Capitulo 12- Trabajando con Pablo

Narra Joaquín

Tenía un trabajo que entregar y no podía darme el lujo de desvelarme, el tiempo era corto y el puesto me interesaba. Por lo que acordé con Pablo que me quedaría con él para terminar los trabajos, nunca le dije que fuera por otra cosa, que no quería volver a casa porque estaba Cristal que le gustaba caminar dormida y no solo eso, sino que tenía apetitos sexuales conmigo, los cuales disfrutaba y me encantaban. Pero esto era un paso muy importante en mi carrera, era mi oportunidad de crecer en el trabajo, escalar hacia arriba y codearme con los jefes.

Regrese a casa para llevarme un bolso, al medio día, no encontré a nadie, no había ninguna nota, ni mensajes a mí celular, por lo que no me resultó nada extraño.

Puse algunos cambios de ropa, mi laptop, unos auriculares para escuchar música y mi colección de revistas inspiradoras, aunque de por si ya tenía muchas ideas, aunque no estaba de más guiarse un poco de como lo hacen los grandes, que no debemos copiar o directamente que errores no debemos cometer.

A pesar de que la mayoría están apegados a lo tecnológico, hay muchos que aún prefieren el papel físico.

Una vez que tenía todo preparado incluso mi almohada para el cuello, me dirigí a la casa de Pablo, el aún vive con sus padres, aunque tiene su propio acceso a su departamento arriba de la casa de sus padres. Él dirá que vive en un departamento pero sigue siendo en el mismo terreno y sobre la casa de sus padres.

Cuando le hablo al respecto el me dice que se ahorra en pasajes para las comidas familiares los domingos y solo tiene que bajar unos diez escalones nada más.

Y el considera que es su departamento porque paga por los servicios.

Creo que los padres estaban cansados de él y para poder librarse le mandaron hacer su departamento arriba, de ese modo no lo tenían todo el día tirado en el sofá y le metieron a la cabeza que podía tener a su novia sin que su padre se pasee en calzones ante ella. Y para tener novia debía tener un trabajo, ninguna chica quiere a un desempleado.

Admiro el ingenio que tuvieron para incentivarlo a trabajar y a mudarse.

Me sorprendió conocer su espacio, creí que estaría todo tirado, lleno de envoltorio de frituras desparramados, porque da a entender que es un desastre. En cambio me encontré con un espacio bien repartido, al ingresar había un enorme sofá en un rincón con una mesa petiza enfrente de tonos amaderados, un bar pequeño y se veía la cama al subir una escalera circular bien arreglada. El piso estaba cubierto completo por una alfombra de pelos cortos. Me hizo quitar los zapatos al ingresar y ni bien pasamos la entrada un aroma fresco a pinos invadió nuestros olfatos.

El medio de lo que era la sala, estaba bañada por la luz del día que ingresa por una ventana de vidrio puesta en el techo de manera diagonal, no hacia falta encender la luz al haber esa claridad natural.

-Bienvenido a mi santuario... Te voy a pedir que la basura la separes... Aquí están los diferentes contenedores... La luz únicamente se enciende de noche, como ves hay buena iluminación... El sofá puedes usar de cama ... Cuando ya no duermas lo acomodas para ahorrar espacio... Trata de que tú ropa este ordenada ... No dejes todo tirado ... Para acomodarla tienes unos canastos ahí en ese rincón que sirven como mueble... El baño está debajo de la escalera... No dejes la toalla húmeda ahí... Puede extenderla ahí afuera hay un pequeño pórtico. Me explicaba.

-Para, para... ¿Entramos a otra dimensión?... ¿Dónde está mi amigo Pablo?... Él que parece despreocupado y creí que vivía como un hippie en un minivan. Le digo sorprendido.

-Cuando debes hacer las cosas por ti mismo aprendes. Me responde encogiéndose de hombros.

-Me alegro que sea así... Me has traído calma a mi corazón... Yo eso aprendí siempre al vivir solo desde muy joven. Le comento sonriendo.

-¿Estabas preocupado?. Me pregunta.

-Si... Creí que debía aguantar tus calzones extendidos en las lámparas y papeles de restos de comidas tiradas. Le comento al ser sincero de lo que creía.

-No estás muy lejos de la realidad... Así era al principio... Y cuando al otro día seguía dónde deje todo... Y caí en cuentas que nadie más que yo debía limpiar... Sin contar que invadían las hormigas... Cambie... Me costó... Después fue una costumbre... Y ahora no puedo ver nada fuera de lugar... Así que se ordenado. Me recalca.

