Capítulo 1 El Reino de Hars

La Maldición detrás del Trono;

La Leyenda de Cipriano VI .

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Capítulo 1

El Reino de Hars

De la calma nacen los sabios, sin embargo, de la tormenta nacen las bestias hostiles y llenas de ira…

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El Rey Cipriano V de Hars, junto con la reina Eva Hars, consumaron una profunda pasión, dando como resultado, a su más bella creación: un varón fuerte y sano, el parto duró casi 30 horas, el cuerpo de la reina quedó totalmente agotado, sus fuerzas eran prácticamente nulas, las parteras habían hecho un excelente trabajo y como era costumbre, el Rey salió con el niño en brazos y lo levantó frente a la multitud, mostrándoles que había nacido su heredero, un varón, fuerte, grande y profundamente hermoso, la multitud sonó al unísono en Victoria, anunciando que en el Reino había nacido el heredero del Reino más calmado de toda la región, la vida era buena y junto con ella, las celebraciones en honor al heredero también lo eran…

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La reina Eva, durante el parto, con gran agonía y dolor, lloraba y suplicaba a cualquier Dios que la escuchara, para que este dolor se calmara y su hijo pudiera nacer, la partera que la estaba atendiendo había despejado a cualquier ayudante de la habitación de la reina, pues ella quería conservar su privacidad en un momento tan mágico, como es el de dar a luz.

El Rey Cipriano V, celebraba afuera con los mejores vinos y exquisiteces, que su heredero o heredera, venía en camino, la satisfacción lo llenaba de orgullo y su pecho se inflaba de una alegría muy satisfactoria, los sirvientes del Castillo habían limpiado las paredes y todos los pisos con alcohol y aceites esenciales para mantener estéril el aire que el infante tomaría; la vida era buena, el rey estaba lleno de salud y virilidad, mientras que la reina sudaba en llanto y dolor, hasta que comenzó a salir la cabeza del bebé, y cuando la partera vio este milagro le dijo a la reina: sé que tenemos mucho tiempo en esto, pero majestad, le agradecería si pudiera hacer un último esfuerzo, porque está saliendo el bebé, la reina tomó una bocanada de aire y pujó y gritó hasta prácticamente quedar afónica de la fuerza que estaba ejerciendo, entonces 15 minutos después, el bebé salió completamente sano y junto con él salieron residuos de otro feto, una mano, un pie y cabello, la partera al ver esto le dijo, señora Eva, el niño ha nacido, pero aquí salió algo más, hay restos de otro cuerpo, probablemente un demonio quiso devorar al niño, pero la divinidad no lo permitió y solamente salió su cabello, una mano y un pie, la reina completamente agotada con el infante en sus brazos le dijo: tienes prohibido comentarle sobre este incidente al Rey, asegúrate de cocinar la placenta para mi recuperación y junto con ello, cocina esa mano y ese pie que salió allí y no dejes que nadie te vea cocinarlo, necesito que mi hijo sea fuerte y eso implica todos los aspectos, la partera no dijo nada y continuó cortando el cordón umbilical que une a la madre y al hijo; después de esto, tomó al niño en sus brazos para limpiarlo y se dio cuenta de un detalle, que la pelvis del niño no era alta y ancha como la de un hombre, sin embargo, ahí estaba la representación de los órganos genitales masculinos, pero su pelvis era ovalada como la de una mujer, lo cual no era completamente lógico, era verdad que era un niño, tenía la anatomía de un hombre, pero ¿por qué su pelvis era ovalada?, la partera no dudó en decirle a la reina Eva, majestad creo que algo anda mal, la pelvis del niño es ovalada y no alta y ancha como la de los hombres comunes, la reina cansada le dijo:,¿estás segura?, la partera le dijo, majestad tengo toda mi vida ayudando a las mujeres a dar a luz, reconozco cuando es un hombre y cuando es una mujer, he visto cientos de pelvis de niñas y niños y todas son iguales, la del hombre es alta y ancha y la de la mujer es ovalada, esto es una anomalía, lo mejor será decir que el niño nació muerto y matarlo antes de que el Rey se entere de esto, además su piel es tan blanca que sus venas se logran ver y es débil porque aún no ha llorado cómo lo harían los niños que apenas han nacido… la reina le contestó: no matarás a mi hijo, independientemente de sí su pelvis es ovalada o no, su órgano es masculino, su piel se ve así, porque nunca ha tomado el sol y apenas está tomando las primeras bocanadas de aire, tienes que dejar que se adapte al mundo exterior para que llore; ya que dentro de mí solamente había un lago de líquido amniótico, él únicamente estaba acostumbrado a nadar en mi vientre, es obvio que no ha llorado, porque apenas está diferenciando que ya no está en el agua, la partera le dijo como usted ordene majestad, pero no puedo seguir postergando al Rey que el niño ha nacido, este será un secreto que me llevaré a la tumba; entonces la reina le repitió:, tú no vas a hablar de lo que sucedió el día de hoy, si no conocerás mi furia y entenderás por qué antes de casarme, todos los piratas me temían, la partera guardó silencio, tomó el niño en sus brazos, lo abrigó y le dio una pequeña nalgada para que saliera el llanto del bebé y así fue, apenas el Rey Cipriano V escuchó el llanto se acercó hasta la puerta de la habitación de la reina y cuando la abrió, la partera venía saliendo con el niño cargado… el Rey imprudentemente lo tomó en sus brazos y salió hasta el balcón, lo levantó al aire mientras el niño aún lloraba y toda la ciudad estalló en Victoria, el orgullo que sentía el Rey al saber que era un varón y era tan bonito, su llanto era delgado como música para sus oídos, luego regresó a la habitación de la reina, la partera ya se había llevado la placenta para prepararla como era costumbre y la reina estaba tomando agua mientras algunas sirvientas limpiaban el piso y cambiaban las sábanas.

