Capítulo 19

Flor Rojas

—Hola señor Vicencio — digo saludando al hombre — por favor llámame Flor.

—Bien Flor entonces tú, llámame David — dice y asiento — ven pasa Eriks está en el despacho

Entramos al bar y lo que veo me deja sorprendida, es un ambiente totalmente diferente a los club que manejo aquí son más descarados, las mujeres están con los pechos al aire y con mini falda a diferencia de los club de mi familia, las mujeres usan faldas de cueros con top que realzan sus pechos o vestidos cortos pegados al cuerpo, y eso hace que los hombres quieran sus servicios y ya es problema de la mujer si acepta o no.

Llegamos a la puerta de lo que se supone que es la oficina.

—Pasa ya sabe que estás aquí — dice abriendo la puerta.

Paso y lo veo sentado con unos papeles cierro la puerta y me tomo un momento detallando su rostro, este hombre es una obra de arte, sus labios, su nariz respingada, sus pestañas largas resaltan en su rostro.

—Te vas a quedar hay mirándome como estúpida — dice, haciendo que salga de mis pensamientos

Aunque sea extremadamente guapo eso no le quita la cara de maldito que tiene y su actitud de mierda es lo peor, no me mira y que bueno que no lo haga ya que cada que esos ojos grises me miran se me olvida hasta de como caminar.

Me acerco y es hay cuando me mira, me detalla de abajo hacia arriba mirándome directamente a los ojos haciendo estragos en mi haciendo que se humedezcan mis bragas, creo que mi cuerpo tiene cierta debilidad por este hombre.

Me siento frente de él, mientras él vuelve su atención a los papeles, me dijo que viniera a esto no habla, no me mira solo esta firmando papeles le llega una llamada tarda un rato y contesta.

—Que pasa Amelia — dice, pero en un tono menos fuerte

No escucho lo que dice la chica del otro lado y por lo que veo debe ser alguien especial para él para que la trate de esa manera.

—Estoy ocupado, dile a Ivan que valla contigo — dice y corta la llamada.

Este hombre no tiene modales o que, no se molesta en saludar, ni en recibir el saludo y ni siquiera se despide.

—¿Tu novia? — preguntó, y es la pregunta más estúpida

—¿Celosa? — me mira con la ceja alzando una ceja, haciendo que me ria

—¿Es enserio? — digo entre risas — por qué debería estar celosa solo es una pregunta.

—Pues no, no es mi novia es mi hermana — dice

—Aa por un momento pensé que seria tu amante — digo — bueno soy tu amante en pocas palabras.

Sonríe y de verdad que este hombre no puede ser más perfecto vuelve a poner su atención en lo papeles haciendo que lo maldiga mentalmente por hacerme venir solo para verle la cara.

—Debes querer mucho a tu hermana — digo — es que la manera en cómo la trataste se ve que es muy especial.

—Pues si es la única persona que tolero — dice — aunque aveces me dan ganas de mandarla a un convento.

Suelto a reír, mientras él me mira como si estuviera loca.

—Y quieres a alguien más que no sea tu hermana — digo.

—La única persona que tolero es a ella — dice

Y este acaso no tiene madre o que, me trago la pregunta.

—Enserio, ¿y alguna vez te has enamorado? — suelto la pregunta haciendo que me mire.

—No, y tampoco me interesa hacerlo — dice — no me veo haciendo ese tipo de cursilerías que hacen los idiotas cuando se “enamoran” — hace las comillas con los dedos

—Enserio no te has enamorado ¿y novia no has tenido? — digo

—Claro que no, no tengo tiempo y tampoco me interesa — dice — eso no va con mi personalidad.

—Todo el mundo se ha enamorado, algunos más de una vez y otro solo una vez — digo — y no creo que tú con ¿cuántos años tienes?

—¿Que? — dice,

—¿Cuantos años tienes? — le preguntó

—25 — dice

—Bien, no creo que tú con 25 años no te hayas enamorado — le digo, y me mira con una ceja levantada

—Pues, créelo por que es así — dice

Enserio no se a enamorado, creo que es por eso que es tan amargado.

—¿Y tú? — me pregunta.

—¿Yo? — devuelvo la pregunta

—Hay alguien más aquí — dice