-¡Si señor!. Le respondo al chocar el borde de mis dedos contra mi frente.

-Ja...Ja... Me alegro que estemos juntos en esto. Dice sonriendo.

-Si es una gran oportunidad ... Un escalón más para que crezcamos de manera profesional. Le digo entusiasmado.

Nos acomodamos, hicimos un pedido a domicilio al no querer apartarnos de las computadoras al estar trabajando en la publicidad, no era nada fácil, había que pensar a que público queríamos atraer, desde que edad, que les haga desear comprar el producto con solo ver la publicidad, crear una frase que impacte y se vuelva esas típicas frases que después las personas adquieren para describir cuando quieren referirse a un producto en particular.

No solo era eso, sino la fuente, el color, miles de detalles que debemos considerar.

No sé cuánto paso que los dos estiramos los brazos a la par hacia arriba y realizamos movimientos de ejercicio para que los músculos no se nos entumescan.

-Fue suficiente... Vamos al gimnasio un rato. Anuncia Pablo mirando la hora en su reloj.

-¿Te parece?. Le pregunto.

-Si... Este cuerpo no se mantiene solo. Dice contorneando su figura y me hace reír a carcajadas.

-Si... Vamos. Le digo incorporándome de mi silla adolorido.

Nos fuimos al gimnasio y el sol se estaba despidiendo del día, habíamos estado encerrado todo el día que no me di cuenta.

Elegí hacer trabajos de brazos y piernas. Pero primero opte por la caminadora para trotar un momento como aflojando los músculos.

Pablo fue una clase que daban en el gimnasio. Me rei a mis adentros al ver que la instructora era muy atractiva, la clase que le gusta a Pablo.

"Viste está pareja de baile destacó"

"Si estaban al final, pero atrajeron las miradas de todos"

"Por ellos ganaron"

Escuche que unas chicas cerca de mi comentaban viendo un vídeo, le mire de reojo y al ver de quien hablaban me quedé mudo de la sorpresa, era Cristal.

-Me permiten. Le pedí.

-Ah... Si. Me enseñó el vídeo que miraba.

-Gracias. Le dije y me aleje a llamar a Cristal por celular.

Tres veces le marque y no me atendía.

"¿Donde estará?... Jamás se aparta de su celular. Pensé.

Por lo que llamé a mi padre para averiguar si estaba con él o no y tampoco me respondió.

"Debe estar en una guardia", pensé.

-Listo. Apareció Pablo agitado.

-A vos se te ocurre saltar por una chica. Le dije burlándome.

-Es tan linda que te hace hacer hasta lo que no crees que eres capas. Me dice agitado.

-Vamos a ejercitar los brazos. Lo invito, olvidando que llamaba a Cristal, al querer concluir con los ejercicios y volver al trabajo.

Esos días nos ocupamos de hacer investigación de campo, averiguar que buscaban las personas en una marca, tenía mucho que ver el paquete, y no solo eso, sino que muchos se guiaban por la publicidad, aunque no lo necesitaban se sentian atraidos y creaban la necesidad de adquirirlo.

Eso es el impacto que debíamos lograr.

Trabajamos sin descanso, solo nos dábamos recreos de dos horas para refrescar las ideas. Pablo tiene una pelota mediana de goma en color naranja, que estruja entre sus manos.

-Hemos logrado hacer el trabajo... Merecemos salir a tomar unos tragos. Me dice Pablo.

-En eso te doy la razón. Le dije.

-Entonces alistemonos. Me dice incorporándose de su asiento.

Revise mi celular y encontré una llamada perdida de mi padre, al estar tan concentrado en mi trabajo no escuché que me llamara.

Le marco y no responde, intento dos veces y nada.

-Dale Joa... Que esperas. Me dice Pablo que baja alistado con una camisa a cuadros gris plateada y un pantalón negro.

-Que pinturrí... Tendré que mejorar eso. Le dije dirigiéndome al baño.

Salí luciendo una camisa negra que se ajustaba a mi musculatura y unos pantalones oscuros.

Una vez listos nos encaminamos al lugar de moda donde podemos escuchar música, tomar y algunos bailan.

Al llegar el ambiente era bullicioso y alegre.

-Mira ... Ahí están los chicos. Me señala Pablo al divisar a Roberto y a Daniel.

"UUUUUHHH "

"LOS MOSQUETEROS LISTOS PARA AFILAR LAS ESPADAS"

Gritan en coro, moviendo su brazo derecho como si tuvieran una espada. Se ve ellos traen unas cuantas copas encima.

