Capitulo 9

Alana:

Bajé del auto, caminando hacia la entrada… me sostenía con gran fuerza del barandal, subí los escalones acercándome a la puerta.

POM!! POM!! POM!!

Golpeaba la puerta con desespero, quería morirme, quería acabar con todo esto, no era fuerte como muchas personas pensaban. La puerta se abrió, entreabrió sus labios…

Alana: Me quiero morir… me quiero morir…

Siara: Alana… amiga…

Caí en sus brazos, ella me sostuvo con fuerza abrazandome, mis manos apretaban su cuerpo, no quería que me soltara, quería sentir que ella si era mi amiga y que no me traicionaría en ningún momento.

Entramos su casa, no dejaba de llorar con todas mis fuerzas, me sentó en el su sillón apresurándose en ir a la cocina, trajo dos vasos y la jarra de agua, sirvió mi vaso entregando, lo llevé a mis labios bebiéndome toda el agua, creo que de tanto llorar estaba toda deshidratada. Se sirvió el suyo, aparté mi vaso volviendo a pedir un poco más, me sirvió dejando la jarra caminando hacia la puerta cerrando. Me miró con una tristeza sentándose a mi lado.

Siara: cuando Javier me dijo lo de Rimbo y Román.

Alana: No me hables de Román. Es un maldito hijo de puta.

Siara: Alana… es tu marido.

Alana: MARIDO ES AQUEL QUE RESPETA A SU MUJER, LE ES FIEL Y VE POR ELLA.

Siara: Pero Román te respetaba.

Me puse de pie negando con la cabeza, ella se sorprendió al ver que estaba molesta… La miré negando con la cabeza.

Alana: Román estaba muy lejos de ser el hombre que todo mundo creía.

Siara: ¿Qué cosa?

Alana: Me engañó, me fue infiel, urdió un plan en mi contra para despojarme de todo lo que mis padres le dejaron a Rimbo y a mí.

Siara: Pero.. pero.. que estas diciendo…

Reposé las manos en la cintura mirando hacia el cielo, solo pensar en la manera tan malvada que armaron todo, la manera que fue objeto de su burla. Bajé la mirada hacia Siara.

Alana: Kiara y Román han sido amantes quien sabe desde cuando.

Entreabrió sus labios negando con la cabeza, se ponía de pie casi tambaleándose en no poder creer ni ella nada de lo que estaba diciendo.

Siara: ¿Cómo?

Alana: Así como lo oyes… Eran amantes…

Siara: ¿Quién te dijo semejante estupidez?

Alana: Hoy fue la lectura del testamento, me habían hecho una llamada donde me hicieron saber que yo firmé un documento donde acepté el término mancomunado, cosa que es mentira, luego al llegar el Juez Angel se refería a Kiara como la esposa de Román, Javier y yo no sabíamos que sucedía hasta que dieron lectura, ROMÁN Y ELLA SE ENTENDÍAN AL GRADO QUE TODA MI HERENCIA PASÓ A MANOS DE ELLA. DIJO EL MUY PERRO… QUE TODO SE QUEDARÍA PARA SUS HIJOS RIMBO Y ¿Qué OTRO HIJO CREES?

Cubrió con sus manos sus labios negando con la cabeza, si, era tan horrible solo en mencionarlo.

Alana: KIARA ESTÁ EMBARAZADA, ANTES DE IRME ME LO DIO A ENTENDER… QUE EL OTRO HIJO QUE SE REFERÍA ROMÁN, ERA EL QUE LLEVA EN SU VIENTRE.

Siara: No.. no… eso no puede ser. Yo veía a Javier y a Kiara unidos, es más ella me lo decía cada que me veía.

Alana: ¿Cómo no te lo iba a presumir? JAVIER NUNCA DEBIÓ CAMBIARTE POR ELLA. AYY…

Dejé caer mi cuerpo sobre el sillón, ella se acercó a mi rodeando su brazo, cubrí mi rostro del dolor que hacía dolerme más lo que estaba sintiendo.

Alana: Ni muerto… ni muerto, me deja de lastimar.

Siara: ¿Por qué lo dices?

