Tengo un gran dilema, sabía que no debía aceptar este trabajo, no sin haber investigado un poco por mi cuenta. La chica nerviosa con aspecto hippie que conocí en el avión, no parece una quita maridos. ¿Será ella la nueva víctima del tal Víctor Joel? ¿Habría terminado con la chica quita maridos y sería Cassie su nueva víctima?
Me levanto de la cama, casi no pude dormir, tal vez una sabia charla con mi hermano me ayude a despejar la mente.
- Toma -me tendió mi hermano una taza de café apenas entre a la cocina- ¿Qué pasó esta vez?
- No creo que haya sido buena idea haber aceptado este último trabajo -ignore el bufido que profirió cuando dije último.
- ¿Por qué sigues perdiendo el tiempo en esto?\, tú eres una talentosa bailarina\, no desperdicies la licenciatura que hiciste.
- Me pagaron muy bien por este trabajo y tal vez pueda poner mi academia de baile acá.
- ¿Quieres devolverte? Vives en la ciudad capital\, allí tendrás más oportunidades de hacer una escuela.
- Lo he pensado mucho\, en la gran ciudad hay mucha competencia\, escuelas de danza cada tres pasos\, acá no. También podría estar más cerca de nuestros padres y nuestros hermanos. Podría dejar esa vida atrás.
-¿Eres prostituta? -la voz del desagradable roomie de mi hermano, que también es el mío, intervino.
- ¿Cómo se te ocurre? -le contestó mi hermano molesto.
- Es que escuche su conversación y parece que fuera de eso de lo que hablaban -dijo sin interés\, sin ofrecer una disculpa\, tomó una gaseosa de la nevera y se fue.
Mi hermano y yo nos quedamos un momento viendo por donde Rosendo se había largado, ambos con el ceño fruncido, nos tomó un minuto más recobrar nuestra conversación.
- De la academia de baile no era de lo que tenía que hablar.
- ¿Entonces?
- Siempre procuro investigar algo antes de embarcarme en un trabajo\, esta vez solo confié en Andrea y siento que las cosas no están bien.
- ¿Por qué crees que las cosas no están bien?
- Es que no sé… Es como cuando conoces a alguien y hay algo\, no sabes bien que es\, pero algo te dice que no confíes o que confíes en esa persona. Es como si la esencia de la persona hablara por ella.
- Entiendo
- Y la esencia de Teresa es… No lo sé. Andrea confía mucho en ella.
- Andrea es muy ingenua y lo sabes\, ella confía en todo el mundo.
- Ella no es tonta\, no estaría con alguien malo\, no me habría llamado.
- Tienes razón. Pero Jade por favor no te enredes tanto la cabeza. Solo has visto a la tal Teresa una vez\, tal vez si la conoces un poco más las cosas se aclaren. Ya sabes lo que se dice “no hay que juzgar un libro por su portada”
- Tienes razón\, como raro -dije con sarcasmo.
- Como siempre.
- ¿Qué tal te ha parecido Ros?
- Hablas de Rosendo\, pues…
- La verdad señorita.
- Pues aparte de que me llamó hace poco prostituta\, es muy desorganizado y el baño es asqueroso.
- Sí\, suele acumular cosas\, puedes usar el mío\, te daré una llave de mi habitación.
- Gracias.
- Volví a mi habitación\, tomé unos utensilios de aseo personal e ingrese al horror de baño que comparto con el desagradable de Rosendo y me duche rápido. Concreté por teléfono una cita con Teresa\, esta vez sin la intervención de mi hermana.
Nos encontramos en un café, en el centro comercial, el mismo donde estaba el mercado donde fallidamente intenté realizar el primer contacto. Estaba esperando a que Teresa llegará y cuando lo hizo no fue difícil verla, llevaba un conjunto de short enterizo de color verde con estampado de flores, la tela era liviana y suelta, la blusa es de tirantes, ya estamos en agosto, el clima empieza a enfriarse, pero al parecer a ella no se le ha informado, me siento incluso muy vestida con mi jean, botines cortos y blusa manga larga de encaje.
- Querida -avanzó hacia mí taconeando con sus botines cafés\, con esos zapatos se ve realmente alta\, no es una mujer que pase desapercibida por el lugar.
- ¿Cómo has estado?
- Bien\, bien -contestó con afán- ¿Ya lo conociste? Verdad que está de muerte\, es el hombre más sexy que he visto. ¿Ya lo tienes comiendo de tu mano?
- Sí\, ya lo conocí\, me pareció muy amable.
- Ok\, si él es amable\, incluso tímido -dijo con fastidio- Eso no es más que una fachada\, es todo un experto mujeriego.
- Sí\, sobre la chica que intervino en su relación\, ¿qué información tienes de ella?
