Desayuno interrumpido

El sol apenas comenzaba a asomarse por las ventanas de la pequeña casa, llenándola de una cálida luz matutina. En la cocina, Annia y Kyle trabajaban juntos para preparar el desayuno, una rutina que habían adoptado con facilidad y que les proporcionaba un raro momento de tranquilidad en medio de todo el caos que suponia su convivencia.

-¿Quieres más café? - preguntó Annia, levantando la cafetera.

-Sí, por favor- respondió Kyle, sonriendo mientras batía unos huevos.

El teléfono de Kyle, descansando sobre la encimera, comenzó a sonar. Miró la pantalla y vio el nombre de James. Frunció el ceño, intuyendo que no sería una llamada de rutina.

-Disculpa, Annia. Debo tomar esta llamada- le dijo, levantando el teléfono.

-Claro, no te preocupes- respondió ella, sirviendo el café en dos tazas.

Kyle salió de la cocina y contestó la llamada.

-¿Qué pasa, James?- preguntó, tratando de mantener su voz tranquila.

-Kyle, te necesito urgente en la empresa. Ha surgido algo que solo tú puedes resolver -dijo James, con su voz cargada de urgencia.

-¿Qué es tan importante?- preguntó Kyle, sintiendo una oleada de preocupación.

-Rebecca Davis está aquí. Está exigiendo verte. No pude mantenerla alejada por más tiempo- respondió James.

Kyle sintió que un frío helado se apoderaba de su estómago. Rebecca Davis era la hija de uno de los socios más importantes de la empresa de publicidad que debía dirigir. Su presencia significaba problemas.

-Dame unos minutos, esperame a cinco cuadras de la casa- dijo Kyle antes de colgar.

Volvió a la cocina, tratando de mantener una expresión neutral, pero Annia notó su preocupación de inmediato.

-¿Todo bien?- preguntó ella, mirando su rostro con curiosidad y algo de preocupación.

Kyle tomó una bocanada de aire, tratando de parecer despreocupado.

-Sí, era mi agente. Parece que me consiguió un trabajo y necesita verme de inmediato.

Annia sonrió, aunque sus ojos mostraban una mezcla de alegría y algo de incertidumbre.

-¡Eso es genial, Kyle! No pierdas tiempo entonces. Ve, ve a ver de qué se trata.

Kyle asintió, agradecido por su comprensión.

-Gracias, Annia- él se acercó y, en un gesto casi automático, le dio un beso en la mejilla- Nos vemos más tarde.

Annia se quedó congelada por un momento, sintiendo el calor del beso en su mejilla mientras Kyle salía rápidamente por la puerta. Observó su figura desaparecer y se llevó una mano a la mejilla, aún sorprendida por el gesto inesperado.

Kyle caminó rápidamente unas cuadras hasta llegar al lugar acordado, donde James lo esperaba en un automóvil negro. Abrió la puerta y se metió dentro, su mente trabajando a toda velocidad.

-James, ¿qué está pasando exactamente?-preguntó Kyle mientras el coche se ponía en marcha.

-Rebecca llegó esta mañana sin previo aviso. Quiere verte y no parece estar dispuesta a esperar - dijo James, su tono grave.

Kyle apretó los puños, consciente de las implicaciones de la visita de Rebecca. Ella era ambiciosa y no aceptaba un "no" por respuesta.

-¿Sabes qué quiere?- preguntó Kyle.

James asintió, su expresión se volvió aun más seria.

-Dice que necesita discutir sobre el futuro de la empresa y sobre la alianza familiar. Me temo que está aquí para presionarte sobre el matrimonio.

Kyle suspiró, su mente corriendo en busca de una solución. No podía permitir que Rebecca interfiera con su plan actual con Annia.

-Necesitamos manejar esto con cuidado. No quiero que Annia se entere de la verdadera razón por la que estoy aquí, ni que mi abuelo interfiera- dijo Kyle, con tono firme.

James asintió, entendiendo la gravedad de la situación.

-Haré lo posible para mantener las cosas bajo control. Pero debes ser convincente con Rebecca.

Kyle asintió, preparándose mentalmente para el encuentro que se avecinaba.

-Vamos a mi departamento, primero debo cambiarme de ropa- dijo Kyle con un suspiro cansado.

