Idiota

Es ella. Qué hace la hija de Marcos Castillo aquí en Italia?. su sangre por un momento hervía, en su ser revive emociones que creía estaban sepultadas . Aquel hombre de cabello negro azabache era Lisandro Linguini, el nieto del Sr Linguini y Carmela S. Sus puños se apretaron al verla mientras pasaba por frente a ella, pequeñas frases aparecieron en su cabeza, “ ella es la hija de la asesina de tu padre”. prefería guardar la compostura y hablar de eso con su abuela, ella podría ayudarlo.

Lisandro conocía a toda la familia Castillo por los medios de comunicación, pero prefirió ser invisible por los escándalos que dejó su padre en el momento de su muerte. A Mary Castillo, le veía en las revistas de jóvenes emprendedores de su país, su primera vez que le vió era presentada a la sociedad a sus dieciséis años,es una mujer hermosa de cabello rojo y ojos azules color zafiro.

Saliendo de la universidad Lisandro iba conduciendo su auto, sus pensamientos albergaba su mente, - qué carajos me pasa?, por qué ver a esta chica me ha perturbado tanto. Mierda!, creí que este odio lo había superado. Lisandro dió un fuerte golpe a su volante como síntoma de frustración. Su querida abuela Carmela S, siempre fue aquella madre que nunca tuvo, la admiraba e idolatraba, pero ella jamás le ocultó nada, menos cómo su padre había muerto a causa de sus malas decisiones. Solo ella podía domarlo y doblegar su carácter, debía ir a casa. De repente, al volver a la realidad no pudo ser más oportuno, sin darse cuenta había pasado un semáforo en rojo, pasando frente a él una moto negra cromada manejada por una chica, lo único que pudo ver fue su dedo corazón alzado, un insulto y un destello de cabello rojo ondeando por el aire. Respiró un instante y siguió rumbo a casa.

-Idiota!.Primer día en Roma, y ya me pasa esto. No puedo creer que casi me embiste ese auto negro, por suerte no pasó nada. Quisiera tener enfrente mio a ese imbécil y decirle un par de cosas, si tan solo hubiese visto su rostro,ahhh pero la placa de su auto si la recuerdo LNE 5A

…

Ya era hora del té, Lisandro estacionó su auto y entró a la mansión y fue directamente al jardín. Allí se encontraba su abuela Carmela con su hermosa tetera china esperando la llegada de su nieto.

-Haz llegado a tiempo hijo.Asintió la Sr Carmela.

-Hola madre. Como estas?. Pregunta un poco despistado Lisandro.

-Bien hijo, pero parece que a ti no te ha ido bien hoy. Sucede algo?. pregunta la abuela con voz suave.

-Madre, hoy vi a Mary Castillo. un silencio se prolongó por un largo instante mientras las tazas de té se servían

-Es una hermosa chica. la Sra Carmela S ya de avanzada edad era una mujer madura y sabia, muchas veces sorprendió a Lisandro verla por las redes sociales y noticias, sabía muy bien que su nieto no era indiferente a ella.

-Mamá, lo sé, pero ese no es el punto. Lisandro tomó un poco de té dando un sorbo. - Solo que… verla llenó mi corazón de ira, no puedo olvidar lo que su familia le hizo a mi padre, si él estuviese vivo. un nuevo silencio abordó el momento.

-Lo sé hijo. yo perdí un hijo, tú un padre. Pero ninguno de ellos son culpables de lo que pasó. Tu padre tomó malas decisiones y estas traen consecuencias. Si no fuese por la generosidad del Sr Marcos Castillo, tu abuelo estaría preso en Montecarlo por complicidad de secuestro e intento de asesinato y habría muerto de depresión, tú sabes cuánto amo a tu abuelo. Y tú no estarías conmigo, solo Dios sabe que hubiese sido de tu vida al lado de tu madre.

-No tengo madre. Lisandro colocó el pocillo de porcelana en la mesa y desvió su mirada al jardín. -Menos cuando ella jamás se interesó por mi. Mi madre eres tú.