3. Demonio de fuego

Lycka, la hija menor del rey Sago, es una agraciada joven de diecinueve años, tiene ojos azules brillantes (rasgo característico de la familia real de Urtesi) y una hermosa cabellera rubia. Puede hablar todos los idiomas de los reinos de la Comunidad Mágica de Hurmaya, además de ser una artista nata, hábil con la ballesta y la lanza.

Lycka es una maga de luz amarilla, por lo que puede desplazarse a cualquier lugar instantáneamente; su primer amor no resultó ser la persona que creía, pasó por una experiencia demasiado traumática en la que creyó la noche de bodas de un matrimonio de mentira; jamás se imaginó que el primer hombre con quien estuvo resultó siendo realmente el príncipe heredero de los Senmorta, que equivocadamente ha creído muerto en dos oportunidades.

Lycka llegó herida, sin memoria y con el alma dolida al reino de Boron, encontrándose con el príncipe heredero Leven, quien le ayudó a curar sus heridas, a descubrir lo que era el verdadero amor, y con quien, a pesar de separarse un tiempo, se casó hace un mes nuevamente.

...Lycka...

Leven, es un galante hombre de veintinueve años, de gran altura, posee unos hermosos ojos ámbar y un cabello cobrizo, es el hijo del rey Kutt y heredero a la corona de Boron; tiene la capacidad de revivirse y revivir a otras personas, si no ha pasado mucho tiempo desde su muerte accidental y si aun no era el verdadero tiempo de dejar definitivamente la existencia.

Leven es una persona inteligente, apacible, analítica. Su primera esposa murió por la maldad de Lapurra, una antigua Senmorta que finalmente fue destruida por la reina Huimang, después de un ataque conjunto entre varios miembros de las familias reales. El hijo que tuvo con su primera esposa, de poco más de cinco años, tiene la marca real de Boron; sin embargo, el pequeño no tiene magia, los Senmorta le robaron cada uno de sus poderes.

...Leven...

El príncipe Leven lleva mucho tiempo investigando lo que eso pueda significar en la vida de su hijo; está en la biblioteca del palacio, analizando libros antiguos que el príncipe Josag le ha enviado con algunas anotaciones, necesita descubrir si hay algo que hacer ante las conjeturas que ha llegado el también duque de Reviere, porque no son nada alentadoras, solo diez años más de vida para su pequeño, el príncipe Leven quiere encontrar la manera de salvar esa condena, antes de que pudiera empezar cualquier guerra.

- “Por favor descansa un poco, te traje algo para que comas, si sigues así vas a enfermar”, dijo Lycka acercándose con una pequeña vianda y poniéndola en una de las mesas.

- “No puedo, es la vida de mi hijo”, replicó Leven.

- “Lo sé, pero si te enfermas no podrás ayudarlo, solo toma un pequeño tiempo y sigue, encontraremos la manera de salvarlo, hay muchas personas que están estudiando todo esto”, manifestó Lycka acariciando el rostro de su amado esposo.

- “Lo siento, eres un ángel cariño y te estoy dando tan poco tiempo”, expresó Leven atrayéndola hacia él, y sentándola sobre sus piernas; ella es su lugar de paz, la mujer que le transmite valor y lo sana emocionalmente con su profundo amor.

- “Entiendo todo lo que haces, y si necesitas que haga algo o que solo espere lo haré, lo único que te pido es que no me dejes verte desvanecer en la angustia, encontraremos la respuesta y salvaremos al príncipe Cysur”, expresó Lycka, acercándose más al príncipe.

Se confunden en un beso que empieza tierno y se va intensificando, de pronto se ponen de pie, él la alza y ella termina enrollada en su cintura, sin soltarla la llevó hasta la pared; mientras la llenaba de besos en el rostro, el cuello; y a la vez metía una de sus manos debajo del vestido recorriendo sus muslos, besaba el pecho de su esposa aún sobre la ropa; las manos de ella recorrían la espalda de su esposo; hubieran hecho el amor ahí mismo, si no escuchaban las voces de personas acercándose; ambos se sonrojaron y dieron risas cómplices, mientras se apresuraban en acomodar sus ropas.

- “Niña, ya te dije que el otro modelo no es adecuado para la primera noche de bodas”, dijo Lady Niyelori ingresando a la biblioteca pensando que no había nadie.

- “Tía, va a hacer mi noche de bodas, no el día de pagar mi penitencia en una iglesia”, replicó la princesa Lirely de Boron.