Y luego de ponerse un traje ejecutivo, se dirigieron a la empresa para enfrentar a Rebecca.

Cuando llegaron a la empresa, Kyle entró rápidamente al edificio, saludando con una sonrisa forzada a los empleados que lo veían pasar. James lo condujo hasta la sala de conferencias donde Rebecca lo esperaba.

Rebecca Davis estaba sentada en una silla, su postura erguida y elegante. Al verlo entrar, sus ojos se iluminaron con una mezcla de determinación y algo de desafío.

-¡Kyle, por fin!- dijo, levantándose de su asiento- Tenemos que hablar.

-Rebecca- respondió él a modo de saludo, manteniendo su tono cortés- ¿Qué es tan urgente?

Rebecca lo miró con una sonrisa que no llegaba a sus ojos.

- Kyle, sabes tan bien como yo que nuestras familias han estado planeando esta alianza durante años. Nuestro matrimonio es el siguiente paso lógico. No entiendo por qué estás demorando tanto.

Kyle respiró hondo, tratando de mantener la calma.

-Rebecca, hemos hablado de esto antes. No estoy listo para dar ese paso. Además, tengo mis propios planes y metas que necesito alcanzar primero.

Rebecca frunció el ceño, claramente insatisfecha con su respuesta.

-Kyle, no podemos seguir posponiendo esto. La empresa necesita estabilidad, y nuestra unión puede proporcionarla. No puedes seguir evadiendo tus responsabilidades.

Kyle sintió una punzada de frustración. Sabía que Rebecca no se detendría fácilmente.

-Entiendo tu preocupación, Rebecca. Pero esto no es algo que pueda decidir a la ligera. Te pido que me des más tiempo para considerar todas las opciones.

Rebecca lo miró con una mezcla de desafío y algo de desilusión.

-Espero que tomes la decisión correcta, Kyle. Porque si no lo haces, podrías poner en riesgo no solo nuestra relación, sino también el futuro de la empresa.

Con esas palabras, Rebecca salió de la sala de conferencias, dejando a Kyle con una sensación de urgencia renovada. Sabía que debía manejar la situación con mucho cuidado para proteger tanto a Annia como a sus propios intereses.

James se acercó, su expresión grave.

-¿Qué harás ahora?- le preguntó.

Kyle suspiró, mirando hacia la puerta por donde había salido Rebecca.

-Voy a encontrar una manera de manejar esto. No puedo permitir que Rebecca destruya lo que estoy tratando de lograr. Pero por ahora, necesitamos mantener las apariencias y asegurarnos de que ella no sospeche nada.

James asintió, su lealtad y apoyo inquebrantables.

-Estaré aquí para ayudarte en lo que necesites, Kyle. Juntos encontraremos una solución.

Kyle miró a su amigo, agradecido por su apoyo. Sabía que el camino por delante sería difícil, pero estaba decidido a proteger a Annia y su futuro juntos. Mientras tanto, debía volver a la pequeña casa y asegurarse de que Annia no sospechara nada de lo que había sucedido esa mañana.

Un par de horas más tarde...

Kyle regresó a la casa con una mezcla de alivio y preocupación. Al entrar, encontró a Annia en la cocina, terminando de preparar el almuerzo.

-¿Cómo te fue?- preguntó ella, mirándolo con curiosidad.

Kyle le dio una sonrisa forzada.

-Fue… interesante. Al parecer, hay una oportunidad, pero no estoy seguro de los detalles todavía.- respondió, Annia asintió, acercándose a él.

-Espero que todo salga bien. Me alegra que hayas tenido esta oportunidad- dijo ella con sinceridad.

Kyle sintió una oleada de culpa por su mentira, pero la escondió detrás de una sonrisa.

-Gracias, Annia. Vamos a disfrutar de...¿el almuerzo? , ¿te parece?

Ella sonrió, asintiendo.

-Sí, claro. Hagamos eso.

Mientras se sentaban a la mesa, Kyle no podía evitar pensar en lo complicada que se había vuelto su vida. Pero sabía que, mientras siguiera con su plan, tenía una oportunidad de superar cualquier obstáculo. Y aunque la verdad aún estaba oculta, su determinación de llevar a cabo sus planes y de proteger a Annia solo se fortalecía con cada desafío que enfrentaba.

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