Nos reímos porque dicen eso, en el internado nos tocó hacer de mosqueteros en una obra de teatro con la vestimenta de esa época y las espadas.

Pero ahora se referían a algo más de películas triple X.

-Hey. Los saludo chocando las manos y palmeando la espalda de cada uno.

-Por fin salen de la cueva. Me dice Daniel.

-Que la luz no los dejé ciego. Nos bromea Roberto.

-Si... Estuvimos incomunicados. Le explica Pablo.

-Quien recibía y quien daba. Jode Daniel al hacer gestos con sus manos.

-Estamos armando un trabajo muy importante. Le aclaró ignorando lo que dicen.

-¿Hace cuánto somos amigos?. Pregunta Roberto.

-Hace mucho. Responde Pablo.

-Entonces no hay secretos entre nosotros... Sabíamos que algún día terminarían viviendo juntos. Nos jode Daniel.

-Quieres probar mi salsa. Me le tiró arriba de él.

-Ja...Ja... Ya, ya... Que se va a poner histérica Pablo. Dice Daniel riendo.

-Asi que creen que soy yo aquí la mujer de la pareja. Pregunta asombrado Pablo siguiendo la broma de los otros.

-BUENO... YA... NO BROMEEN CON ESO. Les pido, ya estaban pasándose de rosca.

-Yo quiero ser amigo con derecho contigo. Me dice Roberto.

-Asi que tienes esas inclinaciones. Le digo bromeando.

-Como tu amigo... Tengo derecho a darle una buena sacudida a tu media hermana. Dice señalando hacia la entrada.

Me giro a mirar y veo a Cristal que ingresa con sus amigas y luce un vestido rojo corto acampanado y ajustado en el torso con su cabello suelto, sus labios que brillan con las luces y sus amigas prendidas por ella de cada lado.

Su belleza me deja envelezado y ahí reacciono a lo que dijo Roberto por lo que me incorporo enervado tomándole del cuello.

-Repite lo que dijiste. Le insisto apretando los dientes.

-Tranquilo... Solo bromeo. Se escuza y los demás me separan de él apenas.

-Tranquilo Joa... Solo bromeamos... No lo tomes encerio. Me dice Daniel haciendo que me siente en mi lugar.

Me sacudo de su agarre gestualizando que ya me calmaba y tome el trago de una sola vez, sentí que el licor me quemó, pero debía calmarme, nunca pensé reaccionar ante una broma de mis amigos de esa clase.

Resople molesto arreglando mi camisa.

-Todo bien... Ya está... Ya pasó. Dijo Pablo con las palmas abiertas y se sentó entre Roberto y yo.

Trajeron más tragos y bebimos pero ya no sentía igual el sabor, saber que alguien más la deseaba me sacaba, no era yo, era otro hombre que me poseía, porque él Joaquín de siempre toma todo como una broma y responde con una risa acompañando el chiste, en cambio él que resurgía era uno con deseo de matar a quien se atreva a solo mirarla.

- Hola chicos. Apareció Laura junto a una amiga saludando con un trago en la mano.

¡Hola!

Saludaron en coro los chicos, en cambio por mi parte no respondí, solo me concentre en beber mi trago.

Cuando ella quiso inclinarse hacia mi para hablar me incorpore dirigiéndome al baño, debía calmarme, aun tenia la sangre caliente del coraje.

Al salir me encontré con Laura esperándome.

-¿Qué haces aquí?. Le pregunto fastidiado.

-Me has ignorado todo el tiempo... Sabes que con un solo gesto me tienes. Me dice aproximándose.

-No ... Eres terca... Te dije que no. Le digo queriendo alejarla.

-Solo dame la oportunidad a demostrarte que conmigo puedes disfrutar más de lo que imaginas. Me dice a pocos centímetros de mi rostro.

-No me interesa... No quiero nada contigo. Le digo directo para que entienda.

-Averigue y ya no andas con Mónica... ¿Qué te detiene estar conmigo?. Me pregunta.

-NO LAURA... NO QUIERO ESTAR CONTIGO. Le repito enérgico.

-Se que me deseas. Dice la muy cínica y me besa, la apartó molesto y veo que justo en la entrada está parada Cristal mirando con sus amigas a lado al salir del baño, ella parpadea molesta y se aleja seguida por sus amigas.

"MALDICIÓN VIO ESO Y DE SEGURO LO MALINTERPRETO", razone en milésimas de segundos.

Empujó a Laura y salgo atrás de ella, pero no la veo en ningún lado.

"MALDICION", exhaló molesto.

Le marco y no responde, intento varias veces y nada.

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