Con una última mirada reprobatoria, mi padre concentra toda su atención en su plato. Yo hago lo mismo y por un momento disfruto de esta cena que al parecer será la última en la casa de mis padres. Desde mañana debo encargarme de una completa desconocida.
Mientras mastico no puedo dejar de recrear el momento en que mis labios hicieron contacto con los de ella, suaves, dulces, relajantes, apetitosos, calientes. De pronto siento que algo aprieta mi pantalón y lo peor de todo es que solo se debe al recordar un beso. ¿Cómo será cuando bese su cuerpo? Un escalofrío me recorre la columna vertebral de solo pensarlo y mi excitación se incrementa.
Luego de esa cena, saludo a mis padres para dirigirme a mi departamento. Al llegar llamo a mi socia de cama, necesito quemar el calor que viaja en mis venas.
Por la mañana temprano, me ducho y me coloco un traje de tres piezas gris plomo. Me coloco un poco de perfume que sé qué hace voltear a las mujeres. Y bajo para subir a mi coche que es conducido por mi chofer de confianza y custodiado por mis guardaespaldas.
Mientras el vehículo se mueve llamo a los de seguridad que deje custodiando a mi “esposa” para llevarme la sorpresa que mi querida mujer ya salió de la casa.
—En este momento está entrando a la clínica donde se encuentra ingresada su madre, señor —dice el tipo del otro lado de la línea.
—Enseguida estoy allá —digo cortando la llamada e indicando a mi chofer el nuevo rumbo que he decidido tomar.
Al llegar a la clínica entro como amo y señor buscando a mi esposa. Me dirijo a recepción, pero no hace falta que pregunte por ella ya que justamente la veo ingresar al consultorio de un médico.
Sigo para llegar a la puerta del consultorio que casualmente esta entreabierta. Me asomo y veo como ese medico acorrala a mi mujer y veo en el rostro de ella que no está para nada contenta con la situación.
—Ya pagué por el tratamiento de mi madre, no sea irrespetuoso —dice ella esquivando los avances del médico.
—Sabes bien que podrías conseguirlo gratis... solo tienes que dejarte llevar —le dice el tomando un mechón de su cabello, ella esta tan pegada a la pared que creo que quiere fundirse en ella. ¿Se pondría así si yo a acorralo?
—No soy esa clase de mujer —dice ella he intenta sacárselo de encima, pero el tipo la toma por los hombros y quiere besarla. Hasta ahí llego mi limite.
—Saque sus asquerosas manos de mi mujer —irrumpo en el consultorio con ansias de matarlo, pero soy una persona con mucha influencia en los medios y en este momento no necesito un nuevo escándalo.
—Esto es una consulta privada, no quiera pasarse de listo —dice el medico con acento arrogante—, sé muy bien que esta no es mujer de nadie —termina diciendo y veo la indignación en la cara de mi esposa.
—¡Adonis! —dice ella con un leve gemido que hace mucho en mi sistema, el medico la mira rara.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 70 Episodes
Comments
Francisca Alcantara
Que asco de médico merece que le quiten su licencia médica por acosador
2025-02-13
0
Mildred Álvarez
desgraciado medicucho,debiera denunciarlo y que le cierren la clínica
2025-03-12
0
Evelia De Leon
Que asco de médico. Con esa actitud deja mal parado al gremio médico.
2025-02-07
0