Vaos al cine

Lisandro asintió con su cabeza, exasperado y confundido. Fue a su apartamento y se recostó pensando en las palabras de su abuela. Pequeñas imágenes de Mary lo perturbaba. Lleno de coraje tomó su celular para distraerse en cualquier otra cosa que no fuera ella. De repente nuevamente una foto de Mary y su hermano mellizo Martín estaba allí, un lanzamiento de una de las fundaciones de la familia Castillo. -Aquel cabello rojo desordenado, sus ojos azules y tersa piel… carajo! otra vez estoy pensando en ella. Lisandro se rinde y bota el celular a un costado de la cama, tomando el control del televisor y ve una película. Entonces, decide llamar a su amigo Felipe Montello.

-Hola Felipe que haces?

-Hola Lisandro, saliendo con mi novia al cine. por??

-No. creí que estabas solo quería que saliéramos a tomar algo.

-Ven con nosotros entonces. Dijo Felipe viendo el rostro de asombro de su novia Luna quien no entendía qué pasaba.

-No quiero ser un chaperón. Además, vas al cine. es absurdo.

-No seas idiota. Eso es bobo, tú crees que las personas que van al cine son solo enamorados??. Felipe veía a Luna asintiendo con la cabeza un poco tensa.

-No. No quiero interrumpirlos. Dijo lisandro.

-Y qué pasó con Lisa?, No ha llegado de viaje?

-No quiero que llegue.Ojalá pasara algo extraordinario por allá.

Lisandro se rascaba la cabeza pensando en Lisa Montés. Llevaba una relación con ella de dos años, para él parecía más de veinte años. Lisa era una chica inteligente, sagaz y con clase, de buena familia pero sin escrúpulos, egocéntrica y hermosa. Había terminado con ella hace un año, pero ella se dio a todas sus artimañas para poder manipularlo y cambiar de parecer. Lisandro odiaba eso de ella, mas en lugar de estar solo al acecho de todas las mujeres de la ciudad, era mejor que ella estuviera a su lado.Era mejor lidiar con una loca que con varias a la vez.

-Lo sé amigo, lo mismo pienso yo. Pero sabes que eso no pasará. Dame un momento.

Felipe miró con ojitos de borrego a Luna y acariciando su rostro le dijo suavemente, - Mi amor no seas malita, hagamos algo bueno juntos. LLevemos a Lisandro con nosotros.

-No. No es justo Felipe. Dijo Luna. Es nuestra cita.

-Vamos amor, o mejor, llama a una de tus amigas que nos acompañe así no me sentiré mal por él y podré estar contigo.

Luna lo miraba con una pizca de enojo y le sonrió. - Está bien. dile que venga con nosotros pero que sea educado con la chica. Tú sabes que Lisandro es bastante frío y de pocas palabras. Es más, estoy arriesgando una amiga por tí y tú amigo.