La Maldición Detrás Del Trono; La Leyenda De Cipriano VI. Tercera Novela De La Maldición Del Trono.

Capítulo 4. El Protegido.

Capítulo 4.

El Protegido.

El sol estaba en su máximo esplendor, la mañana era fresca y las mariposas revoloteaban cerca de las orquídeas, la casona estaba particularmente silenciosa, los clientes que habitualmente pasaban la noche despertaban y se iban marchando uno a uno, dejando una beneficiosa paga por los servicios que habían disfrutado.

Las más jóvenes estaban hechas un lío totalmente consumidas, probablemente necesitarían mucho más que un descanso, pero no se podía evitar trabajar para suplir las necesidades básicas cuándo eres una mujer en un mundo de hombres; las no tan jóvenes aprovechaban de lavar la ropa en el río que conectaba a la laguna para correr con la suerte de que antes del anochecer ya estuvieran secas y brillantes; y ya las mayores limpiaban las habitaciones y ventilaban el lugar para que salieran los olores corporales que se almacenaban en las habitaciones.

Jimena era una de las mayores, probablemente rondando los 50 años, mientras que Daniela estaba en la flor de la vida a sus 35 años; Petra tenía aproximadamente 47 años, pero Lola solo tenía 16; Sol era consecuente con Lola a sus 22 años, sin embargo, Luz estaba en sus 27, y la simpática Ana tan solo tenía 19 años, pero todas habían notado que Lucero, la más vieja de todos con 60 años, no aparecía por ningún lado, y entonces Ana recordó que había hospedado a una joven con un niño pequeño el día de ayer y Lucero probablemente debería de estar en esa habitación, así que se reunió con las demás chicas en la cocina y les dijo: casi lo olvido, el día de ayer me encontré a mi nueva hermana, no conozco su situación, pero venía con un bebé en un caballo; y Jimena le preguntó: ¿entonces el caballo que está en los establos es del nuevo miembro familiar?, A lo que Lola le dijo, no hay que ser un sabio para entender la situación, una mujer joven con un niño pequeño en un caballo, obviamente viene huyendo de su esposo, por lo cual Ana volvió a tomar la palabra y dijo: no lo sé, la situación es que creo que Lucero está en la habitación con ella y el niño, así que supongo que tenemos que ser un poco más comprensivas y cuidadosas hasta que ella pueda abrirse correctamente a nosotras; y Sol bromeando le dijo: ella puede abrirse de par en par para mí y no tendría ningún problema, pero Daniela le dijo: cuidado con esa lengua afilada que tienes, la joven apenas ha llegado y ya va a salir huyendo de aquí si continúas con tus comentarios y llegan a sus oídos, y entonces Luz dijo: ¿por qué no le llevamos unos huevos cocidos a su habitación para simplemente saludar?, Ana dijo que era buena idea, así que Petra hizo que se pusieran en marcha y todas las chicas comenzaron a vestirse con vestidos frescos, soltaron las escobas y los trapos, exprimieron limones, los pusieron en una jarra con miel, cocinaron tres huevos para cada una y añadieron uno más para la invitada, y entonces cuando ya todas estuvieron listas, se dirigieron a la habitación que estaba cerrada, tocaron suavemente sin obtener respuesta alguna y entonces Lola dijo: ¿qué hacemos si les pasó algo durante la noche y no nos enteramos?, hay que llamar al herrero para que tumbe la puerta, pero Petra dijo: no creo que sea necesario llamar un hombre tan temprano en la mañana, podemos intentar entrar por los ventanales, así, las mujeres rodearon la habitación hasta dónde estaban los ventanales, pero también estaban cerrados, por lo cual Daniela dijo: vamos a lanzar algunas piedras para que nos escuchen y abran; por su parte, Sol dijo que era buena idea y Jimena tomó unas piedras pequeñas y las lanzó con fuerza a la ventana hasta que se abrió y entonces escuchó la voz de Lucero gritando: ¿quién demonios está lanzando piedras tan temprano en la mañana? y Luz riéndose le contestó, Lucerito por qué no nos abres la puerta a lo que Lucero dijo, den la vuelta y no sean salvajes para volver a lanzar piedras o seré yo quien las corretee a todas ustedes con piedras por toda la laguna, las jóvenes se fueron riendo hasta dar la vuelta y volvieron a tomar los alimentos en sus manos, Lucero quien había abierto la puerta les dijo, pasen es una bendición ver que han cocinado esta mañana, Lola haciendo un puchero le dijo es que me moría de hambre y de aquí a qué Lucerito saliera seguramente me devoraría mi propio estómago, las chicas rieron y entraron encontrándose con Eva amamantando al infante, que más que amamantar parecía estar jugando con el pecho de su madre. Mientras se reía, Ana inmediatamente le dijo: veo que has amanecido tan bonita como el día de hoy…veo que tu semblante ha mejorado y Lucero le contestó: ¿Como Luna, no iba a mejorar si respira por amor y felicidad?, entonces Ana le dijo, ¿te llamas Luna?, a lo que Eva asintió diciendo, sí mi nombre es Luna, es un placer conocerlas a todas ustedes el día de hoy, realmente no saben lo agradecida que estoy por su bella hospitalidad para conmigo y entonces Jimena le dijo: tranquila, todos hemos pasado por el abandono de un hombre, la traición de la familia, la esclavitud, llegar a este punto se siente más como un momento de relajación, por cierto mi nombre es Jimena; Lola intervino diciendo: ese pequeño no tiene ganas de comer, quiere jugar, así que por qué no me lo das y aprovechas para comer un poco, mi nombre es Lola, pero todas me dicen Lolita, Luna sonrió y le dijo: vaya, qué amigables son, y Sol contestó no es que seamos amigables, es que todo el que llega aquí es acogido como parte de la familia y una vez que eres familia no importa qué tan cerca o tan lejos estés, siempre serás familia.

