, contestó Amanecer, no muy convencida.

Parece que algo no salió bien.

Eres adivino?.

Algo parecido.

Fui a la casa de la playa y me metí a un bar y me encontré con un idiota y tomamos una cerveza, platicamos y escuchamos música. Al salir cada quien se fue a su casa y al otro día lo encuentro con mujer y una hija.

Bueno, si solo fue eso, no le veo problema.

Perdón?. La próxima vez me va a invitar a la cama.

¿Y cómo lo sabes?

Ah claro, un hombre defendiendo a otro.

Creo que estás celosa. Te gustó el tipo.

¿Celosa yo?. No sabes lo que dices.

Pero cuando lo encuentre me va a oír.

Amanecer no lo vayas a hacer, puedes quedar en ridículo.

Además, no recuerdo que se te haya declarado.

No, pues nada más faltaba eso.

Pues yo no veo ningún compromiso, solo celos.

Ah. Si, sabelotodo, y que más ves.

Que el tipo te gustó y de ahí tu reacción.

Creo que me voy a ir a la biblioteca.Alcánzame cuando te tranquilices.

Quiero pedirte un favor. Pero cuando ya estés tranquila. Creo que voy por un capuchino.

Buen provecho.

Amanecer fue directo a la cafetería y compró el capuchino y un poco de Pan de centeno con mortadela.

Al terminar fue directo a la biblioteca y ahí encontró a Jonas y ella sacó su laptop y comenzó teclear.

Así estuvieron hasta que llegó la hora de la siguiente clase.

Y así hasta la hora de la salida, fue a rescatar su bicicleta al depósito y se despidió de Jonas y llegó a su departamento. Recogió unos papeles escolares, unos libros y se marchó directamente a la biblioteca.

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