Karma

Era de noche y Celia se había ido a dormir ya estaba más familiarizada con su nuevo cuerpo e identidad.

Mientras estaba dormida un sueño la atacó, en este sueño su familia cuando era Karen se encontraban torturando a Mariano que estaba amarrado con cadenas en las mismas condiciones se encontraba Marlén que no tenía cabello y se notaba que había sido arrancado a la fuerza, ninguno de los dos tenían uñas y estaban casi desnudos y suponía que les tiraban agua hirviendo con regularidad, porque tenían sus cuerpos con muchas ampollas y su piel se levantaba en algunas partes.

Eran un pedazo de lo que alguna vez fueron, pero solo recibían un poco del sufrimiento que causaron.

Mariano una vez fue un hombre arrogante y pulcro, pero ahora incluso le habían quitado el derecho de ser hombre y sus partes nobles se encontraban en frente de él como recordatorio de lo que dejó de ser, pero su muerte no sería tan rápida y por eso un doctor le coloco un aparato que cumplía con la función de la parte arrancada y evitó que muera desangrado.

Su karma había llegado con la muerte de Karen los exámenes realizados dejaron pasmados a sus familiares y nos les importo nada las amenazas del padre de esa escoria y mucho menos las súplicas de ese par de idiotas.

Celia se sentía feliz aún no morían, pero sabía que iban a sufrir y desear estar muertos sabía como era su familia solo esperaba que sean felices sin ella, tal vez ella también pueda ser feliz.

Cuando se despertó se sentía plena y más radiante que otros días no sabe como llegaron esas imágenes a sus sueños, pero disfruto saber que las cosas están tomando forma.

Ahora con saber que esas personas estaban sufriendo se sentía satisfecha y podía seguir con su nueva vida sin remordimientos.

Con ese nuevo inicio comenzó por hacerse cargo del trabajo de la mansión al principio el encargado se mostraba resignado, ya que no había sido la primera vez que la señora haga eso y la última vez cometió un error que provocó unas pérdidas considerables de dinero destinado al pueblo y el no podía impedirle la entrada ni mucho menos negarle documentos.

Pero esta vez al final del día la duquesa lo sorprendió con un trabajo bien hecho e incluso había notado pequeños errores en trabajos anteriores y había sido muy amable tanto que dejó pasmado al hombre que no pudo trabajar en todo el día y solo estaba sentado tomando té que la señora ordenó.

Miraba a las doncellas en busca de respuestas, pero estaban igual o peor su señora estaba rara como si fuera otra persona.

No sabía dónde quedaba cada parte de la mansión, también recuerdan que solía disfrutar ir a la cocina solo para molestar a los cocineros y tirar su comida, pero ahora come tranquilamente y agradece a todos por su servicio.

Incluso les regalaba oro de vez en cuando cuando antes hasta le debían dar parte de su sueldo.

La duquesa estaba muy extraña y no sabían si era amable de verdad o tenía algún plan en mente, porque sus actitudes eran distintas hasta parecía que no sabía nada ni recordaba como era.

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