- Sobre Casandra\, no es más que una mosquita muerta\, santurrona y mojigata. Se le metió por los ojos a mi Víctor\, haciéndose la niña buena\, la que rompe ni un plato y me lo quito. Ella y su hermano Andrés\, que si me dejas decirlo es un pesado y aburrido\, heredaron el restaurante de sus padres\, ellos emigraron desde Italia al país cuando eran solo unos niños\, no sé cómo\, no me acuerdo\, Víctor y Andrés se hicieron amigos y así él conoció a esa tonta. Es una amistad y sociedad reciente\, no más de dos años.
- ¿Cuándo conociste a Víctor?
- Lo conocí hace un año\, ellos no salían ni nada; con el tiempo él y yo empezamos a salir\, hasta que ella repentinamente decidió que lo quería para él y nos arruinó todo.
- Comprendo.
- ¿Por qué me haces todas estas preguntas?\, tu hermana me dijo que ya habían hablado todo.
- Sí\, es que la verdad no estoy muy segura de seguir con este plan.
- ¿Por qué no? ¿Es más dinero lo que quieres? -pregunto molesta.
- No es eso\, solo que tengo dudas…
- Treinta mil dólares más\, y te ahorras todas tus preguntas.
Me quedé sin palabras, en total me estaría pagando cincuenta mil dólares.
- Lo único que quiero es que él vuelva a mí.
- Yo no te puedo asegurar eso -aún seguía asombrada.
- Desde que te deshagas de la mojigata yo me encargo de lo demás.
- Seguía pensando\, ella sacó su celular y el mío vibró enseguida. La notificación de transacción exitosa brillo en la pantalla.
- Para que veas que no estoy jugando -sentenció con una gran sonrisa\, sus dientes eran perfectos- Al fin y al cabo\, ¿por qué te tienes que preocupar por los demás? Ellos ya me hicieron daño\, tú solo me ayudas a hacer justicia.
Quise preguntarle por qué siendo una mujer tan bella estaba obsesionada con tener a Víctor, cuando si lo quisiera tendría a cualquier hombre a sus pies, pero la verdad no quiero escuchar la respuesta. Con el dinero que me dio podré iniciar mi academia. Y lo que dice no es muy descabellado, al fin, ellos no me deben importar.
Decidí pasear un rato por el centro del pueblo, mi padre dice que hoy en día el lugar es más como una ciudad pequeña, que de pueblo no le queda nada, y la verdad es que se ha urbanizado bastante. Llegando a la plaza central noté un edificio tipo bodega de un piso al que una señora de mediana edad que usaba un lindo traje rojo de sastre le está pegando un aviso de venta, no sé si es el destino que me está dando un aviso, pues al ver bien el lugar mi mente voló, vi el techo blanco con luces, el piso de madera, el espejo en la pared principal, todo tomó forma en mi mente como un flechazo, aquel lugar es perfecto para una academia de baile, tiene el tamaño perfecto. Me acerqué a la señora.
- Es un lindo lugar -dije cuando estuve cerca.
-Si lo es, fue un restaurante, pero los dueños lo cerraron, ahora se está vendiendo.
- ¿Por qué?
- Se están divorciando -la señora me miro y me sonrió- ¿Te interesa el lugar?
- Es lindo\, aún no estoy segura.
- Si te decides\, esta es mi tarjeta\, soy Johanna Cáceres.
- Gracias\, soy Jade Lewis.
- Eres una niña David Lewis -me reconoció. Es extraño que eso suceda.
- Sí\, acertó.
- Trabaje un tiempo en la oficina de registro civil\, me parece muy lindo que algunos niños del orfanato decidan cambiarse el apellido a Lewis.
- Si … -me interrumpe.
- ¿Eso lo hacen porque quieren o los obligan?
- Sí\, es una manera de agradecer todo lo que nos dieron -así es\, con alguno de mis hermanos como Izan\, quien al ser mayor de edad cambió su apellido legalmente. No todos lo hacen como Andrea\, quien sigue con el apellido de su familia biológica.
- Te entiendo\, aun así\, ¿no es duro? No me malinterpretes\, pero\, si ya no tienen padres o familia\, ¿no es su apellido lo único que les queda sobre su identidad y su verdadero ser?
- Entiendo a que se refiere\, aunque\, no todos en el orfanato tienen historias tristes tras la pérdida de padres y familia\, hay quienes ingresaron por otras cuestiones\, situaciones de violencia o negligencia o abandono -note la caída del tono de mi voz al pronunciar esa última palabra\, ya no me gusta el tema de conversación\, siento que se ha puesto muy íntimo- así que es diferente para cada persona.
- Disculpe señorita\, creo que me he visto muy invasiva en un tema tan personal como ese.
