CAPITULO: INQUILINO

_ Me puedes explicar ¿Qué hacen mis cosas en tu cuarto?.-le dije a Joshua mientras lo miraba desde la puerta con los brazos cruzados.

Después de no alcanzar a Mariana volví a la casa; lavé el plato en el que había comido y entre a la parte trasera de la casa donde se encontraban las habitaciones.

De uno en uno pasé mirando hasta llegar a la última habitación que era la de Joshua.

_ Tu dijiste que las trajera.-me contesto, recostado en la cama.

Di un rápido vistazo a toda la habitación con mi mirada inspeccionadora y era tal y como me lo esperaba; desordenado y lúgubre.

_ Diría que un anciano vive aquí.-comente.

Alguna ves pasas la escoba por aqui o un trapito mojado.-critique; viendo la suciedad de cada rincon.

_ No molestes.-me respondio girandose para el otro lado de la cama.

_ Dios. Hace cuánto no lavas esta sábana, apesta.-comente; pero él ignoro mi comentario.

_ Puedes acomodar tus cosas en ese armario.-dijo señalando un pequeño ropero en una esquina del cuarto.

No lo uso así que está vacío, pero antes límpialo.-dijo en un tono burlón.

_ ¡que! Me voy a quedar aquí.

_ pues no veo otro lugar más en el que puedas estar, como puedes ver la casa es pequeña solo hay cuatro habitaciones dos de mis hermanos una de mi mamá y la mía.

Vamos que no te dé pena.-dijo burlándose de mí. Ya compartimos cama antes esta no será la primera vez.-dijo dando suaves golpes a la cama.

_ Exactamente por que no es la primera ves es que desconfio de ti.

_ Eh. Me ofendes acaso soy un pervertido.

_ Si.-respondi de inmediato.

_ auch...eso dolio.-lo mire con desconfianza.

Venga no te hare nada te lo prometo.

_ Mas te vale. Pero primero; si me voy a quedar aqui voy a cambiar unas cosas.

_¿Que?.

Bote a Joshua de la cama, mejor dicho del cuarto, fui a la cocina y traje la escoba junto con el recogedor y empecé a limpiar ese cuchitril.

Quité las sábanas de la cama, sacudí todos los rincones, limpie las cómodas y el ropero, junte la ropa sucia y la metí a la lavadora; barrí todo el cuarto incluso por debajo de la cama.

_ Dime hace cuanto no pasa una escoba por tu cuarto.-dije mirando la basura acumulada que saque.

_ pues no muy seguido.-dijo de lo más sinvergüenza.

Sin darme cuenta me pasé la tarde limpiando el cuarto de Joshua. Pero al final el esfuerzo valió la pena al anochecer aquella habitación lúgubre quedó resplandeciente.

Cambié las sábanas de la cama, acomode las ropas en el ropero, desempaque mis maletas y las acomode. Finalmente, todo estaba en orden y limpio tal y como me gusta.

_ voy a bañarme.-dije dejando salir un suspiro.

_ Te acompaño.-dijo joshua.

_ No.-le respondí de inmediato con una mirada de desagrado.

_ bien esperaré.

_ as lo que quieras. - respondí mientras salía de la habitación con dirección a la ducha.

Después de terminar de ducharme Joshua entro a la ducha también, aproveché este momento para cambiarme y como cada noche antes de irme a la cama hice mi rutina para el cabello. Y finalice untándome crema para el cuerpo y unas gotas de perfume.

_ Algo huele bien aquí.-comento Joshua entrando al cuarto.

_ Es mi perfume, me lo compre en un catalogo.

_ así. -cuál perro Joshua empezó a sacudir la cabeza.

_ Ah.- suspiré. Para eso existe la toalla sabes, para secarse el cabello.

_ Asi es mas rapido.

_ Acaso eres un perro.

_ No molestes.

_ Oye, tu mamá todavia no llega y ya es tarde.

_ Ni la esperes, debe estar con su ligue.

_ De verdad, está saliendo con alguien.-dije sorprendida.

_ Si.

_ En serio, ¿lo conoces?.-pregunte curiosa.

_ Si, vive por aqui cerca.

_ De verdad, me alegro por ella ya paso buen tiempo desde que murio tu papá.

_ Si, mientras ella sea feliz esta bien.

_ Bueno entonces hay que hacer algo para cenar, tengo un poco de hambre.-le comente.

¿Hay algo para cocinar?

_ Creo que no. Mejor salgamos a comer.

_ Mm. Pero no tengo efectivo.

_ Te invito.

_ En serio, si es asi entonces vamos soy toda tuya.

_ En serio.-dijo con una sonrisa maliciosa.

_ No lo dije en ese sentido; Pervertido.

_ ja ja ja. Yo no dije nada.

Después de arreglarme un poco salí con él a cenar y al regresar trajimos comida para sus hermanos y tal como Joshua dijo su mamá todavía no regresaba.

_ Ni la esperes; va volver tarde.

_ Bueno; la verdad es que ya tengo sueño asi que mejor mañana hablo con ella.

Me recosté en la cama y me cobijé con la sabana; unos segundos despues Joshua tambien se hecho y me abrazo.

_ Si me haces algo te mato.-le clave mi mirada asesina.

El me solto rapidamente.

_ Que miedo.

_ Estas advertido.

_ Je je... ¿Por que no te gusto Lia?.-pregunto de repente.

_ Por que no.

_ Pero porque no. Si soy un encanto.-dijo poniendo su mejor sonrisa y una mirada coqueta.

Lo mire con desagrado.

_ Mejor me voy a dormir.

Después de eso a la mañana siguiente al despertarme Joshua ya se había levantado y dirigido al trabajo; También encontré a la señora Mariana preparando el desayuno, conversamos un rato y al mediodía Joshua vino a almorzar.

Los siguientes días no fui a ningún lado en particular, permanecí en casa de Mariana. La verdad es que no tenía ninguna urgencia por salir. Lo que yo estaba esperando con ansias eran los carnavales sobre todo el desfile.

Unos días antes de que empezaran los carnavales fui al mercado a comprarme ropa y a caminar un rato por los lugares que solía visitar cuando vivía aquí.

Algunas cosas seguían como antes y otras habían cambiado, muchos edificios nuevos y lugares remodelados, pero aun así el aire que se respira era diferente al de la capital.

Me encontré con viejos amigos y conocidos y uno que otros familiares. Los primeros días de los carnavales se iban acercando el itinerario de la semana del carnaval ya se había repartido en toda la provincia.

Había una feria gastronómica; juegos; concursos; danzas; certamen de belleza y finalmente terminaba en un gran desfile de caravanas donde se coronaba a la miss Carnaval.

Disfruté cada día como nunca; claro que a esa diversión también estuvo presente Joshua y su familia y la verdad es que me divertí mucho.

El último día de la fiesta había llegado, Joshua pido permiso en su trabajo para poder acompañarme ese día.

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