Una confrontación inevitable

Una semana más había transcurrido sin mayores sobresaltos. La vida de Kyle y Annia seguía su curso tranquilo, cada día iban descubriéndose un poco más y profundizando en la conexión que los unía. Pero esa paz estaba a punto de ser perturbada por nuevas revelaciones.

James había pasado los últimos días vigilando de cerca los movimientos de Elena y Marcos. Finalmente, una tarde, descubrió que ambos habían sido contratados por la empresa de publicidad donde el abuelo de Kyle era el CEO. No dudó en comunicarle la noticia a su amigo lo más pronto posible.

James llamó a Kyle, quien se encontraba en la casa con Annia.

-Kyle, tenemos que hablar. Es urgente- dijo James desde el otro lado de la línea.

Kyle notó la urgencia en la voz de su amigo y se excusó con Annia, quien estaba dibujando en la sala.

-Annia, voy a tomar esta llamada en la otra habitación. Es James y parece importante- dijo Kyle, tratando de no preocuparla. La muchacha sabia que el tal James era el agente de Kyle y supuso que seguramente lo llamaba para algún trabajo.

-Claro, Kyle. Tómate tu tiempo- respondió Annia con una sonrisa, volviendo a su dibujo.

Kyle se dirigió al estudio y cerró la puerta antes de continuar la conversación.

-¿Qué pasa, James?- preguntó Kyle, sabiendo que debía ser algo serio.

-Acabo de descubrir que Elena y Marcos han sido contratados por la empresa de publicidad. Trabajarán en el mismo lugar donde tu abuelo es el CEO y que tú estas dirigiendo ahora- respondió James.

Kyle se quedó en silencio por un momento, procesando la información. Luego, una sonrisa irónica apareció en su rostro.

-Bueno, al menos tendremos a esos dos traidores a la vista. Será más fácil controlar sus movimientos- dijo Kyle, sintiendo una mezcla de alivio y preocupación.

-Sí, pero debemos ser cuidadosos. No podemos permitir que te descubran - advirtió James.

Kyle asintió, aunque sabía que James no podía verlo.

-Lo sé. Gracias por la información, James. Manténme informado de cualquier novedad.

Esa misma noche, mientras Kyle y Annia cenaban, su teléfono sonó nuevamente. Esta vez, era una llamada que cambiaría el curso de la noche.

-¿Hola?- contestó Kyle, sabiendo que debía ser algo importante.

-Kyle, necesito hablar contigo urgentemente. Ven a verme a la mansión esta noche - dijo su abuelo, su tono sonaba imperativo y demandante.

Kyle sintió un nudo en el estómago. Sabía que su abuelo no llamaba sin una razón de peso.

-Claro. Estaré allí en una hora- respondió, tratando de mantener la calma.

Al colgar, miró a Annia, quien lo observaba con curiosidad.

-¿Todo bien, Kyle?- preguntó, notando la expresión en su rostro.

Kyle forzó una sonrisa.

+Sí, todo bien. Solo que tengo una nueva cita de trabajo y necesito irme ahora mismo. Lo siento por interrumpir la cena.

Annia sonrió con comprensión.

-No te preocupes. Espero que todo vaya bien. Cuídate.

Kyle se acercó y le dio un beso en la mejilla antes de salir de la casa. El beso, aunque breve, dejó a Annia con una sensación cálida que no pudo ignorar.

Exactamente una hora después, el joven llegó a la mansión de su abuelo, una imponente edificación que siempre le recordaba la magnitud de las responsabilidades que tenía sobre sus hombros. Fue conducido directamente a la habitación de su abuelo, donde el anciano lo esperaba con una expresión seria.

-Kyle, me alegra que hayas venido tan rápido- dijo su abuelo, señalando una silla frente a su escritorio.

Kyle se sentó, sintiendo la tensión en el aire.

-Abuelo, ¿de qué se trata?¿Para que querias verme con tanta urgencia? - preguntó, aunque en el fondo ya sospechaba la razón.