Yo soy tan brillante como el sol, por eso ese es mi nombre y Daniela continuó, no les hagas caso, estas chicas son un poco pretenciosas, pero si quieres ir a pescar cuenta conmigo, Daniela para servirte, y Petra dijo, mira qué hermoso cabello tienes y eso que yo he visto personas con cabello rubio, negro, rojo y marrón, pero jamás había visto a alguien con el cabello blanco, eres realmente hermosa mi nombre es Petra y puedes contar conmigo para lo que sea, incluso para deshacerte del cadáver de alguien y Luz riendo dijo, contigo diciendo que necesitan dos para cavar una tumba y aquí está tu hermosa Luz que va a alumbrar cuando lo quieras hacer, muriéndose de la risa entre todas Lucero dijo: jamás las había visto tan animadas en una mañana, es bueno tenerte dentro de la familia Luna y Eva sonriendo contestó: es un honor estar rodeado de mujeres tan maravillosas como ustedes…

La mañana transcurre entre risas y juegos, los trapos sucios con los que se limpiaba se utilizaban como el sustento de una roca para cantar, mientras que la ropa se extendía sobre un pequeño muro de roca cercano al río, las bonitas voces melodiosas llenaban la casa y el pequeño que siempre parecía dormir, estaba completamente despierto, riendo mientras era cargado en los brazos de todas aquellas mujeres de aquella casa; por la tarde algunos niños se acercaban al jardín lateral en dónde estas mujeres les enseñaban lo poco que sabían sobre la escritura, la lectura y comprensión de lo que se estaba escribiendo… mientras pasaban las horas todo se hacía más divertido porque también cantaban y les enseñaban a tocar algunos instrumentos de cuerda y viento, y cuándo el sonido comenzaba a salir, otros aprovechaban para bailar; y antes de que el sol comenzara a descender, el panadero llegaba a la casona junto con el carnicero para darles algunos cortes de carne que se podrían podrir si se dejaban hasta el otro día, al igual que les traían el último lote de pan dulce que se horneaba; los niños y campesinos que estaban allí aunque poco aprendían realmente, la pasaban muy bien, visitando el jardín lateral de la casona y ya cuando cayó la noche, los músicos tocaban distintas melodías para seducir a todo aquel que iba llegando mientras las mujeres se la pasaban bailando en diminutos trajes completamente exóticos y tentadores para el ojo de cualquier hombre.

Ya Luna se había encerrado nuevamente en su habitación, el niño en sus brazos parecía estar completamente feliz, profundamente dormido y con una pequeña sonrisa en su rostro tan puro e inocente, por lo cual no fue muy difícil para ella caer dormida al lado de su precioso hijo.