Feliz, el Rey le dijo: Eva, mi dulce Eva, la más rebelde de tu tribu y la mujer más hermosa que ha pisado la tierra, me hace tan feliz que seas mi reina y la madre de nuestro hijo, te prometo que él crecerá en gracia y admiración, lo protegeré de todo mal, porque es un regalo que ha crecido en tu vientre a causa de nuestro desenfrenado amor, la reina apenas podía sonreír y le dijo: Cipriano, si en algún momento dejo de respirar, no dejes que nuestro hijo pase calamidades, porque ante todo Él es el futuro Rey, pero antes de ser Rey es mi hijo y es un niño, ahora tienes que dármelo, tengo que amamantarlo para que su cuerpo se fortalezca, el rey la vio y le dijo: amada mía, cómo es costumbre en mi familia, todos los hombres y antiguos gobernantes de este Reino se han llamado Cipriano, así que espero y comprendas, que por derecho yo escojo el nombre y continuaremos con la tradición: se llamará Cipriano VI, ahora te dejaré a solas para que puedas criar adecuadamente a nuestro Cipriano VI...

Al cabo de un rato, la partera Maggie regresó con la placenta cocida junto con la mano y el pie debajo de la placenta y entró a la habitación de la reina, ya ella se encontraba sola, el niño estaba durmiendo a su lado, estaba dormida, la partera la despertó suavemente diciéndole majestad… señora Eva… despiértese, necesito que se coma la placenta junto con lo demás, para que su cuerpo se nutra, la reina se despertó y cansada se sentó, de un bocado se comió la placenta y evidentemente sabía horrible, así que le pidió que le trajera algún vino frutal, para engañar el sabor en su boca, la partera no dudó en hacerlo y fue rápido a buscarlo, cuando regresó, Eva ya se había comido la mano y el pie, no dudó en tomar de la botella un trago largo para borrar el sabor de su boca porque no le agradaba y continuó comiéndose la placenta hasta que ya no quedó nada, se terminó el vino porque se habían mezclado todos los sabores en su boca, y entonces, Maggie sonriendo le dijo: ¿por qué es tan injusto ser mujer?, si mi hijo hubiese sido mujer, hubiera sido tan desdichado porque tendría que haber aprendido a atender un hombre, respetar y callar y seguramente se hubiese casado con un maldito Rey de algún Reino lejano, si él hubiese sido niña, Yo te hubiese pedido que lo mataras primero, Maggie, escuchando a la reina hablar desde el alma, sintió pena, porque realmente eso era lo que sucedía, el Rey tenía 30 años, mientras que la reina apenas había cumplido 16, había nadado tanto, para venir a morir en la orilla, ese era el destino de todas las mujeres, pero nadie podía oponerse, puesto a que las mujeres desde que les llega su primer ciclo de celo, dejan de ser niñas y comienzan a ser vistas como lo que son, mujeres, entonces sus familias siempre las casan temprano con alguna familia de la cual poder obtener un beneficio antes de que sufran la desgracia de ser secuestradas por algún hombre, que en el mejor de los casos, se convertirá en su esposo, qué triste es ser mujer en un mundo gobernado por hombres…

