Capitulo 12 ARREPENTIMIENTO

El adolorido alfa se levantaba para salir casi corriendo de su recamara al mirar al Omega diabólico a su lado desnudo, entro a la recámara de visitas con una muda de ropa deportiva para poder bañarse ahí, tenía miedo de que si Mateo despertaba, o lo golpeaba por lo de anoche o volvería a derribarlo con furia y a volver a hacerle el amor hasta saciar sus bajos instintos, se miró al espejo y lo vio, todos los arañasos y mordidas de el Omega había dejado allí, la piel le ardía, le ardian los labios e incluso el…. Bueno ya saben que, suspiro al sentir el agua tocando su lastimado cuerpo, ¿como es que esa cosa tan chiquita era así de fuerte? Ni el siendo un alfa dominante había podido resistirse ante sus feromonas tan fuertemente seductoras y agresivas.

-¿Es así como se sienten las feromonas de un Omega de casta pura?

Se preguntaba mientras salía de la ducha, al mirarse de nuevo quiso entrar a la recámara y patearlo de la cama para que despertara, pero no podía, llevaba dentro de el a su cachorro y debía cuidarlo.

-Omega desquiciado…

Se repetía mientras se cambiaba, salio al comedor donde Nathan ya estaba desayunando, al mirarlo casi escupió el jugo de su boca, no pudo evitar reír a carcajadas y mirar a su amigo que con cara de poker se sentaba en la mesa

-Vaya, estuvo fuerte la noche, aunque no creo que lo disfrutaras, ¡traes una cara de culo que no puedes con ella!

-Callate imbécil, es tu culpa, lo hechaste sobre mi, Nathan… el… el… me violó 😭😭

El alfa volvió a morir de risa mientras miraba al alfa que si no hubiese estado en la mesa, seguro estaría en posición fetal en el piso, mesiendose de un lado a otro mientras se chupaba un dedo.

-Jajajaja ¡no me jodas James! El chico mide como 1.70 mtrs tu mides 1.95, ¿como es siquiera eso posible?

-Weeey, ¡tiene la fuerza de un maldito toro! Me tiró, me mordio, me azotó, me araño, se lo metió así sin siquiera prepararse, ¿es que acaso es insensible?, y eso no es nada, toda la noche se la paso sobre de mi… Nathan te lo juro, está loco, es un lujuriento…

-Jajaja James, los omegas embarazados son así, un volcán desbordante de hormonas, durante todo el embarazo solo quieren y quieren sexo, y si no lo consigue contigo amigo, creeme lo conseguirá en otro lado.

-¿Que dices?

-Que si, si no se lo das tu, no faltará quien lo haga, ¿es hermoso no? Te soy sincero, lo ví y me agrado, es un Omega bellísimo, y es dominante, yo soy un alfa dominante y el tam….

¡Pum! (Golpe)

En golpe en la mesa hizo a Nathan brincar, el aroma de las feromonas del alfa en el ambiente era pesado, miro con sorpresa y sonrió.

-¿Todo bien?

-Estas hablando de la madre de mi hijo…

-Sip, la mamá no tu Omega, el no es nada tuyo, el es libreeee, como el aire…

-Jodete animal, jodeteeeeee….

...…......

El Omega que despertaba, se sentía completamente renovado, se sentó en la cama y bostezo con ganas, estaba fresco como una lechuga, miro el cuarto hecho un desastre, la ropa del alfa tirada, la cama revuelta, en el piso su ropa y la del alfa tirada por allí y por acá, miro su cuerpo, estaba pegajoso y más abajo…. Escurría.

Se quedó helado, los recuerdos llegaron, ¿Qué carajos había hecho? Lo último que recordaba era el desayuno de el día anterior, ¿había pasado todo un día en el cuarto con el alfa? Y si había sido así, el lo provocó el se insinuó e incluso el le hizo todo eso al pobre alfa.

Recordo a James gimiendo bajo el mientras gruñía por alguna que otra mordida que Mateo le había puesto, y después a el mismo Mateo en 4 sobre la cama mientras James embestía con fuerza y Mateo gruñía de ganas y éxtasis, el arrepentimiento llegó de inmediato

-¡Mierda! Que fue lo que hice carajo…

Jamás en su vida había tenido un celo así, se levantó al notar que esa no era su habitación y miro la puerta blanca, era el baño supuso, se levantó y se dio cuenta que en el baño no había una sola toalla, también su ropa era un desastre, suspiro mientras buscaba con que cubrirse y la encontró, la camiza blanca del alfa que le quedaba un poco grande, se la puso y olió, el aroma tan delicioso de la canela, suspiro una, otra y otra vez, hasta que se dio cuenta lo que estaba haciendo.

-¡No!, ¡No! Y ¡No! No es posible, jamás, jamás me Gustarás James Baek, lo de ayer fue solo calentura, pero tú, ¡jamás me gustaras!

Salio de la recamara agena hacia el pasillo a toda prisa, en dónde choco de lleno con el fuerte pecho de aquel alfa que caminaba hacia allí.

-Lo… siento.

Le repitió mientras James lo veía de arriba abajo, la camiza blanca del alfa en su delicado y blanco cuerpo y el aroma de la canela mezclado con el dulce aroma del algodón de azúcar, James gruño internamente mientras se jalaba los pelos de coraje por desear de nuevo a ese Omega loco.

Miro a Mateo de pie con la cabeza gacha y los cachetes sonrojados, quiso tocarlo pero Mateo hablo, James dio un brinco y retrocedió mientras miraba a Mateo.

-¡James!

-He… espera, espera, ¿que pasa…?

-Lo… lo siento, no se que pasó, yo, no suelo ser así, pero quiero que sepas que fue un error y que no quiero que se malinterprete…

-Mateo, yo…

-No, no déjame hablar, mira, agradezco esto y haré todo lo posible que se pueda para que mi bebé Nazca bien, cooperare contigo pero James, a partir de hoy, yo regresaré a mi casa.

-¿Que dices?

-Si, podrás visitarme siempre e incluso… si quieres puedes pasar a comer o cenar pero, James debo irme de aquí, ¿Me entiendes verdad?

(James no lo entendía un carajo)

-Si… entonces baja a desayunar, te llevaré a casa.

Mateo entro al cuarto y James en el pasillo miro frustrado al Omega que se le iba.

-Jamas, jamás lo aceptaré Mateo Sánchez, jamás me gustaras, jamás lo admitiré…

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