- No hay problema -le calmé\, no es la primera persona que tiene preguntas- es normal tener curiosidad y si me lo permite\, es mejor preguntar y salir de la duda a hacer conjeturas que terminen en chismes y demás.
- Bueno\, jovencita\, esperaré tu llamada\, guarda bien mi tarjeta\, este lugar tiene una excelente ubicación\, no lo pienses tanto\, no durará mucho tiempo en el mercado.
- Gracias -dije a modo de despedida\, ella tiene razón\, este lugar no estará disponible mucho tiempo\, me quedé contemplando el lugar unos minutos\, hasta que el sonido de mi teléfono me sacó de mi ensoñación\, el nombre de Cassie brillo en la pantalla.
- Hola Jade\, ¿cómo estás?
- Hola Cassie\, muy bien\, gracias por preguntar\, ¿y tú?
- Muy bien, te llamaba para invitarte a cenar esta noche en el restaurante, es que fijate que esta semana se celebra la fiesta de la Madonna della Neve*, o fiesta de la virgen de la nieve, así que tendremos un menú y decoración especial.
- Claro que sí -no voy a desaprovechar la oportunidad
- Entonces te espero a las cinco de la tarde\, un poco antes de abrir para charlar un poco\, la temática es el blanco\, no muy formal\, así que si puedes trae algo de tu ropa de ese color.
- Me parece una idea excelente. Muchas gracias por la invitación -o mejor dicho\, la oportunidad.
- Nos vemos entonces “Ciao”
- Chao.
Tome rumbo hacia el centro comercial, de nuevo, buscaría algún vestido blanco adecuado para la ocasión, pasé por una tienda de vestidos, los descarte porque me parecieron muy elegantes, tampoco es bien visto presentarse en una reunión semi formal con un vestido largo de cola solo para buscar llamar la atención.
Decidí dejar de lado las tiendas de vestidos y pasearme por las tiendas de ropa común, tal vez allá si encuentre lo que busco. En una tienda de ropa moderna encontré lo que buscaba, era el vestido perfecto, era blanco marfil, ceñido al cuerpo, llegaba un poco más abajo de mis muslos, la tela era suave y cómoda, tenía mangas largas de encaje delicado igual al que cubría todo el vestido, el atractivo principal del vestido era el escote, este venía desde los hombros cayendo hacia la cintura en un estilo de cuello “V”, cubierto discretamente por una malla color piel rodeado por encaje que lo hacía verse sexy pero recatado. Era simplemente el vestido perfecto. La mancha roja del raspón en mi pierna se había transformado en un moretón con costra que en mi piel blanca se veía radioactiva, por lo que decidí que me pondría unas medias veladas un poco oscuras junto a unos botines altos color negro.
Salí de la tienda lo más feliz de la vida, tenía el vestido perfecto y el outfit planeado en mi cabeza, decidí que aprovecharía y me compraría un helado con frutas antes de irme, estaba caminando cuando alguien me detuvo.
- ¿Eres Jade\, verdad? -El hermano de Cassie apareció en mi panorama.
- Sí\, hola\, tú eres hermano de Cassie.
- Sí\, ¿qué haces aquí? -No sé cuál es el problema del sujeto\, es la segunda vez que nos vemos y siempre me bombardea de preguntas.
- Es un centro comercial\, no sé si no sabes que significa\, es algo así como un complejo de comercio y de ocio para las personas -no oculte el matiz agresivo en mi voz.
- Sé que es un centro comercial -dijo con fastidio- pero\, ¿por qué estás aquí?
- Estaba comprando un vestido para la cena de esta noche\, señor inquisidor.
- ¿Cassi te invito?
- ¿Qué comes que adivinas? - sonreí sarcástica- si me lo permites voy por un helado y me voy\, te dejo tu tan preciado centro comercial para ti. Chao.
- Necesito ayuda para escoger una camisa y puede que tú sirvas de algo\, ¿me ayudas? -me pregunto cuando me disponía a irme\, por lo que escuche sus palabras a mi espalda.
- ¿A qué te refieres con que “puede que yo sirva de algo”? -Me gire lentamente para mirarlo.
- No lo quise decir así\, me refería a que…
- ¿No lo quisiste decir así? Mira\, tú y yo no nos conocemos\, no sabes nada de mí y las pocas veces que te has dirigido hacia mí lo has hecho siendo grosero y arrogante. Claro que no te voy a ayudar en nada.
Intento decirme algo más, pero no le preste atención, me fui lejos de él en el instante en que termine de hablar. Me doy cuenta de que con él debo tener mucho cuidado, por algo no se fía de mí y no sé por qué, debo averiguarlo; si se va a poner en plan hermano mayor sobre protector podría estar arruinando mis planes.
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