Eva reía y lloraba, tenía las emociones a flor de piel. Le decía a Maggie, cuánto quería regresar a la costa con sus padres, quitarse los zapatos para saltar, pelear con algunos bandidos y burlarse de los piratas que solían aparecer por la zona, a menudo, antes de ser reina, ella tenía una vida llena de adrenalina, que la mantenía despierta y viva…

Se había casado hace 3 años y no había vuelto a ver a sus padres.

Enviaba cartas todos los meses y ninguna fue contestada, ni siquiera sabía si realmente esas cartas habían sido entregadas a sus padres…

Cuando se quedó dormida, le dijo Maggie: ¿Sabes cómo me hubiera gustado llamar a mi hijo?, Si las reglas no fueran tan estrictas con las mujeres, él no se llamaría Cipriano VI, es horrible el nombre y él es tan hermoso, ante el mundo, él se llamará Cipriano VI. ,,,pero en mi corazón se llamará Nari: como el sonido del mar que golpea la costa cuando los bandidos la asaltan,¿acaso no es hermoso, Maggie?.

Maggie le respondió: cuando nadie esté cerca, lo llamaré por el nombre que usted le ha otorgado, entonces Eva sonrió con una lágrima rodando por sus mejillas y le dijo: gracias por existir para mí Maggie; Eva se quedó dormida a causa del alcohol y el cansancio que sentía su cuerpo, pero Maggie le dijo, cuando estaba dormida: Eva, gracias por vivir…

***

Pasado alrededor de un mes, la reina se había recuperado de su condición convaleciente y estaba completamente rebosante de armonía con aquel niño entre sus brazos, los problemas no eran muchos, debido a que el Rey junto con su corte de gobierno, mantenían todo en un profundo orden por lo cual no había batallas que pelear, ni Reinos que atacar, la economía era estable y el pueblo estaba contento, todo parecía prosperar perfectamente, nada podía fallar o eso es lo que todos pensaban…

Finalmente, llegó el día en donde el infante abrió los ojos para revelar que tenía heterocromía, uno era rojo y el otro violeta, pero al Rey, esto no le pareció algo extraño, puesto que su madre Eva también tenía los ojos de dos colores diferentes, uno azul y otro verde.

Un obispo llamado Mateo. fue enviado por la iglesia para darle su bendición al infante y cuando llegó fue bien recibido por ambos Reyes quienes mantenían una sonrisa, su semblante era un poco forzado, la típica sonrisa que mostraría una pareja que acaba de discutir, el obispo lo notó, pero no le prestó atención, él sabía que el Rey siempre tendría la razón, además, mientras el pueblo estuviera contento, los problemas maritales eran de segunda opción, los pequeños monaguillos que acompañaban al obispo preparaban el incienso, el oro y las flores, para comenzar con la íntima ceremonia de bendiciones que suelen hacerse a los hijos de Reyes recién nacidos o menores a 6 meses.

El salón estaba en total silencio y solo se escuchaban los rezos de los monaguillos, mientras que el obispo quemaba el incienso, acostaba el niño sobre una cama de flores y lo vestía de oro mientras recitaba las bendiciones que le eran enviadas a su mente por parte de la divinidad:

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Bendito eres hijo de Reyes, con tu piel tersa como los pétalos de una flor, con el poder del mundo en tus manos, tu riqueza que abunda mucho más allá del oro y la sabiduría que expande tu mente como la calma del incienso; benditos son tus ojos, hijo de Reyes, tu nombre que ha sido portado por un linaje de héroes y Reyes con sabiduría y poder, benditos son tus pies que no tienen la necesidad de caminar por un mundo de maldad y dolor, y benditas son tus manos, que aumentarán la riqueza del Reino, bendito es el aire que te rodea y los oídos que te escuchan, benditos son los elementos que te rodean y aconsejan de ahora hasta el final de tus días…

Bendito eres príncipe Cipriano VI, por haber nacido como fruto del amor entre tu madre Eva y tu padre Cipriano V, bendito es el pueblo que te apoyará en tus decisiones y bendito es el cielo que iluminará tu camino.