- “¿Qué sucede?”, preguntó Leven sorprendiendo a las mujeres.

- “Es una conversación con la princesa, disculpen Sus Altezas”, respondió Lady Niyelori, al notar la presencia de los príncipes herederos.

- “Mira hermanito, (le enseña el camisón escogido por su tía para lo noche de bodas) parece el hábito de un monje, Chien no va a saber si hacerme el amor o ponerse a rezar”, dijo Lirely con un puchero; Lycka trató de no carcajearse, mientras Leven disimulaba expresión de seriedad.

- “¡Niña!”, exclamó Lady Niyelori.

- “De verdad te quiero mucho, tía, pero es mi noche de boda”, dijo Lirely.

- “Te aseguro que aún usando eso Chien sabrá que tiene que hacerte el amor”, manifestó Leven con una expresión de seriedad y risita.

- “¡Su Alteza!, ella es una doncella, no puede hablar de esas cosas”, manifestó molesta Lady Niyelori, Lirely trató de no expresar la verdad en su rostro, aunque nadie lo sabía, la noche de su boda no iba a ser la primera vez con Chien, ambos ya habían hecho el amor y era increíble.

- “No importa lo que luzcas en la noche de bodas, te aseguro que para él serás la mujer más bonita del mundo”, dijo Lycka con una sonrisa.

- “Leven, dime la verdad, si Lycka usara este camisón, ¿te parecería excitante?”, preguntó Lirely.

- “No debería hacer esas preguntas princesa”, expresó Lady Niyelori molesta.

- “Así ella estuviera envuelta completamente en una pesada alfombra me parecería excitante, me parece excitante aún debajo de una armadura”, todos los presentes se sonrojaron, “te aseguro que le gustarás a Chien bajo cualquier circunstancia, solo dale el gusto a nuestra tía, eres su dulce y tierna princesa, por favor”, continuó diciendo Leven para luego abrazar con ternura a Lycka.

Lirely miró a su tía y la abrazó, había olvidado que para la mujer que cumplió el rol de madre ante la muerte de su progenitora, ella era aún una inocente muchacha, sin experiencia, y quería que disfrutara de la ternura de la primera vez, en un matrimonio bendecido en la iglesia.

Por otro lado, el rey Carpio está en la parte más distante del castillo de Susumira, mira las estrellas brillantes, respira el aroma característico a lavanda de sus tierras, mañana partiría a cumplir su condena, y a descubrir aún más sobre la amenaza que se cierne sobre todo Hurmaya.

- “Una noche estrellada debe ser señal de buen augurio para la nueva pareja real”, comentó el rey Chien de Belgeum.

- “Eso espero, Su Majestad”, expresó Carpio; se dan los saludos protocolares.

- “Siento que me quiere decir algo, tuve el presentimiento de que me vendría a buscar, pero me intriga la razón”, manifestó Carpio.

- “Soy un demonio de fuego”, dijo Chien, mientras se formaba fuego en la mano; “y también tengo sangre real de Belgeum y Pallango, soy un caso extraño, mi propia existencia es un misterio, como lo fue por mucho tiempo la muerte de mi madre, quien habiendo descubierto que la concubina favorita de mi tio estaba rodeada de gente de otras tierras, fue emboscada y asesinada, pese a todo su poder, entonces me pregunté ¿qué tan fuertes pueden ser? y ¿qué era lo que estaban buscando?”, continuó diciendo.

- “Llevo buscando respuestas por muchos años, no he podido ingresar a sus tierras, estar en el límite de aquel lugar es lo único que se me permite.

- “Yo estuve ahí, y se preparan para una guerra a muerte, hay muchos más fuertes e inteligentes que Tesko, brujas con poderes destructivos y un príncipe que esperan despertar, que será un brujo de fuego, un hacedor de tormenta, un custodio de la muerte, un destello de furia, un mago amarillo del desplazamiento, un resucitador de almas, un inmovilizador de tiempo y un mago de agua, pero sin la nobleza que contenga la crueldad de ese poder; pues es un Senmorta, matar uno de ellos no es fácil, costó unir nuestros poderes acabar con una; Majic tuvo que arriesgar su vida para derrotar a otro.”, manifestó Chien.

Carpio retrocedió, aquel ser del que hablaba el rey de Belgem, tiene los poderes mágicos más importantes de las familias reales, contenidos en una sola persona; si querían vencerlo tendrían que trabajar todos juntos, sino sería el final de Hurmaya, y de cualquier que tuviera el más mínimo resquicio de una gota de sangre real.

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