Alana: Ahora entiendo sus tantos viajes de trabajo. Sus horas en que llegaba hasta tarde, todo lo planearon muy bien… Kiara se decía mi amiga. Pero era peor que eso.

Siara: No te voy a decir que te lo dije, pero siempre te hice saber que ella parecía que te envidiaba.

Alana: ayyy, eso no me importa, me importa la burla que he sido objeto, la manera tan cruel que los dos jugaron conmigo.

Siara: ¿Qué vas hacer?

Alana: ¿Hacer de que?

Siara: No puedes permitir que ella se quedé con lo que es tuyo. ¿Javier que dice?

Negué con la cabeza, estaba tan enfadada que ni le había dado la oportunidad de saber que haría, o si seguiría con ella, todo estaba tan mal en este momento que ni sabía por donde empezar, mi vida estaba hecha un caos y no había manera de reparar lo que ya se había dañado.

Alana: No lo sé. Él parecía confundido. No sé si hablará con ella.

Siara: Esa Kiara como cambió. ¿Qué piensas hacer legalmente?

Dejé caer mi cuerpo en el respaldo del sillón, mi móvil empezó a sonar, miré hacia mi bolso apartando la mirada. Respiró poniendose de pie, sostuvo mi bolso acercándomelo, ni hice el intento por querer ver quien era la persona que llamaba, mi jefe ya no podía ser, Kiara a lo mejor para hacerme más mierda de la que estaba. Ella sostuvo mi bolso metiendo su mano, miró la pantalla mostrando que se trataba de Javier. Negué con la cabeza, cosa que no le importó tomando la llamada.

Llamada:

- Hola Javier. ¿Qué le deseas a Alana?

- Siara… quisiera hablar con Alana por favor.

- No, ella no está disponible, gracias a tu estúpida y maldita esposa.

Sostuve su mano, no me gustó la manera en que le hablaba, si Javier no tenía la culpa, tampoco era para que se desquitara con él. También debería estar pasando por algo peor, él la tenía viva y podían hacerse de palabras pidiendo explicaciones de lo que había pasado entre Kiara y román. Negué con la cabeza, quería quitarle el móvil, pero ella se zafó poniendose de pie. Me miró negando con la cabeza.

- Ya estará contenta de lo que Kiara causó. Siempre le tuvo envidia a Alana, nunca ha podido tener lo que Alana con trabajo y sacrificios se ha ganado.

- Solo quiero hablar con Alana, saber que está bien.

- Si, está bien. Esta con una verdadera amiga, no como LA ZORRA, MALDITA DE TU ESPOSA. SI TÚ ESTUVISTE DE ACUERDO EN LO QUE LE HICIERON A MI AMIGA ALANA, TEN POR SEGURO QUE TENGO MUCHAS AMISTADES PODEROSAS QUE HARÁN JUSTICIA. ¿ENTIENDES?

- Me salí de mi casa… ¿contenta? No sabía nada de lo que se lo dijo en la lectura del testamento. ES MÁS FUI EL QUE LE PIDIÓ UNA PRUEBA DE PATERNIDAD A KIARA.. NO PIENSO SEGUIR ESCUCHANDO TUS SANDECES NI DE NADIE.

Parpadeó separando el móvil de su oreja, pasó su mirada hacia mi entregando el móvil. Lo sostuve viendo que había terminado la llamada.

Siara: Dice que se salió de su casa y que le pidió la prueba de paternidad del hijo que espera ella.

Se sentó algo confusa, negó con la cabeza, sostuve su mano, viendo que hasta ella misma le estaba doliendo lo que estaba pasando con Javier, ella desde que se separó de él, no se le conocía novio o algún enamorado, se dedicó en cuerpo y alma a trabajar y seguir estudiando hasta llegar una economista en una empresa de bolsa de Valores, nunca ha tenido que depender de nadie, por el contrario, le iba muy bien en la vida, pero solo no aceptaba ninguna salida. Reposó su mano en su pecho mirándome.

Alana: No debiste hablarle así.

Siara: que iba a saber que él y esa loca habían terminado.

Alana: Javier me dijo antes de salir que veía su divorcio. Siara, por ahora tengo que buscar donde irme.

Siara: ¿Por qué?

Alana: todo, absolutamente todo pasó a manos de Kiara, me advirtió que tendría que desocupar mi propia casa.