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Los Reyes tenían que recitar después del obispo cada una de las de las bendiciones que este último daba, sin embargo, la reina Eva, cambió en voz baja y casi inaudible la última parte de acuerdo a lo que su corazón decía; (Bendito eres Nari, por haberte formado en mi vientre; bendecida es la costa de dónde vengo, bendecida es la noche que guardará tu camino cuando no esté y cuidará tu integridad hasta la otra vida)...

Mientras el niño era bendecido, dos pájaros entraron por un ventanal, una paloma blanca y un cuervo totalmente negro, se posaron uno a cada lado de la cama de flores donde estaba acostado el infante.

El cuervo estaba a su lado izquierdo, donde tenía su ojo rojo y la paloma estaba a su lado derecho, con su ojo violeta, aquello nunca antes había sucedido… para el obispo esto era nuevo, él sabía que había dicho las bendiciones correctas, había escuchado a los monaguillos decirlas de la manera correcta, incluso la voz del Rey se escuchaba fuerte y clara repitiendo detrás de él, las bendiciones de manera correcta, pero quizás él no le había prestado atención a las bendiciones que también estaba dando la reina… él recuerda haberla escuchado decir todo al pie de la letra, quizás esto era una señal del cielo, pero no podía decirle al Rey que su hijo estaba en una balanza y quizás eso era lo que significaba la heterocromía en sus ojos, el bien y el mal, una paloma blanca y un cuervo negro, un ojo violeta y el otro rojo. Quién sabe, hasta qué punto es capaz el cielo de dar sus bendiciones a alguien que está en medio de una balanza que no se inclina a ningún lado en especial…

Justamente, eso era lo que se preguntaba el obispo, quien comenzó a contar poco a poco y con respiraciones pausadas 1, 2, 3, 4, 5, 6; cuando fue a intentar continuar la paloma voló lejos de la cama y antes de salir por el ventanal cayó muerta; mientras el cuervo, seguía mirando al niño, entonces el obispo pensó para sí mismo: Mateo, este niño solo tendrá 6 años de buena voluntad o su Reino solamente durará 6 años, cómo le explico al Rey que la vida de su hijo está manchada en oscuridad o maldad; o quizás estoy entendiendo todo mal, quizás la paloma blanca simboliza la maldad que podía evocar en el niño, quizás el cuervo solamente está guiando su buen camino, ¿qué hago?, piensa Mateo ¿cómo explico esto?

Entonces el Rey intervino y le dijo: Mateo, ¿por qué hay una paloma muerta debajo del ventanal?, y el obispo le contestó: majestad, la paloma muerta debajo del ventanal significa que las bendiciones han sido aceptadas en los cielos y el niño crecerá en sabiduría paz y gozo, su vida está repleta de luz y abundancia, así que no hay por qué preocuparse. Antes de que pudiera contestar el Rey, el cuervo picoteó el hombro del niño, quitándole un pedacito de carne y volando por el ventanal, ahora Mateo no sabía cómo explicar esto, mientras el niño comenzaba a llorar la reina lo quiso cargar para calmar su llanto, pero el obispo le dijo: su Alteza, tiene que dejar que el niño eleve su llanto hasta los cielos para que su vida esté llena de gloria y majestuosidad hasta el final del camino… al Rey se le hacía esto un poco extraño, ya que esta práctica nunca antes la había visto, quizás era porque jamás había tenido un hijo antes y ningún Rey hablaba de estas prácticas abiertamente.

Mateo tomó la bola de incienso y caminó en círculos alrededor de la cama de flores del niño, pidiendo perdón por los futuros pecados que pudiera cometer el infante. pidiendo clemencia a los cielos, que no desataran su ira sobre aquel niño; y sobre todo, pedía que su reputación no fuera manchada y sin darse cuenta había dado exactamente seis vueltas, hasta que sus pies se detuvieron al lado izquierdo del niño, aquello no era coincidencia, el obispo sabía perfectamente que el destino del niño se había trazado de algún modo y solo quedaría observar en silencio y a la distancia cómo se desarrollaría su vida; después de todo ¿qué tan malo podría ser? …

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