9. El mal está en todas partes

...Advertencia ⚠️: Algunos eventos del presente capítulo podrían resultar fuertes para personas sensibles....

...LEER CON PRECAUCIÓN...

El rey Quiimo leh y Lady Jamel están peleando con ahínco, valor y determinación; sin embargo, ven caer uno a uno de los hombres del batallón que lo acompañaba; aquellos cuatro seres mágicos que crean animales de fuego, parecen indestructibles y sus poderes mágicos de alguien como él que aún no los ha asentado están a punto de fallar.

Los seres que comandan el batallón que los está atacando son los cuatro líderes de la guardia de cazadores, guerreros fuertes de los Senmorta preparados para la guerra.

...La guardia de cazadores...

El joven rey de Pridora está delante de su tía, quien ha resultado herida, pese a eliminar a varios de los guerreros que los atacaron no pudo evitar que lo hicieran.

De pronto hay una bruma que los rodea; en medio de ella sale un hombre rubio de ojos verdes, parece un príncipe de bondad inofensivo, pero se ha llenado de resentimiento, ha sido preparado para destruir y tiene objetivos muy claros: destruir con un absoluto sufrimiento a quienes piensa le han arrebatado a su mujer, recuperar a la princesa de ojos azules que desea para él y entregar el control total de Hurmaya a su padre, el rey Asasen de los Senmorta.

...Príncipe Moarte...

El príncipe Moarte tiene los poderes de un brujo de fuego, un hacedor de tormenta, un custodio de la muerte, un destello de furia, un mago amarillo del desplazamiento, un resucitador de almas, un inmovilizador de tiempo y un mago de agua, cuando alguna vez habitó Hurmaya tuvo una identidad falsa y lo conocían como Lord Candam.

El príncipe Quiimo lah está perdiendo la fuerza en las piernas, cae de rodillas y se está apoyando en su espalda.

- "¿Quién eres y qué quieres?, preguntó el joven rey de Pridora.

- "Soy el desolador de Hurmaya, pero tranquilo su Majestad aún no lo voy a destruir, solo quiero que sea de utilidad para mi venganza", respondió Moarte con una sonrisa ladina.

- "¿Qué hemos hecho para que quiera vengarse de nosotros?", inquirió Lady Jamel con fiereza aún estando herida.

- "Si somos exactos ustedes no me hicieron nada; salvo ser Hurmayos, pero por eso no estoy acá; lo que realmente me interesa es llegar a la princesa Kala", comentó Moarte.

- "No te atrevas a lastimar a mi hermana", dijo Quiimo mientras se retorcía de dolor, uno de los integrantes de la guardia de cazadores le estaba clavando un filudo cuchillo en el corazón, lo suficiente para obtener su sangre y no para matarlo.

- "Tengo una cuenta que cobrarle al príncipe Bátor, y me pregunté que le dolería más si sufrir mi especial tortura o ver a su consumida con el fuego, o escuchar los gritos de horror de su hermosa esposa mientras la estén subiendo a la hoguera y verlo suplicar por piedad", expresó Moarte con maldad en los ojos.

El rey Quiimo leh y Lady Jamel escuchaban horrorizados mientras los custodios los amordazaban y los ponían en una carreta con barrotes.

- "Llévenlos a la prisión especialmente diseñada para ellos, está en el mismo Hurmaya y ni siquiera la han descubierto, son unos idiotas, ¡que vengan los infiltrados!", ordenó el príncipe Moarte.

Pronto una pareja de Senmorta apareció delante de su príncipe, los últimos años se han mantenido cerca de la corte real de Pridora, para conocer perfectamente el comportamiento del rey y la regente.

El príncipe Moarte los cubre de una luz violeta, y ahora esos dos Senmorta lucen exactamente como Quiimo y Lady Jamel.

- "(Dirigiéndose a los Senmorta que ahora lucen como Quiimo leh y Lady Jamel) Manténganse en sus lugares, para que nadie sospeche que los tengo, serán el anzuelo perfecto cuando llegue el momento. (Los infiltrados se van, se dirige a alguien detrás de él) Yo solo quería a Lycka y Bátor se interpuso, solo aplazó lo inevitable, esa princesa va a regresar a mí, haré sufrir a Bátor antes de morir y acabaré con el príncipe Leven por osar poner sus manos en mi mujer, el resto solo son un daño colateral", dijo Moarte sabiendo que su padre lo estaba escuchando en las sombras.

- "Hiciste un excelente trabajo hijo, estoy muy orgulloso de ti, rompiste el escudo perfectamente y tenemos los primeros prisioneros, aprovechemos que creen que nos tienen encerrados", comentó el rey Asasen.

- "Puede haber muchos infiltrados y empezar a tomar el control de los reinos; pero el rey Carpio siempre es un cabo suelto, ¿estás seguro de que podrán detenerlo?", preguntó Moarte.

- "No te preocupes, tengo a la persona correcta para capturarlo", manifestó Asasen.

- "Es un semidiós, ¿confías en que ella hará el trabajo?, no creo que tenga la fuerza de esa mole", dijo Moarte.

- "Tranquilo, que mañana mismo tendré al rey emérito Carpio de Susumira prisionero, no sabrá ni qué fue lo que le pasó, no entenderá lo que está ocurriendo y cuestionará todo lo que cree hasta ahora", dijo el rey Asasen.

- "Recuerda algo padre, quiero a Lycka, y es la única razón por la que te estoy ayudando, si le llegara a pasarle algo...", aseveró Moarte.

- "Si quieres a esa princesa como mujer, la tendrás como mujer, eres el príncipe de los Senmorta, seremos tan poderosos que tendremos lo que queramos. Puedes destruir todo como quieras, lo único qué no te puedo conceder es al rey Khwan, la forma de destruirlo a él, es mi gusto personal y no se imagina cuánto voy a disfrutarlo", manifestó Asasen con mirada siniestra.

...El rey Asasen de los Senmorta...

El príncipe Moarte desaparece en la bruma, y uno de los guardias de cazadores se acerca al rey.

- "¿Por qué no hizo que el príncipe detuviera al rey Fortem?, necesitamos que nadie descubra antes de tiempo quienes son los infiltrados, ahora que no está bajo el control de Tesko, no hay nada que lo impida", preguntó el guardia.

- "Mi hijo recién despierta, necesitaba probar sus poderes con alguien que no ha descubierto todo su potencial como Quiimo. El rey Fortem ha peleado demasiado, daría mayor batalla y podría arruinar nuestros planes; nos enfrentaremos a él en el momento oportuno; ahora está enamorado, dejemos que eso lo mantenga entretenido, que todos sigan creyendo que estamos encerrados, si supieran que atacaremos en el mismo Reviere", respondió el rey Asasen; mientras trasladaba la sangre del príncipe Quiimo desde el cuchillo hasta una sortija.

- "Me parece increíble que pueda haber autorización para ingresar, con Reviere inutilizado no tendrán donde refugiarse", dijo el guardia.

- 'Han sido años de cuidar cada aspecto, aún con los sabotajes, cuando descubra a la rata que nos está traicionando, va a desear no haber nacido, voy a sacar su piel pedazo por pedazo", dijo el rey Asasen enfurecido.

Los Senmorta tienen infiltrados en los reinos, irá reemplazando sus fichas una por una, contaminará la mente de quien tenga que hacerlo y neutralizará a Reviere; para luego atacar Hurmaya sin piedad.

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