Después de su impresionante victoria en la competencia regional, Ji-ho se convirtió en una figura destacada en la escuela. Su transformación física y su habilidad en la natación eran evidentes para todos, y poco a poco, su reputación como "perdedor" comenzó a desvanecerse. Sin embargo, no todos estaban contentos con su éxito.
Jae-hyun y sus secuaces, cada vez más resentidos, comenzaron a conspirar para derribarlo. Mientras tanto, Ji-ho seguía enfocado en sus entrenamientos y estudios. Sabía que su transformación estaba lejos de completarse y que debía seguir trabajando duro para alcanzar sus objetivos.
Un día, mientras Ji-ho estaba en la biblioteca investigando técnicas de natación, se encontró con Soo-jin, una chica popular e influencer de la escuela. Soo-jin era conocida por su belleza y carisma, y su presencia en las redes sociales la había convertido en una figura destacada.
"Hola, Ji-ho," dijo Soo-jin, acercándose con una sonrisa amistosa. "He visto tus últimas competencias. Eres realmente impresionante."
Ji-ho se sintió halagado y un poco nervioso por la atención. "Gracias, Soo-jin. Solo trato de hacer lo mejor que puedo."
Soo-jin se sentó a su lado. "Me encantaría saber más sobre tu historia. Creo que sería genial para mi canal de YouTube. ¿Te gustaría hacer una entrevista?"
La propuesta tomó a Ji-ho por sorpresa. No estaba acostumbrado a recibir tanta atención, pero sabía que esta podría ser una oportunidad para compartir su experiencia y motivar a otros. "Claro, me encantaría," respondió con una sonrisa tímida.
La entrevista se llevó a cabo unos días después en un café cercano. Soo-jin comenzó con preguntas sobre su vida antes de unirse al equipo de natación y cómo había logrado transformar su cuerpo y su mente. Ji-ho habló sobre sus desafíos, su régimen de entrenamiento y su motivación para seguir adelante.
A medida que la entrevista avanzaba, Ji-ho comenzó a sentirse más cómodo y confiado. Soo-jin no solo era una excelente entrevistadora, sino también una oyente atenta. Su apoyo y aliento eran palpables, y Ji-ho comenzó a verla no solo como una figura popular, sino como una amiga.
Después de la entrevista, Soo-jin y Ji-ho comenzaron a pasar más tiempo juntos. Ella lo animaba en sus entrenamientos y él la ayudaba con sus estudios. La amistad entre ellos se fortalecía, y Ji-ho comenzó a darse cuenta de que sus sentimientos por Soo-jin iban más allá de la amistad.
Sin embargo, Jae-hyun no estaba dispuesto a permitir que Ji-ho disfrutara de su éxito. Una tarde, mientras Ji-ho caminaba hacia su casa después de un entrenamiento, Jae-hyun y sus secuaces lo emboscaron en un callejón.
"Pensabas que podrías escapar de nosotros, ¿verdad?" dijo Jae-hyun con una sonrisa siniestra. "Te vamos a dar una lección que nunca olvidarás."
Ji-ho sabía que no podía enfrentarlos físicamente, pero su determinación y valentía lo impulsaron a defenderse. "No tienen por qué hacer esto. Solo quiero vivir mi vida y seguir adelante."
Jae-hyun se rió. "Eso es precisamente lo que no vamos a permitir."
Antes de que pudieran atacarlo, una voz fuerte interrumpió la confrontación. "¡Dejen en paz a Ji-ho!" Era Soo-jin, quien había estado caminando hacia su casa y había visto la emboscada. Su presencia inesperada sorprendió a los matones, que rápidamente se dispersaron.
Ji-ho, respirando con dificultad, miró a Soo-jin con gratitud. "Gracias, Soo-jin. No sé qué habría hecho sin ti."
Soo-jin le dio una mirada preocupada. "No puedo creer que sigan acosándote. Debemos hacer algo al respecto."
La experiencia fortaleció aún más el vínculo entre Ji-ho y Soo-jin. Decidieron que no podían permitir que el acoso continuara y buscaron la ayuda de Min-ho y otros amigos para asegurarse de que Ji-ho estuviera protegido.
Con el apoyo de sus amigos y su nueva determinación, Ji-ho continuó su camino hacia la excelencia. Su próximo objetivo era una competencia nacional, y sabía que debía darlo todo para demostrar su valía. Además, sentía que estaba encontrando algo más que éxito en la natación; estaba construyendo relaciones significativas y aprendiendo a confiar en los demás.
Soo-jin, por su parte, también se benefició de su amistad con Ji-ho. A través de su historia, aprendió sobre la resiliencia y la importancia de nunca rendirse. Sus seguidores en las redes sociales se sintieron inspirados por su historia y la apoyaron incondicionalmente.
A medida que se acercaba la competencia nacional, Ji-ho se preparaba con más intensidad que nunca. Sabía que esta era una oportunidad crucial para él, no solo para demostrar su habilidad como nadador, sino también para cerrar un capítulo doloroso de su pasado y abrir uno nuevo lleno de esperanza y posibilidades.
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