capitulo 2.1

Por eso no quiero saber nada con el amor, faltaría que la susodicha se quiera vengar porque quiero repartir todo mi amor con todas las femeninas del mundo.

Naguel representa la parte legal de la compañía. Dentro de todas sus tareas, una en especial se realizar donativos a mi nombre. Hoy es el día en que se deben realizar esa tarea y me gustaría que busque algún hogar de niños desamparados.

Como si lo hubiera llamado con la mente, mi amigo traspasa la puerta de mi oficina y se sienta en la silla que está en frente de mi escritorio.

—Socio —saluda, como todos los días.

—¿Ya hiciste las donaciones del mes? —pregunto, sin apartar la mirada de mi trabajo.

—En eso estoy —dice y miro que no deja de usar su teléfono.

Sigo en mi trabajo ignorando la presencia de Naguel cuando escucho que me ha tomado una fotografía.

—¿Para que la foto? —pregunto ahora si mirándolo, esperando que tenga para decir.

—Nada, mi novia que me pregunta que estoy haciendo —dice y lo miro mal, no tiene novia.

—Tú no tienes novia —afirmo.

—Listo ya está listo tu donativo del mes, mañana termino la transacción y te paso todos los detalles —sin más explicación que esa, se levanta y sale de mi oficina dejándome con la duda de a quien carancho le mando esa foto.

Restándole importancia me concentro nuevamente en mi trabajo. Llegado el momento de salida, recibo un mensaje de una morenaza que esta para partirla como queso. Por lo general no frecuento las mismas mujeres, pero con ella es diferente.

Ella sabe lo que yo quiero y yo sé lo que todas quieren. Por lo tanto, somos un buen complemento pera un momento de disfrute mutuo.

Subo a mi coche y me dirijo al departamento de la chica, sé que me recibirá con alguna lencería sugerente junto con alguna copa espiritosa y luego de tomarnos un par y que el alcohol llegue a nuestro sistema, haremos de todo menos rezar el padre nuestro.

Luego de una larga sesión de cardio, me dirijo a mi departamento. Está ubicado en una zona residencial más prestigiosa de la ciudad. No me lleva mucho tiempo llegar, ya que esta cercano a la locación de la morena. Saludo a Jenrry, el tipo de seguridad del edificio y subo a mi piso. Luego de entrar y caminar hasta mi habitación, me despojo de mi ropa entro a la ducha y lavo mi cuerpo.

Al volver al cuarto solo me tiendo en mi enorme cama, solo cubriendo mi desnudes con las finas sabanas de algodón egipcio y me quedo dormido al instante.

A la mañana siguiente llego a la compañía como todos los días cinco minutos antes de las nueve. El personal ya pulula por todo el lugar y cuando me ven corren como la peste, esquivando mi paso y dejándome libre la vía para llegar al ascensor sin contratiempos.

Llego a mi oficina y luego de que mi asistente me diera toda la información de mi agenda, que me espera para el día de hoy, le pido un café y me concentro por un momento en unos archivos.