El anciano tomó un respiro profundo antes de hablar.

-Me he enterado de que te has casado en secreto - le dijo, con un tono desaprobador.

Kyle se quedó en silencio, esperando la reprimenda que sabía que vendría.

-No puedo creer que hayas hecho algo tan imprudente sin consultarme. ¿Te das cuenta de las implicaciones de tus acciones?- continuó su abuelo, golpeando la mesa de noche con la mano.

Kyle se tensó, pero se mantuvo firme.

-Abuelo, tengo mis razones para haberlo hecho. Necesitaba tiempo para manejar la situación con Rebecca y todo lo que conlleva- dijo, tratando de explicar.

El anciano lo miró fijamente, su expresión severa.

-No me importa tus razones, Kyle. Esta familia tiene una imagen que mantener y responsabilidades que cumplir. Te exijo que te divorcies de inmediato y te cases con Rebecca Davis. No permitiré que pongas en riesgo todo por lo que he trabajado- ordenó, su voz era firme y autoritaria.

Kyle sintió una oleada de frustración y rabia, pero trató de mantenerse calmado.

-Abuelo, no puedo hacer eso. Mi matrimonio con Annia es real y ella no merece ser tratada como un peón en nuestros juegos de poder- dijo, con voz firme.

El anciano enderezó su postura, mientras su expresión se hacía más dura que nunca.

-No me importa lo que pienses, Kyle. Si no te divorcias y te casas con Rebecca, te desheredaré. Perderás todo, desde la empresa hasta tu parte de la herencia. No estoy bromeando- amenazó, su voz llena de determinación.

Kyle sintió el peso de las palabras de su abuelo, pero sabía que no podía ceder.

-Lo siento, abuelo. No puedo hacerlo. Annia es importante para mí y no la abandonaré por una alianza de negocios- respondió, levantándose también.

El anciano lo miró con una mezcla de decepción y rabia.

-Entonces, has tomado tu decisión. Espero que puedas vivir con las consecuencias- espeto finalmente y luego comenzó a toser de manera demasiado violenta, tanto que Kyle se asustó, aunque su abuelo no había sido el mejor de todos el lo quería y respetaba.

-Hagamos una tregua- le dijo, y como por arte de magia al anciano se le pasó la tos.

-¿A qué te refieres exactamente? - preguntó

-Dame un mes, si en un mes no consigo la solución por mi cuenta te prometo que me divorcio de Annia y me caso con Rebecca- respondió el joven con seguridad.

-Está bien, Kyle- dijo el anciano- tienes un mes. Si en ese lapso no consigues solucionar las cosas harás todo como yo te diga.

Kyle asintió y luego salió de la mansión, sintiéndose más decidido que nunca. Sabía que la situación sería complicada, pero estaba dispuesto a enfrentar lo que fuera necesario para demostrar su valía como encargado de la empresa y también inconscientemente su relación con Annia.

Al llegar a casa, encontró a Annia esperándolo en la sala, leyendo un libro. Levantó la vista y le sonrió cuando lo vio entrar.

-¿Cómo te fue?- preguntó ella, con su tono lleno de interés genuino.

Kyle sonrió, aunque sentía el peso de la conversación con su abuelo.

-Fue complicado, pero estoy bien. Gracias por preguntar- dijo, acercándose a ella.

Annia cerró su libro y se levantó para abrazarlo.

-Me alegra saber que estás bien. Siempre puedes contar conmigo, Kyle- le dijo con suavidad en su tono de voz.

Kyle la abrazó de vuelta, sintiéndose reconfortado por su presencia.

-Gracias, Annia. Eso significa mucho para mí - respondió, sintiendo una conexión más fuerte con ella.

Esa noche, mientras se acurrucaban en el sofá, Kyle sabía que la lucha por mantener su relación con Annia y enfrentar las presiones de su familia apenas comenzaba. Pero con Annia a su lado, se sentía preparado para cualquier desafío que viniera.

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