Llegamos a la India, en horas de la tarde, nos alojamos en un hotel tipo bungalow, paseamos por su ciudad, Delhi es muy hermosa, visitamos varios templos hindú.
En uno a la diosa chiva, se nos acercó un Monje y nos dice que vamos a hacer muy felices y que la diosa nos va a conceder dos hijos, Laura le comenta su situación y le dice que ya tenemos tres hijos, el Monje le repite que vienen dos hijos y que serán la alegría de todos en la familia, pero que la partida de un miembro de nuestra familia nos afectará mucho, esas palabras me afectaron mucho ahí mismo pensé en papá, al llegar al hotel llamé a mi hija y le pregunté por papá y me dijo que lo hospitalizaron para hacerle todos los exámenes, que apenas tengan los resultados me avisan, yo les pido que no me lo dejen solo y es que me dicen que se lo llevan a la mansión, que ellos presienten que lo está matando es la soledad y así lo tienen vigilado, que ellos ya hablaron con los abuelos y están de acuerdo, con esas palabras hablo con Laura y le cuento todo y también estás de acuerdo que viva con nosotros.
La mansión fue remodelada por nuestros hijos y nos sacaron un apartamento de tres habitaciones en la parte alta, para nosotros ahí estará mi padre, los muchachos estarán en otro que hicieron para ellos y la planta baja para los abuelos así cada uno mantendremos nuestra independencia y al mismo tiempo estaremos unidos todos.
Compramos todo lo que queríamos, ya que tenemos quince días en estas tierras ya es hora de regresar, ya que vienen varios eventos y los muchachos no pueden estar solos.
Cuando llegamos bajamos todas las cosas, pero unas caras de tristeza me ponen sobre aviso, abrazo a mis hijos y disimuladamente les pregunto es papá y me dicen si, es el abuelo, nos está regalando días, lloro junto a mis hijos y les cuento lo que un Monje nos dijo, ellos me dijeron que no le dijera nada que no sabe lo que tiene y que no le quieren decir para que no se entristesca le pregunto si hablaron con mis hermanos y me dijeron que me estaban esperando para que yo se los dijera. Llegamos a la casa y ahí estaba mi viejo, lo abrace lo bese y le dije me hicistes mucha falta, él se alegró mucho, preparamos barbacoa y celebramos nuestra llegada.
Salí muy temprano con mis hijos a revisar unos negocios, Laura sabía lo que teníamos que hacer reunirnos con mis hermanos y contarle todo, también quería que le dieran vuelta y lo tomarán en cuenta, fue cuando Andrés me dijo que el lo sabía, que lo descubrió tomando unos medicamentos que son para el cáncer y que el los toma desde hace un año, eso quiere decir que si sabe lo que tiene, entonces tenemos que hablar con él, fue cuando mi hija me dijo que el no quería decir nada para que no lo tratarán como un estorbo inútil, ese orgullo de papá, no cambiará, nos pusimos de acuerdo de hacerle sus últimos días algo muy especial. Que cuando le tocará partir fuera en unión familiar a su alrededor. los días fueron pasando, papá se postro ya no salía de su cuarto, yo me sentaba con el a conversar, lo ayudaba a bañarse, ya casi no caminaba, un día me pidió a su abogado, yo sé lo llame y hablaron largo rato, esa noche les pidió a los muchachos que le contarán como estaba todo por los hoteles me entregaron cuenta y dijo todo camina bien en sus manos, me abrazo y me dijo al oído, a los otros no los conoceré, no entendí pero igual le dije que eso no era posible y me dijo ya lo verás, los ví en sueños y son un varón y una hembra. Lo bese y le dije que tratara de descansar y me respondió eso es lo que are a partir de mañana, le di sus medicamentos y me fui a hablar con Laura y a pedirle que me acompañe a velar el sueño de papá, cuando regresamos al cuarto ya papá se había ido, lo abrazo llorando y le digo me jugaste sucio viejito tramposo, llamé a mis hijos y hermanos y les di la noticia de la partida de papá.
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