Eres mia

—Bueno, lo mejor es irnos. —Dice Tyler.

—De acuerdo, chicos, mi hermana ha estado expuesta a mucho estrés. —Dice André.

—Si de eso te quería hablar, tengo que trabajar en conjunto con los espías, pues, hay un grupo que le declaro la guerra a la elite. —Dice Nicholas.

—Si también me avisaron lo mejor es que trabajen juntos, te voy a encomendar mucho a mi hermana, Nicholas. —Dice André y este asiente.

—Descuida, la pondré a Salvo.

—Si Nicholas cuida mucho a mi niña, ella es mi todo solo que no se quiere casar aún, me la tendré que llevar de luna de miel anticipada. —Dice a modo de chiste Alessandro y Nicholas aprieta la mandíbula, Alessandro ha tratado de hacer ver todo como que no pasó nada y es solo un capricho de ella.

—Lo voy a hacer, no te preocupes, ahora tengo que irme porque tengo asuntos que resolver. —Dice Nicholas y se retira sin despedirse de su esposa, salió con sus amigos.

—Ahora a donde nos dirigimos, Nicholas —Pregunta Adrián.

—Ustedes averigüen todo sobre la gente que busca a emperatriz, yo iré por mi diosa, ese idiota no entiende que es no. —Dice Nicholas y los tres se separan.

El hombre revisa el computador de su auto y le pide buscar el teléfono que le dio a Lía y luego se dirige, está cerca de la cabaña y eso le preocupa, así que se dirige hacia allá.

Mientras en la mansión Harrington los padres de Alessandro están indignados con lo que sucedió, sobre todo la madre de Alessandro, ya en el lugar solo queda la familia de Lía y ellos, puesto que Verónica se fue sola.

—Que le sucede a esta niña, como se atreve a dejar en ridículo a mi hijo. —Dice la madre de Alessandro.

—Me vas a disculpar, pero ella intentó hablar con él y no la escucho, si mi hija no está segura no se va a casar y punto. —Habla Gia molesta.

—Ya madre Lia solo está nerviosa, el compromiso será después —Dice Alessandro y Andrew habla.

—A mi parecer ella no quiere seguir la relación y de ser así yo la apoyo. —Dijo el padre de Lía.

—No hagamos una tormenta de esto, ella está abrumada, luego hablaremos y todo seguirá igual, nosotros nos amamos. —Dice y luego de un rato se va del lugar con sus padres.

—Copia, en dónde estás, estoy preocupado, ve a mi apartamento, yo no lo uso y nadie te buscará allí, la llave está debajo de la maceta que me regalaste. —Dice Andre en la nota de voz que le deja a su hermana.

Nicholas se acerca al lugar y mira el carro de lía a un lado de la carretera y se alarma, rápidamente se baja del auto y se acerca al de ella.

La mira en el suelo, sentada con una botella en la mano y su pistola en la otra, apunta y dispara a la nada.

Mochilas se le acerca y la abraza, pero está se gira y lo apunta.

—Soy yo preciosa, estás bien. —Ella baja el arma y lo besa, él cae hacia atrás por el impacto y la sigue besando.

El lugar es apartado y casi nadie transita por allí, ella lo hace rodar y caen por la bajada a un lado de la carretera.

—Estás bien. —Pregunta Nicholas.

—Cállate y cógeme. —Le dice y le va quitando la ropa, el hombre hace lo mismo con la de ella, ambos tienen deseo y hambre por el otro, Nicholas sabe que esto ya no es solo sexo, aquí hay algo más, aquí hay otra cosa, solo sabe que no la va a soltar.

Nicholas le abre las piernas y la coloca en sus hombros, la embiste de una estocada y aprieta sus pechos

—Maldita sea lía, eres mía, todo tu cuerpo y todo lo que sientas también lo quiero mío. —Dice y le suelta una palmada, la piel y sensible de la joven se enrojece y a ella le encanta.

—Yo soy solo mía, pero por ahora me comparto contigo. —La mano sale de sus pechos a su garganta y la enviaste de nuevo.

—tú eres mía y lo sabes, tus pensamientos me pertenecen y no paparé hasta que tus pensamientos sean míos y cada sentimiento tuyo me pertenezca.

—Arrogante… —Espeta ella y él la sigue embistiendo, su piel golpea contra la de ella, los sonidos de sus juegos interrumpen la paz de la naturaleza.

—Más fuerte, hazlo si piedad. —El hombre le cumple el deseo y la besa una y otra vez impacta muchas beses contra ella hasta que ambos alcanzan el clímax y sus jugos se vuelven a mezclar.

Él se deja caer y ella solo respira, lo mira y lo golpea en el brazo, él la mira con su ceño fruncido preguntando por qué fue el golpe.

—Dijiste que sería una vez, se supone que yo me casaría y tú seguirías con tu esposa, ahora no paras de seguirme.

—Nosotros no somos lo que se supone, somos únicos y marcamos nuestro destino, tú eres mía y solo mía. —Dice y ella lo mira.

—Y ahora tú tienes dos y yo nada.

—tú me tienes a mí y solo a mí y yo solo te tengo, a ti puedes creer o no, pero mi esposa es todo menos eso y pronto será un problema pasado.—Ella busca su ropa y él la de él.

—Quiero descansar. —Dice y sube a su auto, él la sigue y ambos llegan a la cabaña, se apresura y le abre la puerta, luego, carga y la lleva adentro.

—Estoy harta de todos, odio el drama y estoy teniendo mucho en estos días.

—Lo sé preciosa, pero al menos ya te quitaste a ese imbécil de encima. —Dice Nicholas.

—Aún me queda uno, yo no quiero seguir con este juego idiota, si quieres que sigamos teniendo sexo bien, pero deja de actuar como si fuese tuya. —Dice Lia.

—Lo eres, y esto no es solo sexo, y lo sabes, hay algo más…

—Estás casado hijo de puta.

—Lo voy a arreglar, así deba convertirme en viudo, ahora descansa. —Dice y le quita el vestido para luego dejarla caer suavemente en la tina.

—Ven, dúchese conmigo general, apesta a sexo. —Él se ríe y entra con la llamada luego de sacar su ropa.

Besos, caricias y más pasión inundó el lugar.

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