CAPÍTULO 4

...Rodrigo...

El avión tocó tierra casi a las siete de la tarde, fue un vuelo caótico, desde que me levanté esta mañana me pasaron todas cosas malas, tenía un día de mierda realmente y para completarla, el avión había aterrizado con unas dos horas de demora debido a una tormenta que nos agarró a mitad de camino

Al bajar del avión mi abuelo nos estaba esperando, nos llevó al departamento que tengo aquí aunque nunca lo he usado, me lo regaló mi abuelo cuando cumplí mi mayoría de edad y aunque estoy muy agradecido jamás lo usé porque es demasiado lujoso para mi gusto, prefiero algo más sencillo.

Nati a mi lado no podía parar de observar todo el departamento por dentro y por su cara podría jurar que está pensando igual que yo, ella es una mujer demasiado sencilla es una de las cosas que más me agrada de ella

- Si me hubieras dicho que tú familia tiene tanto dinero no habría venido, que vergüenza con ellos que dirán de mí - pregunta apenada Nati

- No van a pensar nada malo, mis padres son los seres más encantadores del mundo, ya a mi abuelo lo conociste así que tu tranquila que todos te adorarán

Nati da un suspiro de resignación y yo sonrió de lado fue una buena idea invitarla a este viaje

- Vamos a ducharnos o llegaremos tarde - le digo ella asiente y cada uno se marcha a su baño correspondiente

Una hora después estamos frente a la puerta del restaurante de mi princesa, en la entrada hay varios periodistas que me reconocen de inmediato y tratan de sacarme información, pero yo los ignoro, gracias a ellos años atrás salí en las revistas como el rebelde heredero Guzmán que renunció a una vida de rey para ser un simple policía

Me detengo por algunos segundos a observar el lugar detalladamente en lugar, es fino y elegante como su hermosa dueña, entramos y ya el restaurante está completo, un mozo llega y nos pide ver nuestra tarjeta una vez que se la muestro él nos guía a nuestra mesa, a medida que nos vamos a acercando mi corazón parece querer salirse de mi pecho, ni siquiera en los enfrentamientos con los narcotraficantes me ha latido el corazón de esta manera, he estado en medio de tiroteos, me han disparado y hasta me toco desactivar una bomba una vez y jamás me sentí tan nervioso como ahora, Cielo está de espaldas, podría reconocerla a kilómetros, cuando llegamos y saludo ella voltea automático hacia mí

Nuestros ojos hicieron contacto de inmediato, sentí como mi alma volvía al cuerpo al tenerla frente a mí, quería abrazarla, besarla decirle que jamás he dejado de amarla, pero ella apenas si me saludo, ya no vi ese brillo en su mirada con el que solía mirarme antes, ahora había rencor o enojo

Había cambiado mucho, se ha convertido en toda una mujer, Pero sigue siendo tan hermosa o más que antes

Después de la cena la cual por más que estaba deliciosa no pude disfrutar mucho, ya que el saber que tenía a Cielo tan cerca de mi me estaba volviendo loco, quería ir donde ella estaba y decirle cuánto la amaba y cuánto la había extrañado, nos despedimos y volvimos al departamento con Nati

- La sigues amando no? - pregunto Natalia sentando de a mi lado en el sofá

- Demasiado - dije soltando un suspiro melancólico

- Deberías de hablar con ella, ya pasó mucho tiempo seguro y te perdona

- No lo creo, no vistes como me miró, me odia - dije pasando mis manos con desesperación por mi cabello

- Yo creo que a la que odia es a mí, me asesino con la mirada, creo que piensa que tú y yo somos novios - dijo Nati soltando una risita divertida

- Tal vez sea mejor que lo crean, no fue buena idea venir, no se ni porque vine

- Viniste porque en tres días es el cumpleaños de tu madre... Insisto en que debes de hablar con Cielo estoy segura que si le cuentas la verdad te perdonará

Negué con mi cabeza, conocía demasiado bien a Cielo como para saber que no me dejaría ni siquiera llegar a su casa, jamás me daría la opción de que habláramos a solas, solía ser un tanto rencorosa y no creo que eso haya cambiado

- Cambiemos de tema por favor, necesito que mañana me acompañes a comprarle un regalo de cumpleaños a mi madre - le pedí a Nati esa me miro aterrada

- Estás loco? Yo ni siquiera se que se le puede regalar a una señora tan elegante como tú madre, Dios Rodri yo no pertenezco a este mundo sigo insistiendo en que no debo venir

- Ya deja de decir esas tonterías, eres mujer y me puedes orientar con algún perfume o joya yo no tengo ni idea de gustos femeninos

Nati puso los ojos en blanco y asintió no muy convencida

- Cuántos años cumple tu mamá? Por cierto es bellísima - pregunto Nati

- Lo es, cumple cuarenta años

Después de esa conversación nos despedimos y fuimos a dormir, Natalia era como una hermana para mí, la conocí en Nueva York

Después de lo que pasó con Cielo había entrado en un cuadro depresivo muy grande, apenas si iba a estudiar y entrenar, no quería casi comer y había olvidado lo que era reír, un día coincidí en una clase con Nati al principio no quería ni mirarla creí que era de esas chicas arrastradas que sólo quieren meterse en mi cama, Pero después entendí que solo quería ayudarme, ella había pasado por algo mucho peor habían asesinado al amor de su vida en un intento de asalto, por ese motivo decidió hacerse policía, Nati también paso por una depresión como yo y ella me ayudo a salir adelante, es la hermana que la vida no me dió, mi fiel consejera, mi compañera la que me ha salvado mas de una vez el trasero en el trabajo, jamás podría verla con otros ojos que no sean los de un amigo o un hermano y se que a ella le pasa igual que a mi, por más que muchos crean que entre nosotros hay algo, jamás pasará porque mi corazón tiene dueña desde que era un niño

Observó la foto en la mesa de noche y mis ojos se llenan de lágrimas, es la última foto que nos sacamos juntos con Cielo fue el día de nuestra graduación, se suponía que tenía que ser el mejor día de nuestras vidas y se terminó convirtiendo en el peor, aún recuerdo sus ojitos llenos de lágrimas, la decepción con la que me miró, su tristeza y sus súplicas para qué no la dejara, porque tuve que ser tan cobarde? Porque tuve que escucharlo? Porque no tome otra decisión? Tal vez ahora Cielo y yo seríamos felices...

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