Dio un fuerte golpe en la almohada del sillón, negó con la cabeza, me miró sonriendo.

Siara: Esta es tu casa.

Alana: No como crees. Que tal y si algún enamorado viene y quiere su noche de pasión.

Empujó mi cuerpo en forma de broma, sonreí cuando me atrajo hacia ella. Las dos nos dejamos caer sobre el respaldo tomándonos de las manos, entrelazamos nuestros dedos juntando nuestras cabezas.

Siara: Tu madre me ayudó mucho en los primero años cuando perdí a mi madre, me ayudó mucho en levantarme y más que nada me apoyaron con los estudios, así que amiga no se diga más, le debo mucho a tu madre que fue una madre para mi, no somos hermanas de sangre, pero si por elección, sabes que nunca te voy a dejar sola.

Alana: Pero he perdido mi empleo, estaba pro ingresar a mi especialidad de Tanatología.

Siara: ¿Por qué no lo haces?

Alana: Los costos son muy elevados, además lo que me pagaron en mi finiquito apenas y me alcanzará para una semana.

Siara: bueno, paguemos entre las dos tu especialidad, te ayudaré a buscar un empleo, en la compañía que trabajo siempre están solicitando, solo que tendríamos que ver de que puesto, por que por ser una compañía de bolsa de valores, siempre piden cédula y titulación pero referente a los puestos.

Alana: Haré hasta lo imposible por buscar empleo de psicóloga, así ahorro para mi especialidad y para un buen abogado.

Siara: Hay un despacho muy poderoso. Tengo un conocido allí que nos puede ayudar.

Alana: ¿De verdad? ¿Cómo se llama el despacho?

Siara: Bonnet & Qiuber y Asociados… Es el mejor de todos, allí están los verdaderos profesionales, no tiene mucho que un amigo llamado Rafaello entró allí por orden del mismo Ministro Federal.

Negué con la cabeza soltando su mano, tomé mi bolso era imposible quedarme más tiempo, en cualquier momento Kiara podía hacer que me echaran de mi casa y no estaba para aguantar ni un desplante más.

Alana: No amiga, es imposible, ese despacho es el peor.

Siara: ¿Por que?

Alana: Ellos son los que le dieron lectura al testamento de Román, tanto que ese Juezucho, hasta le dio por su lado a Kiara.

Siara: Puede ser que le hayan dado por su lado, pero ellos no saben lo que te hicieron, ellos hacen lo que el cliente pide, así que amiga, podemos revertir todo.

Alana: ¿Con que dinero? Estas pagando tu casa, tu auto, tus gastos… ¿Yo? Por favor.

DIN DON!! DIN DON!!!

Miramos hacia la entrada que estaba sonando el timbre. Ella se puso de pie caminando hacia la entrada, asechó por la mirilla rodando los ojos, me miró haciendo movimiento con sus labios.

Siara: (moviendo los labios) Es Javier.

Ella era la dueña de la casa, no escuché ni un auto aparcarse, le hice seña que era decisión de ella dejarlo pasar o no, rodó los ojos abriendo la puerta, no soltó la puerta poniendo una mano en la cintura.

La miraba fijamente pasando su mirada hacia mi, sentí una punzada tan fuerte al ver a Javier con esa mirada triste de decepción, ella bajó la mano empujando la puerta haciendo que entrara, le agradecía que fuera amable ya que él no tenía nada que ver en la mala manera de Kiara.

Javier: Siento llegar sin avisar, solo quería asegurarme que estuvieras bien. ¿Podemos hablar?

Siara tomó sus llaves de su auto, sacó una llave del juego entregándomela, me sonrió tomando mi mano, dejó la llave en la palma cerrando.

Siara: Tengo que salir, no me demoro, si te vas, pasas la llave, tendrás tu copia y yo la mía, sacaré copias de todas las puertas.

Asentí con la cabeza, Siara pasó del lado de Javier, él la seguía con la mirada, al escuchar que se cerraba la puerta. Pasó su mirada hacia mi. Le hice señal que se sentara, me daba tristeza imaginar lo que ellos tuvieron que discutir y estar de esta manera tan horrible y todo por culpa de Kiara.

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